En enero de este año la Corte de Apelaciones de La Serena notificó al Servicio de Salud de Coquimbo el pago $200 millones como indemnización a la familia de una joven que murió en el Hospital Antonio Tirado Lanas de Ovalle, a causa de una mala atención médica.
El Servicio de Salud agotó todas las instancias para evadir la sentencia, logrando que el máximo órgano jurisdiccional de los tribunales, la Corte Suprema, fuera quien definiera el caso.
Fue así, como hace pocos días esta Corte condenó definitivamente al estamento de Salud al pago de estos $200 millones.
“En fallo dividido (rol 3.177-2015) la Tercera Sala del máximo tribunal integrada por los ministros Pedro Pierry, Rosa Egnem, María Eugenia Sandoval y los abogados integrantes Jean Pierre Matus y Arturo Prado determinaron que el Servicio de Salud es responsable por la muerte de Fernanda Castillo Robles”, señala el oficio.
El documento jurídico determina que el servicio es responsable por el daño moral provocado a Neftali Castillo Vásquez y Rosa Robles Carvajal, por la muerte de su hija quien recibió una excesiva administración de anestesia en la atención de su parto.
El Ovallino se logró contactar con la madre de la víctima, la señora Rosa Robles, quien prefirió referirse al tema hasta conversar con el abogado asesor. Sin embargo esbozó que “estamos contentos y triste a la vez, porque es un caso donde hay una persona fallecida, y ella es mi hija”.
Los hechos
El caso se remonta a febrero del 2009. El 14 de ese mes Fernanda Isabel Castillo Robles, de 16 años, acudió al hospital a dar a luz a su primer hijo.
La paciente fue ingresada para la inducción de su parto, por presentar un embarazo de 40.5 semanas. En el recinto se le indicó una analgesia de parto, por lo que se le efectuó a las 15.00 horas una anestesia espinal combinada por el médico anestesista R.C.S.
Dos horas más tarde se le indicó una segunda dosis de anestesia, medicamento que provocó que a los pocos minutos le surgieran complicaciones consistentes en pérdida de la movilidad corporal y visión, verificándose después un paro cardiorespiratorio.
Tras estabilizarla se le efectuó una cesárea de urgencia, siendo trasladada, con posterioridad, a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Coquimbo donde falleció el 16 de febrero a causa de una falla multiorgánica.
Por su parte, el bebé, de nombre Matías, sufrió una asfixia neonatal, presentando lesiones neurológicas irreversibles, que lo mantienen actualmente en terapia en la Fundación Teletón.