Con ideas nacidas en el marco de la pandemia, dos propuestas ovallinas se apoyan en la reutilización de materiales para crear arte y minimizar la huella del hombre en el medio ambiente.
Ya sea con materiales pequeños para maquetas familiares, o grandes neumáticos para sillas y jardines, tanto RecuperArte como Recillantas aportan soluciones al problema de la contaminación complaciendo los gustos de sus clientes.
AÑORANZAS
La propuesta de “RecuperArte, el arte del recuerdo”, nació cuando cerraron algunos negocios.
"Todo comenzó en la pandemia, porque no podía ir a las librerías a comprar materiales para manualidades, así que iba al río que me queda cerca, (en La Chimba) y veía mucha basura. Como siempre en mi interior yo quise ser un agente de cambio, tanto por el medio ambiente como por el legado y el rescate familiar de las tradiciones, y al final pude juntar las dos cosas y así comenzó mi emprendimiento. A mí siempre me gustó el reciclaje y el incorporar materiales reutilizados en mis creaciones”, explicó a El Ovallino Flavia Carvajal.
Señaló que en sus creaciones utiliza plásticos, alambres, latas y maderas recuperadas del río.
"Hago rescate patrimonial, cocinas a leña, cocinas del campo. He hecho piezas decorativas que en muchos casos son portainciensos. Aparte de cocinas, yo hago dioramas, que son una representación o retablos que identifican algún lugar o recuerdo familiar. Eso ahora es lo que más vendo. Ellos evocan un sentimiento, recuerdan su infancia, su vivencia en un pueblo, o también un legado familiar. La mayor parte de la gente se sorprende con mis creaciones, porque es único, en Chile, no hay otro parecido”, explicó.
Señaló que trabaja de dos maneras con sus clientes: una que es una artesanía local con creación propia, y el otro es el formato en el que las personas le encargan como una cocreación con ellos, porque hacen un recuerdo de si vida.
"Me cuentan una historia sobre si su abuelita tenía una cocina, si tomaba mate con un brasero y tenía un gatito o un perrito, entonces eso es un patrimonio familiar y ese recuerdo lo hacemos a pedido. Me encanta cuando descubrí que podía hacer esto, y que podía dedicarme por completo a este proyecto”.
Recordó cuando a un cliente conectó sus sentimientos con el proyecto que le entregó, se emocionó, lloró y se sintió muy agradecida con lo que había hecho.
“Me encanta llenarme de esa energía cuando la gente conecta con sus recuerdos”.
SOBRE RUEDAS
También desde la zona rural, esta vez desde Altos de La Chimba, Ximena Montalbán, inició su propuesta Recillantas casi sin querer.
“El emprendimiento comenzó en 2020 en plena pandemia, en ese momento teníamos más tiempo para estar en casa y comenzamos a adornar llantas como adornos. Lo hicimos al principio como un pasatiempo para hacer adornos para nuestra casa, nosotros ocupábamos mucho los neumáticos para plantas, como maceteros, para hortalizas, incluso mi esposo -Luis Casanga- las usaba como muro de contención.
“Un día encontramos interesante hacer unos puff para nosotros. Nuestra familia dijo que se veía bonito, que lo podíamos ofrecer para venderlo y así comenzamos a mostrarlo. A la gente le gustó mucho el valor agregado de que eran de neumáticos reciclados, así que empezamos a fabricar más y ahora con mesitas de centro con cubiertas de cerámica, todo fabricado a pedido. Así que si las personas nos piden algo nosotros lo hacemos según los colores y características que quieran”, apuntó.
Recordó que al principio de la pandemia, les fue muy bien con la propuesta, recibían muchas solicitudes, incluso un restaurante de La Serena les pidió hasta 14 piezas en una sola ocasión.
“Es muy satisfactorio saber que estamos trabajando y colaborando con el medio ambiente. Como también vamos a ferias o exposiciones, la gente nos felicita. Valoran el esfuerzo que hacemos y eso se agradece, además de que les gusta el trabajo y están colaborando con el ambiente”.
Es así como dos propuestas diferentes, coinciden en el objetivo de salvar el ambiente.
