Apenados y acongojados están los suplementeros ovallinos por la partida de una importante dirigente de ese gremio. El pasado 5 de septiembre a los 86 años, por complicaciones a los pulmones, dejó de existir María Valencia quien fue una de las fundadoras del Sindicato de Suplementeros, presidenta por diversos periodos en la misma organización, y activa miembro de la Sociedad Obrera de Ovalle. Sus 4 hijos, sus 6 nietos, y todos sus más cercanos lamentan su deceso.
Hace algunos años se le había diagnosticado una leve fibrosis en el pulmón derecho. Por lo que las complicaciones asociadas a ese órgano terminaron por provocar su fallecimiento el pasado lunes 5 de septiembre. “Fue de repente, el domingo se enfermó, la llevé al hospital, la vio el médico y al día siguiente falleció”, manifiesta Patricia Véliz, hija de Valencia.
José Díaz, fue dirigente del sindicato por 29 años, y durante ese tiempo compartió de cerca con Valencia. “Ella era una de las fundadores del sindicato el año 69. Posteriormente ella siguió siendo directiva, llegando a ser presidenta, en esa época logró que nosotros consiguiéramos tener un mausoleo. Después siguió perteneciendo al sindicato, siempre tratando de hacer las mejores cosas para el gremio en su rol de dirigente. Tenía la fortaleza y las ganas de trabajar, por lo tanto, tenía un gran equipo de trabajo y lograban lo que se proponían. Ella era una muy buena persona, nunca tuvimos ningún problema con ella”, recuerda Díaz.
Por su parte Luis Izquierdo, quien durante años ha sido parte de la misma organización, cuenta que “ella ayudó a completar el número de personas para formar el sindicato, con menos de 25 personas no se podía formar”.
VIDA COMO DIRIGENTE
Véliz, actual presidenta del sindicato, relata los inicios de esa organización y el rol que tenía su madre. “El año 69’ se juntó un grupo de personas que vendían diarios en la calle, nadie tenía kiosko. Ahí se reunieron y formaron un sindicato con ayuda de otras personas que habían formados sindicatos en Coquimbo y La Serena. Con los años, como podían, fueron juntando platita, arrendaron en varios locales para hacer sus reuniones y al final juntaron suficiente dinero para comprar un terreno y hacer una sede”.
Al igual que Díaz, detalla que su madre obtuvo un importante logro para esa comunidad. “Mi mamá estuvo varios años como presidenta, uno de sus últimos aportes en ese rol, fue dejar un mausoleo, ella gestionó, habló con alcaldes, le dejaron el terreno a mitad de precio, se juntó la plata y gracias a Dios tenemos los nichos”.
Además destaca su energía para apoyar a los demás. “Como gestora ella todo lo conseguía, se movía y hacía mil y una cosa para conseguir cosas, porque se supone que nosotros los suplementeros somos pobres, sin recursos para comprar cosas grandes. Gracias a Dios muchas de las cosas las consiguió ella”, indica Véliz.
Acerca del apoyo que ha recibo tras la muerte de su madre, declara que “agradezco a todos sus colegas, a los amigos, a toda mi familia. Estuvo muy acompañada, vinieron de muchas partes. Fue muy querida mi mamita”