El debate sobre el voto obligatorio: ¿debería volver a ser implementado?

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    El debate sobre el voto obligatorio: ¿debería volver a ser implementado?

    Una de las cosas que caracterizó a la jornada de las Primarias, fue el alto ausentismo, evidenciado en muchas de las mesas que no alcanzaron la mitad de los votos del total del padrón que les correspondía. Es por ello que uno de los comentarios que han surgido es el de reconsiderar el voto obligatoria y así alcanzar una mayor población votante.

    Sobre el tema del retorno del voto obligatorio, el diputado DC Matías Walker señala, “la discusión de reponer o no el voto obligatorio es una discusión que está absolutamente abierta y lo que hemos planteado como Democracia Cristiana es que el debate en torno a una nueva constitución nos va a permitir preguntarle a los ciudadanos si ellos están dispuestos a volver al voto obligatorio. En los encuentros locales autoconvocados de la nueva constitución, mucha gente ha planteado la necesidad de volver a recalcar que en nuestra sociedad chilena democrática los ciudadanos tienen derechos pero también tienen deberes “.

    Walker hace énfasis en que la ciudadanía puede tomar esa decisión. “Es perfectamente posible como una discusión que se plantea en el marco del proceso constituyente por los ciudadanos, poder reponer el voto obligatorio”, expresa.

    Por su parte el diputado PPD Miguel Ángel Alvarado señala que es importante hacer que la gente participe. “Mi postura personal, y lo que me gustaría propiciar en la cámara, es que se tiene que restablecer algún mecanismo que haga ‘consolidario’, por así decirlo, a todos los ciudadanos del destino de su país. No puede ser que en algo que es tan crítico para la sociedad, como lo es la elección de sus autoridades, la mayoría de la gente tome palco y no vaya a participar. Mi propuesta es que vayan y den a conocer su opinión, que puede ser anular el voto, en blanco o bien el candidato que ellos dispongan”.

    Además afirma, “esta situación es absolutamente anómala y no se condice con la sociedad de corresponsabilidad que queremos construir en el Siglo XXI. Soy partidario de buscar el mecanismo de restablecer el sistema, ya sea de voto obligatoria, o que tenga otro tipo de exigencia, por ejemplo, de sacar algún documento que exija que se sea copartícipe de las elecciones del país”.

    Sobre el escenario eleccionario del día de ayer, el sociólogo Daniel Aguilera explica, “en estas elecciones municipales votó el 5.6 porciento del padrón electoral total, eso quiere decir que de los 5 millones de chilenos que podían votar, sólo votaron 286 mil personas. El voto voluntario comenzó el año 2012, desde esa época la abstención ha bajado mucho, hasta un 43%. La baja votación en esta elección se puede entender desde dos formas; una es la lógica comunal y otra la lógica nacional”.

    Para Aguilera, analizando la lógica comunal se puede entender que los dos candidatos que participaron “solamente pudieron arrastrado una cierta cantidad de personas que se vieron influenciadas o adhirieron a su campaña, porque esas personas pudieron haber visualizado que el candidato al ser electo, podría entregarles algún tipo de beneficios sociales o personales. Además porque hay una cierta desconfianza hacia los candidatos, por eso se puede entender que pocas personas hayan adherido a esta votación”.

    A nivel nacional, Aguilera se refiere a lo planteado por el renombrado sociólogo Manuel Garretón. “él señala que existe un sector económico alto que tiene mayor capital cultural y visiones más sofisticadas acerca de la realidad y del mundo. Eso hace que visualicen que por medio de la política, la comuna o ellos mismos, pueden tener más oportunidades o posibilidades. El otro sector del que habla ese sociólogo, es de un sector económico bajo que tiene menor capital cultural y menor educación. Ellos sienten que las cosas siempre han sido así y que no van a cambiar, ellos son las personas que se caracterizan por tener menos educación, menos oportunidades, han tenido menos libertades. No ven el voto como algo que pueda cambiar sus condiciones de vida”.

    Además la poca credibilidad también repercutió. “Otro tema que se entrelaza, es que existe un clima de desconfianza en los partidos políticos, que se vincula a la desconfianza a las instituciones públicas en general. Esto repercute en que la gente se desafecte de la vida política”, puntualiza el profesional.