Marzo significa el retorno de miles de escolares a las aulas. En ocasiones para los niños, este proceso resulta difícil, no sólo en materia de hábitos de sueño para levantarse temprano, sino que también, en el hecho de poder readaptar los hábitos que mantuvieron todo el año pasado, y que fueron olvidados por la temporada de vacaciones.
HORA DE DORMIR
No obstante, hay una serie de claves para hacer que los niños puedan retomar sus viejos hábitos de sueño.
Yasmina Díaz, psicóloga del Hospital de Ovalle explica que “es importante que los padres se unan para dormir temprano porque así los niños repiten la conducta de sus padres y se hace más habitual el hecho de dormir las horas que corresponden. Además no se descontrola el sueño, porque los papás pueden acostarlo temprano, pero ellos no, entonces el niño continúa sin poder dormir, sin poder relajarse y eso no le va a permitir estar al otro día en las condiciones óptimas para ir a clases”.
Por su parte, Daniela Opazo, psicóloga del centro hospitalario de nuestra ciudad, explica que es “muy importante que al inicio de las clases los niños tengan una higiene del sueño, la cual comprenda 8 horas de sueño. Dicha rutina es posible modificarla una semana antes que ingresen a clases, tratando de evitar la televisión en la noche y las comidas con altos niveles de azúcar”.
PERSUACIÓN
En caso de que un niño se niegue a ir a clases, las profesionales recomiendan que como padres es bueno animarlos y decirles que en realidad esta experiencia los va a reunir con antiguos compañeros, conocer gente nueva, estar en el día ocupados, ya que a veces hay niños que se aburren durante las vacaciones. Además de ello, explican que hay todo un trabajo disciplinario porque esto tiene relación directa con los padres, profesores, familia y todo lo que está alrededor de los estudiantes.
Pero además, de acuerdo a las profesionales el desgano para ir a clases dependería también de otros factores, como el profesor, por ejemplo. De igual modo destacan que muchas veces a lo niños les cuesta salir de su zona de confort que significa la familia, y este cambio les provocaría que se vuelvan ansiosos, lloren o les duela el estómago. En ese punto sería muy importante la comunicación con los padres, además de la ayuda de algún psicólogo del colegio, para ver si esas necesidades son normales o si esconden algún otro tipo de problema.
PRIMERA VEZ A CLASES
En tanto, cuando un niño se integra por vez primera a la vida escolar, en algunas ocasiones puede ser difícil disuadirlo de asistir. “Con los niños más pequeños la ansiedad aún es más grande. Si bien no manejan muy bien el lenguaje la expresión de esta ansiedad es el llanto, pueden sentir mucha angustia por la separación de los padres en ese nuevo contexto. En ese caso hay que tener presente que nuestra actitud es muy importante, pues si nosotros nos mostramos ansiosos y preocupados eso va a influenciar de esa forma a ellos, pero si nos ven tranquilos, confiados, con el paso de los días ellos podrían replicar esa actitud”, detalla Opazo.
PLAZOS DE ACOSTUMBRAMIENTO
En cuanto al tiempo en que los niños se adaptan a retomar el hábito de la vida escolar durante este inicio, depende de cuán "entusiasmado esté el niño en compartir con sus compañeros, en contar las vivencias del verano. En ese caso no sería difícil, puede ser entre 2 a 3 semanas. También es bueno que los padres muestren preocupación y les pregunten a ellos, cómo les fue en sus primeros días de clases, preguntándoles de los compañeros nuevo. Ese tipo de actitudes es relevante para ellos porque le da más energía y emoción a la vuelta a la vida de escolar”, detalla la sicóloga Díaz.