El mundo de la astronomía se ha tomado la Escuela Arturo Villalón Sieulanne. Aquello gracias a la exitosa implementación de una academia y un taller dedicado al estudio de esa disciplina.
El director de la Escuela Arturo Villalón Sieulanne, Eduardo Henríquez, explica que la iniciativa tuvo su origen gracias a los propios alumnos. “Esto nace por gusto de nuestros estudiantes que comenzaron a sentir interés por la astronomía. Luego con recursos de la Ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP) se contrató a un monitor especialista en astronomía, don Francisco Segura”, detalla.
Hace ya seis años se tomó la decisión de instaurar una academia, la que contó con una más que positiva acogida. “Nos dimos cuenta que el interés era mucho más grande y se instalaron talleres de la jornada escolar completa desde pre kínder a cuarto año básico”, recuerda.
Dichos talleres (desde pre kinder a cuarto año básico) fueron implementados hace ya dos años, por lo que funcionan en paralelo junto a la academia (32 estudiantes de quinto a octavo año básico).
Han sido múltiples las actividades que han desarrollado los estudiantes, las cuales ciertamente tienen un denominador en común, “se articulan con los objetivos de aprendizajes de diferentes asignaturas, es decir, se mezcla la astronomía con las clases ‘normales’; ciencias naturales, lenguaje, historia, matemáticas”.
Durante el desarrollo de la iniciativa han tenido diversas invitaciones a presentar sus muestras de astronomía a lugares de la región como La Serena, Coquimbo y Andacollo.
Como buenos amantes de la astronomía, los estudiantes esperan con expectación y entusiasmo el eclipse solar que ocurrirá el próximo 2 de julio. “Con la Ley de Subvención Escolar Preferencial se han comprado implementos como telescopios para observar el sol, además de lentes para que cada uno de ellos pueda observar el eclipse. Mucho de lo que están aprendiendo ahora tiene que ver con el por qué se produce ese fenómeno”.
Sobre el balance de los talleres y la academia astronómica, el educador expresa, “creemos plenamente que es una de las variables que nos ha ayudado a mejorar mucho el Simce en cuarto año básico, en donde nuestros promedios son de 270 puntos, tanto en lenguaje como en matemáticas, lo que no es muy fácil de conseguir. Por lo tanto, como escuela municipal estamos muy contentos del taller de astronomía porque nos ayuda también en las otras asignaturas”.
Pero ese no es el único beneficio, ya que según el director el taller y la academia influyen en el interés por ir a la escuela, “haciendo las actividades que a ellos les motiva la asistencia se pone más regular en las clases”, declara.