En el peor momento.
El terremoto de 8,4 grados que afectó a la región de Coquimbo el pasado miércoles 16 de septiembre, y que tuvo como epicentro la provincia del Choapa, dejó una estela de destrucción a lo largo de diversas ciudades y pueblos de la región.
No obstante, hubo otra damnificada de este movimiento telúrico que, para quienes no viven en zonas rurales, ha pasada desapercibida para buena parte de la gente: se trata ni más ni menos que la agricultura, actividad que en la provincia – así como en el resto de la región – resultó con su infraestructura seriamente dañada.
Una tragedia que como se decía al inicio, llega en el peor momento, pues al “terremoto silencioso” de la escasez hídrica que afecta a la zona desde hace más de 10 años, se suma ahora este otro terremoto con todas sus consecuencias. ,
Canales de regadío “aterrados”, norias dañadas, pequeños embalses de acumulación con pequeñas filtraciones y lo que es peor, cientos de viviendas de agricultores y campesinos dañadas o en el piso.
Canales dañados
“Este año prometía ser mejor justamente porque había mayor disponibilidad de recursos hídricos, así que nuestro primer empeño es en el muy corto plazo reponer los flujos de agua” señalaba durante su visita a la región tras el sismo, el ministro de Agricultura, Carlos Furche.
En efecto, los daños que se registraron tras el terremoto, corresponden a problemas de dos tipos: extraprediales, como son canales o bocatomas de riego, e intraprediales, es decir, infraestructura básica ubicada al interior de las propiedades agrícolas.
Al respecto, el director regional de Indap, Diego Peralta, indicó que la mayor parte de los daños corresponden a infraestructura extrapredial, aunque también se registran daños al interior de los campos como son caídas de bodegas antiguas de adobe, embalses de acumulación con algunas fracturas y filtraciones.
“Esos daños intraprediales no son tan relevantes, claramente son mucho más importantes los daños que el agricultor o el campesino tiene a nivel de casa-habitación, con sus enseres, con todo su equipamiento de casa. Eso mucha veces está muy afectado”, afirma Diego Peralta.
Respecto a los canales, el director regional de Indap, reconoce que los daños son “bastante fuertes, básicamente por la presencia de fuertes rodados en algunos sectores, tanto en el Choapa como en el Limarí”.
“La cifra global señala que llevamos alrededor de 50 canales que están catastrados y que están con daños, y que lo más probable, es que pudiera duplicarse esa cifra, llegar a unos 100 canales dañados, con diversos tipos de daños, algunos con más daños y otros con menos”, señala.
Embalses resistieron
Mientras tanto, una de las principales preocupaciones de los ovallinos tras cada fuerte sismo ha sido históricamente la situación de los grandes embalses que existen en la zona.
Sin embargo, pese a lo fuerte del terremoto, no se presentaron mayores inconvenientes en su estructura. Así lo asegura el seremi de Agricultura, Andrés Chiang, quien indica que “los sistemas de acumulación de grandes volúmenes de agua, tanto en Limarí, como en el Choapa, así como en el Elqui, no registran problemas. Lo único que se ha reportado desde la Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, sería un mínimo asentamiento del tranque La Paloma, pero que no produjo daño estructural”, dijo.
Al respecto, la autoridad explica que los daños a la infraestructura de riego ha “sido mayoritaria en los sectores altos, cercanos a la cordillera que es lo se ha reportado, por ejemplo, en el sector precordillerano de Tulahuén, con el Canal Infiernillo”.
El seremi señala que aún se está esperando que los caminos interiores afectados por derrumbes puedan ser despejados lo más pronto posible para iniciar el despeje de los canales.
Respecto a los APR – Agua Potable Rural – Andrés Chiang indica que, según la información disponible hasta el momento, “de todos los sistemas de APR que existen, sólo dos estarían sin funcionar, mientras que los que están funcionado lo harían en un 100% o en una operatividad intermedia”.
