Fue una de las promesas realizadas por la Presidenta Michelle Bachelet: una nueva constitución para Chile, nacida en democracia y a través de una amplia participación ciudadana.
Entre medio, los caminos que se deberían seguir para llegar a ella, han sido objeto de fuerte debate tanto, entre la Nueva Mayoría con la oposición, como también al interior de la propia coalición oficialista.
Opciones como la conformación de una asamblea constituyente, una comisión de expertos, o a través del mismo Congreso dotándolo de poder constituyente, han sido parte del debate sobre las propuestas para echar andar el mecanismo que daría origen a la nueva carta magna.
En tanto, en mayo de este año, la propia Presidenta Bachelet anunció que, en este mes de septiembre, se daría paso a un proceso, donde el debate por el mecanismo – asamblea o comisión de expertos – no sería el foco, sino una campaña previa de “educación cívica constitucional”. Es lo que denominó “proceso consituyente”.
“Más allá de la discusión del mecanismo, para que de verdad tenga legitimidad de origen, tiene que ser un proceso de participación de la gente” señaló hace unas semanas la mandataria cuando se le consultó sobre el proceso.
Al respecto, el diputado Daniel Núñez explicó que “lo que se pretende con esto por lo menos, durante estos dos meses hasta fin de año, es que la gente conozca cuáles son las normas que rigen al país que se ven afectadas por una constitución y de qué manera podemos abrir un espacio de participación ciudadana real, y para eso hay que estar informados”.
En tanto, la senadora Adriana Muñoz explicó que este proceso de “pedagogía” previo es compartido por la mayoría de la coalición oficialista, pues “va a ser un periodo donde la gente se va a poder informar, va a participar en debates y diálogos constitucionales, y de ahí irá surgiendo toda una información, conocimiento y participación, para empezar posteriormente a entrar en los aspectos del mecanismo”.
En efecto, en este último, los matices al interior de la coalición de gobierno se hacen presentes, pues dentro de esos mecanismos, la asamblea constituyente es la que más divisiones genera.
Al respecto, Muñoz aseguró que la presidenta “no se ha pronunciado aún sobre la asamblea constituyente. Hay sectores de manera transversal dentro de la Nueva Mayoría y de la ciudadanía, que están por la asamblea”.
No obstante, aseveró que “poner la carreta delante de los bueyes no es bueno, y así lo ha planteado la Presidenta. Primero sepamos todas las chilenas y chilenos qué es la constitución, porque hasta ahora eso ha sido sólo la discusión de una elite”.
Para el diputado Daniel Núñez, cuyo partido – el PC – siempre ha apoyado la opción de la asamblea constituyente, prefirió no apresurar un juicio al respecto, pues “la Presidenta ha dicho estar abierta a todas las opciones. No es un tema sencillo, y nosotros comprendemos todavía la falta de decisión de la presidenta que vamos a apoyar independiente cual sea”.
No obstante, no todos están convencidos con este “proceso constituyente” pues tal como señala el diputado Sergio Gahona, “todos esto es una nebulosa. No hay ninguna claridad respecto a cómo se va abordar ese tema”.
El diputado UDI confirmó que como partido no están a favor de la creación de una nueva constitución, aunque matizó afirmando que “no nos vamos a restar a discutir los temas de la reforma constitucional, pero obviamente yo no soy partidario de una asamblea constituyente por ningún motivo”.
De momento lo único claro es que el proceso continuará durante el próximo año a través de debates y encuentros con organizaciones ciudadanas o juntas de vecinos, para posteriormente seguir con encuentro regionales.
Un proceso que a todas luces, de seguir lo planificado, recién podría desembocar en la creación de una nueva carta magna durante el próximo gobierno.