Agua de los embalses en Limarí alcanza un nivel del 35%

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    Agua de los embalses en Limarí alcanza un nivel del 35%

    El fenómeno de El Niño, que a fines del año pasado y principios de éste 2016, produjo abundantes lluvias en la región de Coquimbo, dejando como resultado que los niveles de los embalses incrementaran la cantidad de agua contenida notablemente. En la región de Coquimbo, las ocho represas más importantes suman 582,28 millones de metros cúbicos de agua, 10 veces más que el año pasado a esta misma fecha, cuando los niveles no superaban los 50,96 millones de m3 del vital elemento.

    Si analizamos el panorama a nivel de la provincia del Limarí, la cantidad que juntan Recoleta, La Paloma y Cogotí alcanza los 346 millones de m3 de agua, lo que corresponde a un 35% de su capacidad. En el caso de los embalses Corrales y El Bato, de la provincia del Choapa, estas cifras alcanzan el 100%, debido principalmente a la capacidad de almacenamiento de estos, que llega en su conjunto a 75 millones de m3 aproximadamente, mientras en Elqui los embalses La Laguna y Puclaro tienen un 66%.

    Es importante mencionar que los tres principales embalse de la provincia son los que más capacidad de almacenamiento tienen en la región, llegando en su conjunto a los 990 millones de m3 de agua, mientras en las otras dos provincias alcanzan los 300 millones en su conjunto.

    Esto supone un panorama favorable, sobre todo para los agricultores que ven como el fantasma de la sequía se aleja y da paso a una buena temporada, donde el riego está asegurado, al menos para los próximos tres años, si el recurso se cuida.

    Según Daniela Norambuena, secretaria ejecutiva de la Sociedad Agrícola del Norte (San), los acuerdos que han tenido con los regantes les permite proyectar que con los recursos hídricos actuales alcanzaría para tres temporadas de riego. “Hoy día el Limarí se ha recuperado notablemente, esto se refleja por ejemplo en que el sistema Paloma a misma fecha del año pasado no superaba los 13 millones de metros cúbicos, hoy día se ha logrado un 29% de capacidad, está en pie derecho podría decirse y eso se ve reflejado principalmente en que los agricultores van a poder tener una seguridad hídrica mayor a los años anteriores”.

    Norambuena sostiene que, si bien es cierto que existe un escenario bastante más positivo a temporadas anteriores, lo más importante es que hoy día las organizaciones de regantes son más conscientes de uso del agua “los regantes están siendo asesorados directamente por el laboratorio conocido como Prommra de la universidad de La Serena (Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales) quienes están entregando en detalle información concreta de los posibles escenarios para la próxima temporada y con eso las organizaciones de regantes están tomando decisiones con una claridad más directa del escenario hídrico”, esto conlleva, a juicio de la secretaria ejecutiva de la San a que “el agricultor va a poder programar de forma anticipada su periodo de riego y temporada agrícola”.

    No obstante lo anterior, y tomando en cuenta que se continúa con las restricciones de uso de agua, Norambuena sostuvo que una mayor dotación hídrica mejoraría la producción agrícola “con el agua acumulada que llevamos a la fecha lo más probable es que la temporada agrícola va a ser muy similar en cuanto a superficie de hectáreas regadas, pero la diferencia es que van a poder disponer de mayor cantidad de agua lo que mejora la calidad. El corazón de la agricultura se concentra en el Limarí, el 50% de la superficie de la región está en el Limarí”.

    La nieve como embalse natural

    Uno de los aspectos que favorece el llenado de los embalse, sobre todo durante la época estival es la nieve acumulada en la cordillera, a juicio de la seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, la nieve “es un embalse natural” puesto que con su derretimiento llena los causes durante el verano.

    La secretaria ministerial sostuvo que el panorama actual de los embalses es bueno si se compara con los años anteriores agregando que la acumulación de nieve es una reserva importante del recurso hídrico, “si consideramos además del agua acumulada lo que nosotros podríamos captar con nieve las cuentas son aún más auspiciosas ya que el año pasado no teníamos más de 20 centímetros de nieve y hoy día tenemos aproximadamente un promedio de 2 metros 40 de nieve”, La seremi coincide en que los recursos actuales asegura el riego para al menos tres temporadas más.

    Según cifras del Centro de estudios de zonas áridas, (Ceaza) la acumulación de nieve en la cordillera alcanza alrededor del percentil 90 de los valores históricos durante mayo “al estado nival en lo que va en la temporada en valores favorables en términos de la cobertura de nieve manteniéndose todo mayo en valores alrededor del percentil 90 de los valores históricos. Este comportamiento ha permitido, entre algunas cosas, tener agua acumulada en forma de nieve sobre el promedio a la fecha y además aportar agua a los ríos subiendo sus caudales”, señala el informe de junio del centro de estudios.