Crédito fotografía: 
Archivo El Ovallino
El accidente que sufrió con dos caballares el alcalde de Punitaqui, evidenció una vez más el peligro que se genera cuando animales de gran tamaño deambulan por las rutas de la provincia. En este contexto, nacen propuestas como medidas viales, marcar a los animales, aumentar penas de los responsables y un corral provincial.

 

La noche del pasado miércoles 1 de noviembre el alcalde de Punitaqui, Carlos Araya Bugueño, sufrió un accidente de tránsito en la Ruta D-605, tras chocar contra dos caballares que deambulaban sueltos por la carretera. 

Tras este incidente, el propio jefe comunal punitaquino confirmó su situación en una declaración pública escrita, “quisiera agradecer a todos y todas las personas que se han preocupado por mi estado de salud luego del accidente, decirles que, me encuentro con lesiones leves, pero en general estoy bien de salud”, apuntó. 

Afortunadamente este hecho no pasó a mayores, pero evidencia una vez una problemática que ya ha sido denunciada por Diario El Ovallino en reiteradas ocasiones, y es el peligro que significa que animales de gran tamaño transiten por las rutas de la ruralidad sin supervisión de sus dueños, quienes al fin y cabo, son los responsables de esto. 

Así también fue manifestado por el alcalde Araya en el resto de su comunicado, “hago un llamado a los dueños de los caballares a que tomen conciencia y no esperen un accidente fatal para tomar medidas y cuidar a sus animales. Agradezco a Dios por estar bien, pero lamento mucho la muerte de los equinos. Es importante recalcar que estas situaciones las podemos prevenir, pero para ello necesitamos el compromiso de los vecinos y vecinas”, sostuvo. 

“Pido a los dueños de los caballos a ser empáticos y responsables ya que la ruta D-605 es una vía muy transitada por familias, por lo que estamos poniendo en riesgo a las personas y también a los caballares, quienes no están siendo protegidos ni cuidados por sus dueños”, agregó. 

 

PROPUESTAS 

 

Dentro de su comunicado, el alcalde punitaquino destacó que “desde ya ha generado gestiones con Vialidad para tomar medidas”, para que de esa forma “estas situaciones no vuelvan a ocurrir. 

En esa misma línea, y en consideración de que esta es una problemática transversal en la ruralidad, el alcalde de Ovalle, Jonathan Acuña, señaló la importancia de trabajar en conjunto. 

“Primero hay que señalar que lamentamos profundamente lo ocurrido con el alcalde de Punitaqui. Esperamos que se pueda realizar un trabajo mancomunado con la comuna vecina, que tenga relación con mejorar las medidas de seguridad vial. Sin embargo, también hay que señalar y precisar que varias de las competencias de estas carreteras son de Vialidad, nosotros hemos tenido una relación muy estrecha con el servicio, le hemos manifestado cuáles son las prioridades de nuestro territorio, pero además falta trabajar en aquellos lugares que unen una comuna con otra, sabemos que Vialidad cuenta con los recursos. Junto con la comuna de Punitaqui podemos oficiar y solicitar mayor fiscalización, pero también mayor inversión en estos nudos conflictivos”, apuntó el jefe comunal ovallino.

Por su parte, el alcalde de Monte Patria, Cristian Herrera Peña, manifiesta la necesidad de generar medidas que permitan identificar y castigar a los responsables de estos animales. 

“Este tema de los caballos sueltos en las carreteras es un problema que vivimos la mayoría de las comunas rurales, en donde hay dueños irresponsables que, sin importarle la seguridad vial, envían a sus caballos sueltos para que busquen alimento. Esto es muy difícil de abordar para los municipios pequeños, porque no tenemos corrales donde tener estos animales que estén en la vía pública, porque además resulta muy cara la alimentación. Es por ello que creo que la solución es poder intensificar las penas para quienes generan estas acciones, porque puede transformarse en un arma mortal. Ya le tocó vivirlo a nuestro colega alcalde de Punitaqui, y puede pasar con cualquier vecino”, sostuvo. 

“Es importante que exista una obligación, y acá pedimos al SAG que marquen a los animales, porque si es que los animales no tienen ninguna marca no hay a quien hacer responsable de los hechos que puedan producir. Hay que regular que cada animal tenga una marca del propietario, se podría colocar un chip así como se ha hecho con los perros”, agregó. 

Por último, el alcalde montepatrino señala que “nos encantaría que pueda existir un corral a nivel provincial, porque a nivel municipal es muy difícil de poder mantener”. 

 

 

 

 

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