Luego de las intensas precipitaciones caídas en la Provincia de Limarí muchos se preguntaron qué ocurrió con los pescadores de las caletas ovallinas, ubicadas al sur de la ciudad, es por esta razón que una delegación de Emergencias de la gobernación salió a recorrer algunos sectores costeros.
En tres caletas se logró detectar desprendimientos de techumbres, destrucción de embarcaciones y pérdidas en la producción de algas. Los mayores daños se produjeron en las caletas de Talca y Talquilla.
El fuerte temporal arrasó con la gran parte de la principal fuente de trabajo de los pescadores de la zona, la producción de huiros y algas. Entre los dos lugares se contabilizaron unos 40 afectados.
Las marejadas arrastraron los sargazos, destruyendo así todo el trabajo del mes que comercializarían en septiembre. Además, en Talquilla se registró un bote destruido.
“Los productores están complicados porque se dedican a la venta de algas y las estaban juntando para venderlas en septiembre, y quedan sin ese ingreso”, dijo Critian Herrera, agregando que "nosotros estamos haciendo el balance de las pérdidas y daños que afectaron a los productores, información que vamos a entregar al intendente para ver alguna fórmula de cómo poder ayudar”.
Caleta Sierra
En la caleta Sierra, ubicada a más de 100 kilómetros de Ovalle, los vecinos informaron que el fuerte viento y oleaje sólo los mantuvo preocupados. Un desprendimiento de techumbre fue el único acontecimiento que afectó a una familia del sector.
El alcalde de mar, Pedro Jerez, sostuvo que los propios productores alcanzaron a retirar las embarcaciones desde el mar, a penas se percataron de los fuertes oleajes. "Gracias a Dios no hubo mayor problema y la gente se preocupó de las embarcaciones, de asegurarlas, incluso algunos se amanecieron. No hubo ninguna pérdida".
"Yo, del tiempo que llevo acá, es primera vez que veo que el mar se encrespa tanto. Entonces generó preocupación”, sostuvo el alcalde de mar.
Otra vecina de la caleta, Brenda Basay, expresó que existió intranquilidad en la población, "sentimos mucho susto, porque hubo un ‘vientazo’ terrible, pero sólo fue eso, porque los pescadores tuvieron la precaución de varar antes. De mis trece años acá, es primera vez que se escuchan vientos tan fuertes, al igual que las olas grandes, de unos 15 y 20 metros".
Falta de comunicación
El principal problema que presenta esta caleta radica en el sistema de comunicación que mantienen. La única radio de comunicaciones mantiene un desperfecto que le impide generar envíos de información.
"La radio que tenemos acá no está operativa, sólo escucho lo que conversan, pero no tengo salida", indicó Jerez, agregando que "vino el encargado de la Onemi a verla, trajeron a un maestro pero no se pudo reparar. Ojalá las autoridades se puedan acercar a arreglar esta radio, ya que en caso de emergencia la vamos a necesitar. Sólo quedamos con los teléfonos celulares".
Caminos intransitables
Al intentar acudir a la caleta La Cebada, el camino de acceso se encontraba en pésimas condiciones, lo que impidió la llegada de la delegación al sector.
El Ovallino fue testigo de que el barro, producto de la bajada de la quebrada, provocó que los vehículos quedaran empantanados en el lugar.