Inician investigación por denuncia de discriminación a estudiante en escuela ovallina

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    Inician investigación por denuncia de discriminación a estudiante en escuela ovallina

    Una situación enfrenta a los apoderados de una estudiante de 14 años con la Escuela Guardiamarina Ernesto Riquelme. Los padres de la estudiante de octavo básico del recinto municipal han denunciado que su hija ha sufrido actos discriminatorios de carácter homofóbico en esa comunidad escolar.

    Para denunciar el caso, los padres tomaron contacto con el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y les relataron acerca de algunos hechos que habría vivido la menor.

    Entre los antecedentes que la madre precisó al Movilh, se asegura que el pasado 17 de mayo, una adolescente propinó a su hija patadas en la vagina, hecho por el que habría acudido al servicio de urgencias del Hospital de Ovalle.

    Además los apoderados relataron a dicha organización, que el 22 de junio, el docente, se refirió en forma despectiva a la niña, calificándola como “lela” delante de todos sus compañeros y dejándola en ridículo con todo su entorno.

    Además, según se consigna en una nota difundida por el Movilh, la familia habría expuesto la situación, pero el establecimiento no había tomado cartas en el asunto. La madre expresó a la organización que “mi esposo y yo hemos solicitado al establecimiento educacional, y en particular a su director, Michael Díaz y al inspector general, Eduardo Rojas, una respuesta frente a los hechos de los cuales ha sido víctima nuestra hija, no obteniendo contestación alguna”.
    En dicha nota, la madre añade que “hemos recibido un trato poco cordial e inclusive discriminatorio, haciéndose referencia a las posibles repercusiones que pueden afectar a nuestra hija tanto en su permanencia en la escuela, como en sus eventuales resultados académicos, de mediar nuestra insistencia en pedir una respuesta formal a la Escuela Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas”.

    La acusación motivó el repudio del Movilh. De hecho la vocera de ese movimiento, Daniela Andrade, manifestó en un comunicado que “los reclamos de la madre son efectivos, pues constan en carta de recepción de denuncia firmada por la Inspectoría General, y pese a ello la familia no ha sido contactada. Más lamentable aún, la niña no ha recibido ayuda alguna, ni se ha ordenado investigar los hechos o sancionar a los responsables”. Además precisó que “la semana anterior logramos hablar por teléfono con el director del colegio, Michael Díaz Encina, quien en un acto de total irresponsabilidad y de desconocimiento sobre los abusos que ocurren en el colegio y sobre los reclamos que estampan los apoderados, dijo ignorar lo ocurrido. Esto es inaceptable”.

    La vocera agregó que “estamos hablando de una niña que ha sido agredida y violentada físicamente, mientras un docente pretende denigrarla al calificarla de “lela”. De todo lo cual hay un reclamo formal. Es una situación gravísima y el colegio a todas luces no ha estado a la altura de las circunstancias”.

    La organización además sostiene en la misiva que “junto con asesorar a la familia para que formalice su denuncia ante la Superintendencia de Educación, el Movilh envió una carta al director del establecimiento”, en el que se trataron diversos diversos puntos, entre ellos; que se garantice un trato digno hacia la afectada, que se investigue el caso, que ofrezcan una disculpa por escrito, y la implementación de charlas de orientación sobre discriminación y derechos humanos, entre otros.
     
    Francisco Brizuela, director regional de la Superintendencia de Educación, confirmó que la denuncia fue materializada hace algunos días. “El día viernes 8 de julio recibimos un correo electrónico de los padres de la menor. El día lunes 11 de julio nos pusimos en contacto con ellos para orientarlos respecto a qué hacer ante este tipo de situaciones, también les señalamos cuáles son nuestras facultades como Superintendencia de Educación, y los orientamos acerca de cómo hacer la denuncia de manera formal ante esta entidad. En esa eventualidad, el padre de la estudiante nos solicitó que les diéramos un tiempo, unos días, para ver si él ingresaba o no la denuncia. Finalmente, nosotros terminamos por ingresarla el día viernes 15 de julio”.

    Ese mismo día, la escuela aludida fue notificada del procedimiento en curso. “Oficiamos al establecimiento educacional para que nos entregara un informe respecto de la situación que se denuncia en relación a agresión física, y verbal por parte de un profesor”, detalla.

    Una vez que la Superintendencia de Educación acceda al informe se podrán esclarecer los hechos. “Estamos a la espera que nos llegue el informe de la escuela, una vez que ingrese analizamos los antecedentes y se emite un informe jurídico, en el que constatamos si hay algún incumplimiento a la normativa, como el tema de la discriminación o vulneración de derechos. De ahí pasamos a la etapa de fiscalización y luego a proceso administrativo, el que puede terminar en sancionar al establecimiento educacional, con algunas de las herramientas que tenemos para llevarlo a cabo”, indica Brizuela. 

    En cuanto al tiempo que puede tardar finalizar el proceso tras la denuncia efectuada, Brizuela explica que “como son temas que implican vulneración de derechos, nosotros tratamos de apurar lo más que podemos el proceso administrativo. Lo importante acá es, si es que se constata una vulneración de derechos, ver la forma de restituir ese derecho vulnerado, en el sentido de que el establecimiento aplique los protocolos o las medidas pertinentes para evitar que esta situación ocurra en un futuro”. 
     Respecto a la acusación que indica que el profesor habría tratado de “lela” a la estudiante, desde la Escuela Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas, señalan que existe una constancia interpuesta por el padre la alumna en el establecimiento, la que fue acogida por el inspector general de la escuela, frente a lo cual el profesional coordina reunión con el apoderado, la estudiante y el profesor con el propósito de aclarar lo sucedido de inmediato. Sin embargo, el apoderado no se presentó a la cita, lo que quedó en los registros del establecimiento. 

    El Departemento de Educación Municipal además aseguró que en adelante, la estudiante siguió asistiendo normalmente a clases, y en ningún momento se le ha hostigado, incluso se conversó la situación con el profesor, quien indica no haberse referido en esos términos a la alumna, y haber aclarado el hecho. 

    En cuanto a la agresión física, señalan que efectivamente en el mes de mayo, en el contexto del aniversario de la Escuela Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas, se produjo una pelea entre dos grupos de alumnas, en la cual la estudiante aludida intentó separar a sus compañeras, recibiendo un golpe en su vagina. 

    En cuanto al protocolo que se llevó a cabo aclararon que se siguieron todos los pasos respectivos por parte del establecimiento, "recabando antecedentes y la declaración entregada por las propias protagonistas, a partir de lo cual se elaboró un informe que luego se presentó a los apoderados de las estudiantes involucradas, quienes estando de acuerdo con los cursos de acción tomados por parte del establecimiento, y con el detalle de lo descrito, firmaron el documento, lo que avala su conformidad con el procedimiento".

    Además el Departamento de Educación indicó que tras registrarse este hecho, las alumnas participaron de un Plan de Apoyo Integral, que consiste "en un trabajo profesional, donde un asistente social, psicólogo y orientador abordan distintas estrategias para resolver estos casos y propender a que las alumnas/os resuelvan sus diferencias y logren tener una convivencia armónica en su diario vivir".

    Finalmente, aclaró que frente a hechos como éstos, "las escuelas y liceos administrados por el Departamento de Educación cuentan con protocolos de acción para garantizar un abordaje adecuado de los casos, asegurando la integridad de las alumnas y alumnos y el debido proceso para quienes resulten involucrados en estos casos".