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Familias de las Escuela Arturo Pérez Canto de la localidad de San Marcos, de la comuna de Combarbalá, agradecen que se esté realizando el proyecto mejoramiento del sistema de aislación térmica en el establecimiento, pero algunos acusan molestia por los ruidos que se generan por las obras en horario de clases. Por otro lado, el centro de apoderados señala que las molestias no fueron comunicadas en las instancias pertinentes.

Por Martha Hecherdorsf / Combarbalá

 

El programa Mejor Escuela del Ministerio de Energía, busca beneficiar a cuatro establecimientos de la región de Coquimbo con proyectos de mejoramiento del sistema de aislación térmica. Para esto se destinaron 996 millones de pesos y se busca mejorar la calidad de vida de los estudiantes, optimizar el funcionamiento de los recintos educativos en base a la incorporación de energías renovables, la eficiencia energética y el acondicionamiento térmico.

La iniciativa realiza mejoramientos en cuanto a la aislación térmica de las salas, el recambio de muros, techumbre y pisos, además del recambio de ventanas e iluminación. Las escuelas beneficiarias de nuestra región fueron Juan Antonio Ríos de Canela, Neftalí Reyes de Vicuña, el Liceo Domingo Ortiz de Rozas de Illapel y la Escuela Arturo Pérez Canto de San Marcos, de la comuna de Combarbalá, esta última mencionada fue la primera favorecida con el proyecto.

En este sentido, en mayo de este año comenzaron las reconstrucciones en el establecimiento Arturo Pérez Canto, las cuales fueron realizadas progresivamente delimitando los espacios y separando los ambientes dentro del establecimiento que serían modificados, debido a que la escuela debía continuar impartiendo las clases en las salas que no estuvieran siendo reconstruidas.

Esta situación con el paso de los meses comenzó a provocar molestia y preocupación en un grupo de apoderados, debido a que la empresa constructora trabajaba durante la jornada escolar, por lo que los alumnos debían estudiar con constantes ruidos molestos que en algunas ocasiones no permitieron escuchar las clases. 

Además, como la cocina de la escuela también se encuentra cerrada por los trabajos de reconstrucción, los alumnos deben caminar a una sede que se encuentra alrededor de 400 mts para poder recibir sus alimentos.

En este contexto, desde el pasado martes 31 de octubre hasta el 9 de noviembre la escuela suspendió las clases a través de un comunicado, estableciendo que las clases debían ser recuperadas. Causando una gran molestia por parte de los apoderados.

Al respecto, Jimena Castillo, una de las apoderadas molestas por la situación, comentó que “no se puede estudiar con contaminación acústica ¿o usted cree que pueda aprender así con todo ese ruido? Yo le creo una semana o un mes, pero no desde mayo. Son casi seis meses ya”.

“Nosotros de verdad estamos muy agradecidos por el proyecto, pero no estamos de acuerdo en cómo se realizó, no tenemos nada en contra de la empresa, al contrario, estamos muy agradecidos por el proyecto porque va a beneficiar a los niños.  Pero lo que nos molestó, fue que hicieron una suspensión de clase desde el 31 de octubre al 9 de noviembre y que se estén recuperando esas clases con extensión horaria durante la semana y durante los días sábados. Es por eso que nosotros estamos disconformes en que nadie se preocupe por los niños, en la condición que se le entregó la educación durante todo el año a los niños”, agregó.

En este contexto hay que destacar que los apoderados escribieron una carta dirigida a la Superintendencia de Educación, para manifestar su preocupación.

 

OPINIÓN CONTRARIA

 

Por otro lado, el Director de la Escuela Arturo Pérez Canto, Osvaldo Campusano, aseguró no haber recibido la carta de reclamo “no he recibido ninguna carta, los apoderados se saltaron el conducto regular. Este proyecto de gran envergadura de climatización para todas las salas del establecimiento beneficia a los miembros de la comunidad escolar porque aquí las temperaturas son extremas.  Nos hemos ido adaptando pero todo ha marchado de acuerdo a lo planificado, en este momento los niños ya están utilizando las salas,  en el establecimiento si hay ruido porque nos tocaron dos proyectos, tenemos ruido en la calle por construcción de pavimentación y algunos ruidos aquí dentro”.

En la misma línea, la presidenta del centro de apoderados de la escuela, Margarita Carvajal agregó que “no avalamos la carta, porque esa carta no llegó a manos del centro de padres. Cuando se hace una solicitud o un reclamo, nosotros seguimos nuestro protocolo y como directiva revisamos la solicitud y se llama a la comunidad educativa que quieran asistir a la reunión para ver si se toma o no en consideración”

En este sentido, Margarita añadió que “me acaba de llegar una solicitud de que los apoderados están pidiendo una reunión urgente con el centro de padres, porque algunos apoderados quieren desmentir lo que iba en el documento porque dicen que ellos firmaron otra carta, ya que lo que reclamaban era el tema de la recuperación clases del día sábado y no lo todo lo escrito en el documento. Entonces ellos dicen que fueron engañados con el tema de la información que se les entregó.

Además Margarita enfatizó en que  “mejorar los espacio, es mejorar la educación y nuestros estudiantes merecen mejores espacios para avanzar en su aprendizaje. Mejorando los espacios como las salas de clases en estos momentos se impacta favorablemente en la calidad del proceso educativo de nuestros hijos y estudiantes porque ya no van a sentir frío ni calor. Y los apoderados que firmaron esa carta dentro de la misma piden una educación digna y de calidad y eso es lo que se está entregando ahora, mejorando los espacios los niños podrán recibir de mejor manera su aprendizaje. 

Para finalizar, hay que consignar que desde la Seremi de Energía no quisieron referirse al tema. Asimismo, Diario El Ovallino tomó contacto con la Superintendencia de Educación, de quienes no se obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.

 

 

 

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