agua

Se trata de bombas sumergibles, que permitirán la elevación del recurso hídrico y de esta forma darle continuidad al servicio de agua potable. Estos recursos provienen de los Fondos de Emergencia del Gobierno Regional, que apuntan a palear los embates que ha traído consigo la sequía en la región de Coquimbo.

Ante la falta de lluvias, campesinos de Monte Patria y Río Hurtado se han trasladado hasta la zona sur y costera de la región, en donde sí han encontrado pasto para sus cabras. No obstante, hacen un llamado a las autoridades para que los puedan apoyar, ya que la situación hídrica sigue siendo bastante crítica, y podría empeorar si no se registran precipitaciones en lo que queda del invierno.

Durante el fin de semana se registró caída de nieve en la cordillera, pero pese a esto, los crianceros manifiestan que la situación hídrica sigue siendo crítica. Por esta razón evalúan medidas para sobrevivir, pero igualmente piden mayor colaboración por parte de las autoridades.

Un total de once sistemas de agua potable rural necesiten ser abastecidos por las municipalidades y el Estado, esto según los datos entregados por la Asociación Gremial de APR de la Provincia del Limarí. Por lo tanto, la cifra sería mayor en consideración de que hay localidades que no cuentan con estos comités. En este contexto renacen demandas como nuevos embalses y desaladoras para enfrentar la crisis hídrica.

Un reporte investigativo sobre la situación hídrica en las cuencas y tranques de la región de Coquimbo, arrojó que la provincia cuenta con las peores cifras en cuanto al recurso almacenado. Asimismo, existen sistemas de APR que tienen que ser abastecidos por camiones aljibes.

Antisociales rompieron conexiones, cables y candados del lugar, para sustraer seis baterías y tres paneles solares. Por este hecho se vio interrumpido el servicio de agua potable, lo que afectó a cerca de 2.000 personas entre las localidades de Pichasca, San Pedro y El Espinal.

Autoridades destacan que la extrema sequía que afecta a la región y la escasez de lluvias durante el invierno, fortalecen la necesidad de insistir en proyectos de embalses para la zona.

Chile se encamina al quinceavo año de sequía, los embalses de la región están a un 13% de su capacidad y en los agricultores de los valles cunde el desánimo y temen que si en agosto no llueve puedan perder un 60% de su producción.

El embalse Recoleta es el que alcanza el mayor porcentaje de agua acumulada, con un 13,2% de su capacidad, pero el panorama en Cogotí y La Paloma es aún peor, con un 8,5 y 7,8% respectivamente. En este contexto, las esperanzas están puestas en las eventuales precipitaciones de agosto, aunque aún no se han podido precisar estas.