Bomberos de Ovalle atiende emergencia de químicos peligrosos en la Ruta 5 Norte

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    Aproximadamente a las 7.30 horas de este lunes un llamado de emergencia entraba a la central de Bomberos de Ovalle, quienes de manera inmediata se prepararon para ir al sitio y colaborar con el requerimiento. Se trataría de un accidente vehicular en la Ruta 5 Norte, que como muchos otros incidentes de ese tipo, sería atendido en primera instancia por los equipos de la compañía ubicada en Cerrillos de Tamaya, dada su cercanía con la ruta.

    Si bien el primer llamado advirtió que habría ocurrido el volcamiento de una camioneta en el sector de La Cebada, específicamente en el kilómetro 340 en dirección norte sur, luego se detalló que en el móvil se transportarían elementos químicos peligrosos utilizados en la fabricación de plaguicidas, por lo que fue necesario despachar a un equipo de la Primera Compañía de Bomberos de Ovalle, especializado en control de materiales peligrosos.

    Al llegar al sitio, los voluntarios conocieron las incidencias del hecho: la camioneta de transporte, que trasladaba poco más de 100 litros de líquidos químicos concentrados, cubría la ruta desde Coquimbo a Los Vilos, cuando el conductor, por razones todavía no aclaradas, perdió el control de la unidad saliéndose de la ruta y cayendo entre 15 y 20 metros ladera abajo aproximadamente, aterrizando en los terrenos adyacentes a la autopista.

    Aunque la camioneta, de la empresa  Neoplagas, dio una vuelta completa sobre su eje, quedando de pié, el conductor resultó con lesiones leves que fueron atendidas en el sitio por los especialistas en salud.

    No obstante, y tras revisar el estado de salud del conductor, la preocupación se enfocó en la carga del vehículo, ya que no eran pesticidas en estado diluido, sino en estado concentrado que podían en riesgo la salud de las personas.

    Por tal motivo los especialistas de Bomberos, varios de los cuales cuentan con certificación para la atención y manejo de materiales de riesgo, se calzaron sus trajes especiales, sellados al contacto con el exterior, y trabajaron en el control del elemento químico.

    Una vez en el sitio pudieron determinar que el riesgo de derrame estaba latente en el incidente aunque por suerte en esta ocasión no hubo tales consecuencias, lo que no dejaba de ser una duda entre los presentes, sobre todo por el hecho de que las guías de despacho no coincidirían con la carga real del líquido, lo que hizo que los especialistas extremaran las medidas.

    Una vez controlados y contenidos los envases de los pesticidas, y dejando la responsabilidad de su retiro a la empresa encargada del transporte del mismo, los bomberos culminaron con el protocolo de desinfección de los equipos, dando por concluido el servicio de emergencia.