El avance del virus en Coquimbo mantiene la vigilancia en alerta máxima a las autoridades. Ya se han aplicado sacrificios sanitarios para contener una enfermedad que puede transmitirse entre los animales sin mostrar síntomas.
La Región de Coquimbo enfrenta un escenario sanitario inédito tras la confirmación de los primeros casos de anemia infecciosa equina (AIE), una enfermedad viral considerada de alto riesgo para la población de caballos y sin tratamiento disponible. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informó que actualmente existen cuatro predios bajo cuarentena -dos en Limarí y dos en Elqui-, con 25 animales inmovilizados, seis casos positivos y cuatro equinos ya sacrificados para evitar la diseminación del virus.
“Estamos ante una enfermedad grave”, de transmisión silenciosa y con potencial de generar brotes de rápida expansión si no se aplican las medidas adecuadas, señaló el SAG a través de un comunicado regional, recordando que la AIE afecta exclusivamente en caballos, yeguas, burros y mulas, sin representar peligro para las personas.
EL PRIMER CASO: UNA YEGUA DE CARRERA EN OVALLE
El primer contagio detectado en la región correspondió a una yegua de carrera del sector Nueva Aurora, en Ovalle, conocida como “La Bendición”. Tras la confirmación diagnóstica y debido a que la enfermedad no tiene cura, el SAG ejecutó la eutanasia sanitaria el 29 de octubre, siguiendo los protocolos internacionalmente establecidos.
Posteriormente, el virus volvió a aparecer en la comuna de La Serena. Tres equinos de Caleta San Pedro arrojaron diagnóstico positivo, lo que llevó al establecimiento de nuevas restricciones de movimiento y a intensificar la vigilancia epidemiológica en la zona costera.
UNA ENFERMEDAD DIFÍCIL DE DETECTAR
El SAG advierte que la AIE representa un riesgo elevado por su capacidad de pasar inadvertida. Muchos animales infectados no presentan síntomas evidentes y continúan en actividad, convirtiéndose en fuentes de contagio. Cuando sí hay manifestaciones, estas pueden incluir fiebre, decaimiento extremo, anemia marcada y edemas en pecho o extremidades.
“Los animales portadores del virus pueden transmitir la enfermedad sin que se perciba, aumentando significativamente el riesgo de contagio para otros equinos”, recalcó el organismo.
La transmisión ocurre principalmente por el uso compartido de elementos contaminados con sangre, como agujas, jeringas, frenos o herramientas de herraje. Por ello, la autoridad reiteró la necesidad de aplicar rigurosas prácticas de bioseguridad.
REFORZAR HIGIENE Y EVITAR COMPARTIR INSTRUMENTOS
Entre las recomendaciones más urgentes del SAG para evitar la transmisión del virus se encuentran el no reutilizar agujas ni jeringas entre animales y desinfectar todo instrumento que pueda tener contacto con sangre. Además, se debe mantener control estricto sobre la procedencia y el movimiento de los equinos y transportar siempre a los animales con el Formulario de Movimiento Animal.
Para el SAG es importante y fundamental mantener las buenas prácticas clínicas para cortar las rutas de contagio y proteger la sanidad equina del país.
DIAGNÓSTICO EXCLUSIVO Y PROTOCOLO ESTRICTO
En Chile, la confirmación de AIE solo puede realizarse en el laboratorio oficial del SAG Lo Aguirre, mediante la prueba de Inmunodifusión en Gel de Agar (IDAG). El organismo recordó que técnicas como la PCR no están autorizadas ni validadas para diagnosticar AIE debido al riesgo de falsos negativos.
Cuando un equino resulta positivo, la normativa obliga al sacrificio sanitario para impedir que el virus continúe circulando.
A nivel nacional hay 47 casos activos en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Maule, Ñuble, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén, viéndose afectados principalmente caballos de carrera a la chilena.
El SAG llamó a la ciudadanía y a los propietarios de equinos a reportar cualquier sospecha de la enfermedad o ingreso irregular de animales a través de sus oficinas sectoriales o del correo contacto.coquimbo@sag.gob.cl.