Agricultura familiar campesina afectada
Por otro lado, y tal como decía el director regional de Indap, al interior de las propiedades, los daños se registran preferentemente en las viviendas de los campesinos, además de otras instalaciones al interior del predio.
Leticia Ramírez, dirigenta del Consejo Regional Campesino y secretaria técnica de la Mesa de Desarrollo Rural de Combarbalá, explica que, pese a que aún se está recabando información, ya existen algunos datos concretos, al menos para entregar un panorama general en una de las comunas del Limarí más afectadas por el terremoto.
“Por ejemplo, en algunos sectores, los pozos se asentaron, se derrumbaron. Esos son los pozos de agua para la bebida de los animales (…) En El Huacho, los corrales aplastaron algunas cabritas, porque los corrales son de piedra, y no todas las personas son usuarias de Indap, quienes tienen mejor infraestructura, y no califican para ello” señala.
“De San Lorenzo, nosotros supimos que por allá hay daños en los estanques, y aunque todavía no se ha llegado a todas partes, tratamos de contactarnos con los dirigentes, quienes siempre me están bajando la información a través de mensajes de texto o como pueden”, agrega.
Al respecto, tanto Leticia Ramírez como dirigenta del Consejo Regional Campesino y también Mirtha Gallardo, presidenta de las comunidades agrícolas del Limarí, pidieron a las autoridades que la asistencia a los afectados debe ser integral, y no sólo los usuarios de los instrumentos estatales.
“Este terremoto deja una lección importante: hoy día las políticas públicas se tienen que adaptar a la realidad de los ciudadanos, y en este caso en particular a los habitantes rurales y los que vivimos en comunidades agrícolas”, indicó Mirtha Gallardo.
Al respecto, la dirigenta ovallina afirmó que “el daño mayor por el terremoto está entre quienes no calzan o no forman parte de las políticas públicas del Estado”, enfatizando especialmente, en el tema vivienda y en el acceso a ésta.
Y si bien es cierto, funcionarios de gobierno ya están trabajando en terreno encuestando a los afectados y levantando el catastro de daños, Leticia Ramírez, indica que “no está haciendo un trabajo muy integral, pues algunos no preguntan por la casa, por el ganado, por los estanques, por los canales, y eso se debiera incluir, porque nuestra gente vive de eso. Es la agricultura familiar campesina la que se ha visto dañada” asegura.
Despeje de canales
Respecto a las opciones que se pondrán en práctica para tratar de recuperar la infraestructura agrícola, el seremi de Agricultura, Andrés Chiang explicó que, respecto a la recuperación de canales, ésta acción se va a realizar a través de la Comisión Nacional de Riego, CNR, la que “va a financiar mano de obra y maquinaria, una vez ejecutada la acción de limpieza (…) Se hace un catastro que empieza hoy mismo (ayer) y la acción se va a hacer en función de los informes que se levanten en terreno con las juntas de vigilancia y los distintos afectados”.
En tanto, el director regional de Indap, Diego Peralta, señaló que “hay un compromiso de entrega de recursos desde el momento en que se levanta la información, hasta 45 días pagado, por tanto los agricultores pueden hoy día, una vez que levanten una pequeña ficha de identificación del problema y costos, presentarlo, tras lo cual, se autoriza y se ejecuta la obra, y se paga una vez que está terminada la actividad, solo para ‘horas máquinas’ y pago de mano de obra en aquellos canales que no se pueda meter maquinaria” .
Sobre los plazos de entrega de daños, Peralta sostiene que “tenemos el compromiso de entregar la información definitiva al intendente no más allá de este viernes, así que lo más probable es que estemos desplegados. Hay un equipo importante de gente de la Comisión de Riego desplegados en las provincias de Limarí y Choapa, a los que se suman siete funcionarios nuestros, sumando 10 funcionarios desplegados en ambas provincias. Pero nos solamente es levantar el catastro, sino también cuantificar el monto que esta considerado para poder arreglar los canales” afirma.