Ad portas del invierno se ha iniciado campañas de vacunación para tratar enfermedades como la influencia. Pese al llamado de las autoridades a hacerlo, hay sectores que consideran dañino hacerlo. Sin embargo el sector médico declara que esto se trata de una ayuda para cuidar la salud de los más pequeños.
Hace pocos días se inició la vacunación contra la Influenza, en la que se espera vacunar a más de 248.942 personas en la región de Coquimbo.
Fue el mismo el seremi de Salud Rosendo Yáñez, quien hizo una llamado para que diversos sectores se protegan contra la influencia, convocando a embarazadas de más de 13 semanas de gestación, niños entre 6 meses y 5 años, los adultos mayores de 65 años, los enfermos crónicos y los trabajadores avícolas. “Es totalmente segura (la vacuna) y es la recomendada por la Organización Mundial de la Salud, fue adquirida a un laboratorio de mucho prestigio y hay una inversión de más de 9 mil millones de pesos por parte del Estado y se puede adquirir en forma gratuita en todos los vacunatorios públicos y privados”.
Al ser consultada acerca de la negación de algunos padres por vacunar a sus hijos, la pediatra Susana Verdugo declara, “respetando las diferentes opiniones, considero que es una irresponsabilidad el tener el no vacunar a los niños. No existe ningún médico que esté en contra del planteamiento de las vacunas. Existen planteamientos ideológicos de otros tipos que son más del aspecto ecológico o medioambiental que desgraciadamente van directamente a dañar a nuestros hijos que son los que están más desprotegidos de poder tomar decisiones”.
De igual modo destacó la labor que se está realizando. “Como pediatra tengo la experiencia de hace 25 o 30 años atrás cuando no estaba la vacuna por ejemplo, contra neumococo, la influenza, teníamos meningitis todos los días en el hospital y en las consultas en general. Los niños que no fallecían de ese mal, quedaban con secuelas como retardo mental, epilepsia, etc. Podemos decir con seguridad que primero tenemos, un alto estándar en la calidad de las vacunas, las que van directamente a prevenir enfermedades, secuelas y la muerte”, explica Verdugo.