Tras una larga investigación, la mañana de ayer se condenó a Alberto Ogalde Vega (46) por el delito de apropiación indebida, luego de que en octubre de 2012 dejara de cumplir funciones en la sucursal de Banco Estado de calle Benavente (Ovalle), lugar donde se desempeñaba como encargado de los cajeros automáticos. De acuerdo a las indagatorias, Ogalde se aprovechó de esta condición para sustraer y apropiarse de la suma total de 7 millones 210 mil pesos.
Dada su irreprochable conducta anterior, la deliberación de los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, permitió que la pena de 541 días de presidio a la que fue condenado, fuese cumplida en libertad, lo cual se traduce a que deberá comparecer mensualmente a firmar en Gendarmería; además de efectuar un pago de 11 UTM. Sobre esta medida, el fiscal Herberth Rohde explicó que la remisión condicional es una pena sustitutiva que de no ser cumplida, puede ser rebocada "mientras esté cumpliendo, va a gozar de esa pena sustitutiva, pero la pena en cualquier momento puede intensificarse, e incluso, puede cumplir la pena en forma efectiva si es que no da cumplimiento a la pena sustituva", sostuvo. Por su parte, el abogado querellante Rodrigo Contador manifestó conformidad respecto a la resolución judicial, por cuanto pudo probarse la culpabilidad de Alberto Ogalde, en los hecho que se le imputaban.
Respecto al modus operandi de Ogalde Vega, el fiscal Rohde explica que en virtud de que él era el único que tenía facultad para ingresar y egresar dinero desde los tres cajeros automáticos de la sucursal, podía burlar con cierta facilidad el sistema. Su función, explica, era mantener una cantidad determinada de dinero en cada uno de los cajeros autómaticos, y para ello, debía retirar el monto sobrante de los cajeros para depositarlos por caja, y a su vez, recibir de manos de la cajera la cantidad determinda de dinero que el cajero debía tener "en la practica, él cargaba las gavetas de los cajeros automáticos con el dinero que le pasaban desde la bobeda del banco, y a su vez, tenía el dinero que no se había dispensado en los clientes que habían sacado el dinero. Lo que él hacía, es que pedía antes el dinero de la carga del cajero y digitaba una suma mayor a la que efectivamente dejaba en ellos", precisó.
Pero este hecho, sería descubierto por la empresa bancaria, luego de que Ogalde Vega no se presentara a trabajar, justo en el día (4 octubre de 2012) en que se efectuaban fiscalizaciones en la zona por parte de inspectores del banco que irían a revisar las cuentas de los cajeros. Aquel mismo día, se ordena el arqueo y notan que faltan $7.210.000.