Por Viviana Badilla Vargas.
Miles de emprendimientos se han visto seriamente afectados por la pandemia, específicamente los que se encargan de entregar servicios de gastronomía, ya que de acuerdo a la normativa sanitaria establecida por el gobierno, estos son los lugares que albergan un mayor número de personas, siendo así el contacto más estrecho entre estas.
Es por esta razón, que muchas pymes dedicadas a este rubro, han permanecido con las puertas de sus locales cerradas. Dando como resultado una gran disminución en sus ingresos económicos, y a la vez implementando el delivery como nueva estrategia de ventas.
Tal es el caso Felipe Segovia Rojas (28 años), quien es el administrador del negocio “Mc Lalo”, conocido en tiempos pasados como el famosos “Carro Pepsi”. El cual comenzó hace más de 20 años, y actualmente tiene tres sucursales gastronómicas en Ovalle, las cuales se encuentran haciendo repartos a domicilio en toda la comuna.
Sin embargo, al igual que todos se han visto seriamente afectado por las pocas ventas, producto de la pandemia.
“Claramente estamos viviendo un problema sistemático, que nos afecta a todos de una manera simultánea y palpamos como con el paso de los días la situación empeora, ya que las ventas de nuestros locales han ido disminuyendo de forma drástica, se vende menos, compramos menos, contratamos menos, situándonos en un escenario sumamente complejo”, comentó.
Razón por la cual, este emprendimiento familiar ha tomado conciencia y tomó las precauciones para realizar sus repartos de forma responsable.
“Dentro de las medidas que aplicamos están las de sanitizar nuestros locales antes de cada apertura y posterior al cierre, tanto en su interior como en el exterior, utilizar los implementos de seguridad como mascarillas, alcohol gel y guantes. Además, sugerimos a nuestros clientes el pago por medio de transferencias para evitar el contacto con el dinero. Y el lavado de manos en cada manipulación de nuestros productos y mantener la distancia con nuestros clientes a la hora de atenderlos”, enfatizó.
Asimismo, no solo en lo económico se ha visto afectado Felipe, sino que también en lo que es su vida personal, ya que la crisis del coronavirus ha sido un punto de suma importancia en lo que es la salud mental de todas las personas del país y el mundo.
“Esto me ha generado un desgaste mental inmenso, se trabaja a un ritmo menos acelerado de lo habitual, pero al término de cada jornada se culmina en un cansancio tres veces mayor. El vivir este nivel de vacilación es sumamente complejo, se hace aún más difícil el tener que resignarte a no poder estar cerca de tu familia, sin poder abrazar ni demostrar afecto”, puntualizó.
Por otro lado, está la incertidumbre de que esta situación termine lo antes posible, para poder volver a la normalidad y que de este modo haya una mejora económica en las pymes locales que tanto lo necesita, pero por sobre todo que ls personas se vuelvan a reunir con sus seres queridos.
“Que cada uno de nosotros seamos seres con otra mirada a la vida, personas fuertes, capaces de disfrutar las cosas sencillas de lo que significa vivir. Espero finalmente que un abrazo y un beso vuelvan a tomar el protagonismo entre las personas que se estiman y se quieren en este mundo”, finalizó.