Condenan a mujer que inyectó potasio a paciente causándole la muerte

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    Condenan a mujer que inyectó potasio a paciente causándole la muerte

    Por Sebastián Gallardo

    Cerca de un año y medio ha transcurrido desde la muerte de Mario Fernando González Molina (61), luego de recibir, erróneamente, una inyección de cloruro de potasio en el Hospital Antonio Tirado Lanas.

    El 20 de octubre del 2013 Mario González sufrió un problema cerebral y fue llevado desde su hogar, en Cerrillos de Tamaya, hasta el servicio de urgencia. El 26 del mismo mes murió pese a que había presentado una clara mejoría del grave cuadro de salud con el que ingresó.

    Elizabeth Marambio, hoy viuda de González, recuerda las circunstancias del deceso. “En ese momento (cerca de las 20.00 horas) la niña le dijo a Mario que le pasara el brazo, mientras yo estaba ahí me contó que mi marido estaba mejor y que creía que entre lunes o martes le daban de alta. De repente me di cuenta que algo le había pasado a mi marido. Le dije a la niña qué hiciste, qué le pusiste y me dijo que era potasio. Mi marino gimió y se puso a transpirar, la niña le tomó nuevamente el brazo y dice que estaba bien, que no había trasvasijado nada y le dije que porqué le había puesto esa inyección a lo que me respondió que eran órdenes del médico, en ese momento le puso el resto de la inyección.

    "No pasaron más de tres minutos y mi marido se me fue”, aseguró.

    La extraña situación pasó al Ministerio Público, quien inició la investigación de lo ocurrido. Fue así como el fiscal Rodrigo Gómez reunió todas las pruebas que clarificaban que el caso se trataba de un cuasidelito de homicidio.

    Y la tesis de la fiscalía fue acogida por el tribunal, ya que este jueves se realizó la audiencia de preparación de juicio oral, sin embargo la propia imputada, de iniciales P.H.A., reconoció su responsabilidad en el hecho, siendo condenada como autora del cuasidelito de homicidio.

    La fiscalía acusó que aquel 26 de octubre, en el interior del Hospital de Ovalle, específicamente en el servicio de medicina, P.H.A., en su calidad de técnico paramédico, encontrándose al cuidado de pacientes, atendió a la víctima quien estaba hospitalizado por causa de un accidente vascular.

    Fue así como tomó desde la gaveta con medicamentos de un paciente fallecido 3 ampollas contenedoras de potasio, contraviniendo los protocolos de atención de pacientes existentes en el recinto hospitalario.

    Luego suministró equivocadamente a la víctima una carga de las ampollas de cloruro de potasio, mediante una inyección vía endovenosa, siendo que la indicación médica refería a una inyección de cloruro de sodio.

    De este modo provocó un infarto al miocardio que ocasionó la muerte a la víctima, incumpliendo la imputada el deber médico de protección del paciente por su desempeño negligente en la administración del medicamento a la víctima.

    El fiscal Rodrigo Gómez expresó que “la acusada aceptó los hechos de la investigación y fue debidamente condenada por inyectar cloruro de potasio. La prueba que tenía la fiscalía era bastante contundente. Teníamos declaración de todas las personas que participaron en el hecho, las pericias respectivas y anteriormente incluso debimos exhumar a la víctima, por lo que la prueba era suficiente”, dijo.

    P.H.A. fue condenada a cumplir de 60 días de prisión bajo una pena remitida. Esto quiere decir que mantendrá su libertad bajo un control a través de firmas.

    La familia de la víctima fue contactada por el propio fiscal para informarle de la situación, quien no manifestó reparos ante el juicio, en un caso que ya desea dejar atrás. “Por eso, el trabajo era nuestro en la parte penal y la imputada no tenía antecedentes anteriores, razón por la cual se le dio la remisión condicional de la pena por parte del juzgado”, agregó el persecutor.