Las grandes aglomeraciones de personas que se producen durante las distintas festividades del año en las calles céntricas de las distintas ciudades del país, son escenario predilecto del actuar de antisociales que aprovechando el descuido de los transeúntes o bien las grandes agrupaciones de personas en un solo punto dan pie para que cometan diversos delitos.
Según establecen estudios de la Policía de Investigaciones, los delitos más comunes, bajo este contexto, son el hurto y el robo por sorpresa.
En el caso particular de Ovalle, y tomando como referencia el año 2014, los policías lograron establecer que se producen alrededor de 45 hurtos por mes.
En el caso del robo con sorpresa estos se vieron incrementados en los meses de mayo y septiembre, en los que es pertinente hacer notar que se celebra el 21 de mayo y las Fiestas Patrias, respectivamente; ambas, fechas en la que se genera gran afluencia de público en las zonas centrales, además de visitas turísticas.
Sobre este tema, el jefe de la Brigada de Criminalística de Ovalle de la PDI, comisario Raúl Muñoz, explica que tanto en el delito de hurto como en el de robo por sorpresa, “el delincuente aprovecha la ocasión para cometerlo, especialmente cuando las medidas de seguridad de las personas son nulas o mínimas”.
Es por ello que establece que el mes de diciembre de cada año es propicio para que delincuentes a los que cataloga “de poca monta”, tomen ventaja de aquellas víctimas potenciales “que no mantienen un debido cuidado de sus efectos personales y por ende, se convierten en el blanco predilecto para este tipo de individuos”, comenta, en referencia a las próximas celebraciones de carácter nacional que se avecinan, como lo son la Navidad y el Año Nuevo y los días previos a que estos se produzcan.
Autocuidado
El comisario Muñoz expone que estudiando el modus operandi de estas personas, y sumado a la de la experiencia profesional en la investigación criminal y criminalística de los delitos se ha podido establecer como factor determinante en este tipo de delitos que el delincuente aprovecha el nulo estado de alerta de las personas para cometerlos, es decir, la personas facilitan el actuar de los delincuentes.
“El hurto y el robo por sorpresa son delitos recurrentes que dependen en gran medida de las medidas de seguridad de la propia víctima”, alude el policía.
Recomendaciones
Con la finalidad de crear una cultura de la seguridad personal que sea internalizada por la comunidad, la PDI generó una serie de recomendaciones para que las personas no propicien ser víctimas de delitos que podrían evitarse en la medida en que se mantenga una actitud de autocuidado.
“Con la aplicación de estas acciones de prevención situacional las personas propenden a la neutralización del accionar delictual”, agrega el profesional.
Partiendo de la base de que una potencial víctima debe tomar los resguardos propios de seguridad para no proporcionar la oportunidad al delincuente de cometer el delito, la Policía de Investigaciones establece que en primer lugar, se debe asumir una actitud de “Alerta Permanente”.
Y en este sentido explican que la actitud de alerta permanente no implica andar atemorizado por la vida, sino más bien, tomar consciencia que en cualquier momento se puede ser una potencial víctima de un delito y que por ende se ha de actuar con conciencia de este fenómeno.
Por ello, establecen que es recomendable, no lucir accesorios ostentosos (joyas) en lugares de gran afluencia de público y donde no son necesarios.
En el caso del dinero, indican que es ideal mantenerlo en los bolsillos delanteros o al interior de las prendas de vestir y no mantener billeteras en los bolsillos traseros de los pantalones como muchos hombres acostumbran a hacer.