La Plaza Santa María 3 en el sector de la tercera etapa de la Villa el Portal, ha causado preocupación para algunos de los residentes.
A simple vista un resbalín, uno de los principales juegos del sector evidencia un daño en su estructura Además de señalar la inseguridad de la estructura, algunos de los residentes, apuntan a que este descuido por el juego, se debe a la falta de una adecuada mantención para este lugar al que recurren niños a jugar.
OPINIÓN RESIDENTES
Para David Fernández el problema le afecta directamente ya que tiene miedo por sus hijos. “Que vayan ellos a ver la situación. Porque un niño se va a caer se va a romper el brazo, o las piernas. El problema está a la vista, y uno tiene que andar advirtiendo a los niños para que no jueguen ahí. Una mitad del resbalín está en el suelo y el otro está colgando hace más de un mes”, dice.
De igual modo sostiene que el problema ya ha sido discutido con otros residentes, “les comuniqué a los vecinos que yo había ido a la Municipalidad para que vinieran a cambiar el juego o para que lo vengan a revisar. Todos en el barrio están preocupados por la situación porque hay niños chicos que viven por ahí y no pueden ir a jugar por cause del resbalín”, cuenta Fernández.
También al frente del parque vive Antonio Rodríguez, el cual también hace alusión al poco mantenimiento en general, “esta plaza de la villa es la única que no tiene agua para regar, por lo tanto, pasa bastante seca. Respecto a los juegos infantiles, Rodríguez detalla, “Es un peligro este resbalín porque está roto . Además no hay pasto, ni árboles. Nosotros sentimos que no hay una preocupación, sino que hay un abandono de este sector, de estos pasajes”, estima.
Patricia Araya declara que incluso ha decidido no frecuentar el parque con niños, “ya no pueden ir a jugar, además está súper peligroso porque eso tiene puntas, es de un material duro y está totalmente destruido”, estima. José Esquivel reside a metros del lugar, pero prefiere llevar su hija a otra plaza, “encuentro que no tiene mantención.. En esa plaza no hay nada, se ve de mal aspecto, bien fea”. Además el vecino del sector recuerdo el hecho ocurrido el año 2006, “ya se vio un caso la otra vez acerca de un niño que se mutiló un dedo a causa de un juego en mal estado. No hay que esperar que se repita esto otra vez, obviamente hay una despreocupación. No sé si el responsable es la junta de vecinos, la alcaldía, pero tiene que haber alguien que sea responsable. Esto puede ser un accidente esperable, ya pasó una vez, entonces para qué esperar que pase una segunda vez”, agrega Esquivel.
En relación al caso, el jefe de la Dideco, Alejandro Cortés cuenta “la municipalidad tiene la responsabilidad de todas aquellas áreas verdes que nosotros hemos proyectado y construido. Cuando se nos pide ayuda nosotros hemos recurrido al lugar, en este caso, no tengo información de este caso”. De igual forma agrega, “voy a dirigirme al departamento de Aseo y Ornato de la ciudad para ver quién ha realizado esta denuncia y tratar de ir rápidamente para allá”. En este caso Aseo y Ornato es la entidad responsable de la mantención pero lo hace a través de una empresa externa con un contrato”, explica.
Carlos Cortés, encargado subrogante del Departamento de Aseo y Ornato, declara que la mantención está a manos de un externo, “la empresa responsable es la empresa Cordillera. Ellos están a cargo de todo lo que incluye a la plazoleta es responsabilidad de esa empresa. Todo lo que es área verde es responsabilidad de ellos. Nuestro departamento tiene personal para hacer la supervisión que corresponde”. Cuenta además que se dará una solución a los residentes del lugar, “se habló con la gente de Paisajismo Cordillera, durante hoy (ayer) van a ir al sector de los juegos infantiles. Hubo un compromiso para resolver el tema”, puntualiza Cortés. o1201
CASO 2006
En 2006 tres menores se accidentaron mientras jugaban en la Villa Los Pimientos. Para 2008, la Corte de Apelaciones de La Serena falló a favor de confirmar la sentencia dictada en abril por el Tercer Juzgado de Letras de Ovalle, la cual condenó a la Municipalidad de Ovalle a pagar una indemnización de $ 36 millones en favor de las familias de tres niños que, el 20 y 21 de octubre de 2006, sufrieron la amputación de parte de sus dedos meñiques, al jugar en resbalines metálicos en mal estado.