Con conocidos temas del folclor latinoamericano como Guantanamera, El Pescador, Muchacha Sube a la Lancha, entre otros es que esta familia compuesta por un matrimonio y sus dos hijas gemelas de 10 años visitan la zona trayendo todo el sabor cubano de la rumba y el cha cha cha a las calles ovallinas.
Provenientes de Valparaíso, Los Rojelios se definen a sí mismos como “artistas urbanos” y tocan de tres a cuatro veces a la semana en las esquinas de las ciudades que visitan. Ahora le tocó el turno a Ovalle, ya que desde hace un par de semanas se puede ver a la familia musical en la esquina de Vicuña Mackenna con Arauco.
Andrea Aguirre, vocalista de la agrupación señala que la recepción del público ha sido buena “la recepción ha sido excelente, la gente es súper amable o sea que aquí se ve otra onda, se ve poca delincuencia, es súper tranquilo Ovalle”.
La vocalista explicó que están haciendo un recorrido por diferentes ciudades de la Región de Coquimbo ya que temporalmente viven en Totoralillo. “Estamos recorriendo la zona, queremos conocer Vicuña, el Valle del Elqui. En Totoralillo estamos por mientras, nosotros venimos de Valparaiso, ahí está nuestra casa y todas nuestras cosas, pero como estamos viajando, buscamos lugares que no sean como ciudad, que parezcan como pueblito chico”.
Su música es alegre, con ritmos cubanos y algunas cumbias “tenemos temas que son propios, otras son antiguas canciones cubanas, las cumbias son de nosotros, menos El Pescador que es de una folclorista que hay en Colombia”.
Andrea indica que ya tienen un primer disco, el que ofrecen al público durante sus presentaciones y están en vías de grabar un segundo disco, para los cual están juntando dinero.
FAMILIA MUSICAL
Desde hace cuatro años que Los Rojelios se transformaron en una familia musical, antes sólo tocaba la pareja. “Nosotros nos conocimos con Fernando como el 2000 y desde que nos conocimos empezamos a tocar los dos juntos, nos gustaba la misma música, yo necesitaba un percusionista y él estaba ahí”, señala Andrea.
Sin embargo, hace diez años llegaron sus hijas gemelas “luego llegaron las niñitas, pero abandonamos un poco el tema de la música urbana por las niñitas, yo soy profesora de música y hacia clase en un colegio, era estable”.
No obstante hace cuatro años durante una gira de verano las pequeñas tuvieron que acompañar a sus padres en su trabajo “un verano nos tuvieron que acompañar porque no teníamos con quien dejarlas, en esa semana como que empezaron a aburrirse, ya no era entretenido acompañarnos, al principio si pero después ya no, me decían yo puedo tocar o yo puedo cantar. Ellas después quisieron un micrófono y de repente llegó el momento de decidirse, si seguíamos con esto, incorporándolas a ellas o no y fuimos valientes y decidimos que si”.
Es desde entonces que Los Rojelios se transformaron en lo que son hoy. Una familia que viaja por diferentes ciudades de Chile mostrando su música. Esta decisión no estuvo exenta de problemas, pues, según relata Andrea, el incorporar a sus hijas a su trabajo significó una intervención de parte del Servicio Nacional de Menores (Sename).
“Estuvimos intervenidos por el Sename, por el tema de las niñitas, finalmente les ganamos el juicio, incluso apelaron y lo volvimos a ganar, esto fue como en marzo, se finiquitó todo y terminó todo con el Sename", dijo la vocalista.
Para que las niñas no descuiden sus estudios su madre les enseña en su casa y ellas dan exámenes libres “nos organizamos año a año, porque ellas también tienen que estudiar, ya que dan exámenes libres y tienen que estar preparadas para darlos”, indica la artista.
EL ORIGEN DEL NOMBRE
Los Rojelios con “j” viene de una canción que hicieron famosa un verano, llamada Rogelio, Andrea recuerda que “cuando estaba embarazada estuvimos tocando en Tongoy, y la gente siempre nos pedía la canción Rogelio, entonces quedamos como Los Rojelios” agregando que el tema es original de Tito Puente, “hicimos una versión de este tema y pegó mucho, también está en nuestro primer disco”.
Los Rojelios seguirán visitando Ovalle hasta agosto, de una a dos veces a la semana (lunes y/o viernes) y se podrán encontrar en la Avenida Vicuña Mackenna en la tarde a eso de las 17.00 horas.