La preocupación de los vecinos de la localidad de Pejerreyes y de Higueritas Unidas, poblados en los que viven más de 160 familias de agricultores y crianceros ubicados a un costado del kilómetro 28 de la Ruta D-43, ha ido creciendo con los años.
Ya en 2013 advertían sobre el riesgo que corrían las aguas superficiales debido a que la planta de lixiviación de cobre perteneciente a la Minera China Co se instaló entre tres quebradas que son afluentes de la Quebrada el Durazno, que a su vez es afluente del Río Limarí.
Según comenta Fernando Elorza Retamal, presidente de la junta de vecinos de Pejerreyes, sólo ha habido una ocasión en la que la minera se ha acercado a la comunidad, instancia que no dio buenos resultados, pues no se pudo hablar de los alcances contaminantes que impactarían la zona una vez entradas las operaciones además de cómo se generaría un trato que vincule a la comunidad con la empresa. Es por esto, y por el temor que les genera el daño ambiental y la contaminación, especialmente en el agua, que decidieron presentar una carta en la Intendencia Regional en La Serena con copia a la seremia de Salud, Medio Ambiente, Minería, Sernageomin, Dirección General de Agua y la gobernación de Limarí.
Según explica el dirigente social, en la actualidad la minera está autorizada para procesar 4 mil 800 toneladas de cobre al mes, por lo cual, la ley no les exige estudios de impacto ambiental. “Para esa capacidad no necesita evaluación de impacto ambiental, pero la minera presentó ampliación a 60 mil toneladas mensuales lo cual fue rechazado por el servicio de evaluación ambiental en primera instancia, pero es obvio que seguirán apelando hasta que les aprueben”, indicó preocupado, pues el tema es de donde se extraerá la cantidad de agua que se requieren para dicha faena y los eventuales daños que se podrían provocar.
Al respecto, indica que desde la empresa aseguraron a través de un folleto que el agua no se sacará de la Quebrada El Ingenio, sin embargo, los pobladores tienen desconfianza, pues habitantes de Las Animas ya han visto disminución del vital elemento en sus pozos.
“Hice una denuncia en la Dirección General de Aguas (DGA) a nombre de la comunidad acompañada con fotografías donde estaban las huellas de los camiones aljibes, y de donde estaban los pozos de agua, y me la desestimaron en su totalidad”, explicita Elorza Retamal.
Por otra parte, en el documento presentado en la Intendencia en el que hacen alusión al derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, se refieren a la denuncia que hiciera Conaf en contra de la minera ante el juzgado de policía local de Ovalle por destrucción de flora y fauna nativa. Además acusan a la minera de no cumplir con la promesa de reforestar 10 hectáreas de terreno.