El destacado científico José del Solar nació en Ovalle, aunque a corta edad se trasladó hasta La Serena para vivir su infancia en esa comuna. En la capital regional estudió en el Colegio Andrés Bello – Pampa, egresando de cuarto medio en ese establecimiento.
Fue en ese colegio en donde comenzó su encanto con las ciencias, y así lo relata para esta entrevista, “siempre me han gustado mucho las ciencias, pero en el colegio la profesora de biología, Cecilia Morales, me inculcó mucho este gusto”, apuntó.
Una vez cumplida su enseñanza media, del Solar se radicó un tiempo en Santiago y posteriormente en Viña del Mar para estudiar ingeniería en biotecnología, en la Universidad Andrés Bello, “siempre quise ser científico, pero no sabía por cuál área decidirme, porque me gustaban todas las ciencias, por eso elegí esta carrera que mezcla muchas ciencias, química, biología y física, tiene de todo”, señaló.
Este joven ovallino tenía un objetivo claro, quería impactar en la sociedad, pero como él según declara, “cuando entré a la universidad me di cuenta que para impactar en la sociedad pueden pasar años, el sector académico es muy burocrático, la investigación se focaliza mucho en sacar papers”, y en base a eso concluyó que “la verdadera forma de impactar en la sociedad es a través de un emprendimiento de base científico tecnológico, lo que permite acelerar los desarrollos tecnológicos, y cómo una empresa permite que estas tecnologías lleguen al mercado”.
De esta manera, José del Solar fundó la empresa ByBug, con la cual fabrican proteínas para fármacos veterinarios, las cuales se producen a través de la denominada mosca soldado negro.
“Los insectos son capaces de transformar residuos orgánicos en proteína. Esa es una tecnología que está masificada a nivel global, existen muchas fábricas que utilizan esta larva de la mosca soldado negro para transformar sus productos agrícolas en comida para alimentar animales básicamente. Nosotros somos una empresa de biología sintética, entonces trabajamos en edición genética, lo que hago es que esta larva no solo deba producir proteína, sino una proteína específica, y esta proteína tiene funciones en fármacos para la industria veterinaria”, explicó el científico y actual CEO de ByBug.
“Básicamente lo que hacemos es aprovechar estas larvas con ingeniería genética, las ocupamos como ‘fabrica’ para transformar subproductos agrícolas en fármacos veterinarios”, agregó en manera de síntesis.
INICIO DEL PROYECTO
José del Solar comenta que esta idea nació en su último año de universidad, y detalla la historia que lo llevó hasta donde se encuentra ahora, “mi gerente de tecnología estaba trabajando en un fondo de inversiones, y él estaba muy focalizado en lo que es la polinización, entonces estaba muy metido en el mundo de los insectos. Entonces él me cuenta sobre los insectos que se utilizan para revalorizar residuos, y me cuenta sobre esta gran oportunidad en la industria. Entonces hice mi práctica profesional sobre esta industria, eso lo conectamos con otro problema, es que estos fármacos se producen en fermentadores, el problema a nivel global es que hay muy poca infraestructura para producir estos fármacos, pero hay mucha infraestructura de insectos, hicimos el ‘match’ ahí, y aprovechamos este insecto para producir fármacos en lugar de alimento para animales”, señaló.
De esta manera, postularon a fondos públicos, y junto a inversión privada se instalaron en el barrio industrial de Coquimbo, creando el primer laboratorio de ingeniería genética privado de la Región de Coquimbo, con una planta de crianza de la mosca soldado negro.
MENSAJE A LOS JÓVENES
Para finalizar esta entrevista, José del Solar envía un mensaje motivador para todos aquellos jóvenes que quieran dedicarse a la ciencia, “en Chile hay mucho talento, y muchas veces la gente cree que es muy difícil lograr estos impactos, o creen que hay que irse a otros países para lograrlo. Entonces, lo que me gusta de lo que estamos haciendo es demostrar que sí se puede, desde una ciudad pequeña hemos logrado levantar inversión incluso desde Estados Unidos, levantamos más de un millón de dólares, y eso demuestra que sí se puede desarrollar inversión desde las regiones, tiene su dificultad, pero sí es posible”, declaró.
“Me encantaría dejar la invitación a que más jóvenes se metan en esto, los emprendimientos de base científico-tecnológica son la clave para desarrollar económicamente al país; el desarrollo no es seguir extrayendo cobre, no es seguir botando árboles, es desarrollar tecnología, y eso va desde el ámbito de las inteligencias artificiales hasta la nanotecnología. Todo eso se puede, y en Chile hay buenas universidad”, concluyó.