Pese a asegurar estar arrepentido terminó tras las rejas. Hablamos de un sujeto de 29 años que fue sindicado por una víctima como el responsable de un robo con violencia para sustraerle su teléfono celular.
El hecho se registró durante la noche del lunes en pleno centro de la ciudad. A eso de las 23.30 horas un hombre caminaba por avenida Ariztía Poniente, y a metros de calle Independencia, fue abordado por el desconocido.
Según informaron efectivos policiales, el peatón transitaba solo por el oscuro sector cuando fue alcanzado por un individuo que sin mediar previo diálogo le propinó una serie de golpes de pie y puño.
El afectado terminó en el suelo tras la golpiza y fue en ese momento cuando el atacante le sustrajo su celular guardado en un bolsillo. Sin embargo, el robo no fue fácil, ya que la víctima opuso resistencia produciéndose un forcejeo que provocó que la pantalla del aparato tecnológico se rompiera.
Pese al esfuerzo por detener la pérdida de su teléfono, otros golpes lo inmovilizaron y el ladrón huyó raudamente.
A los pocos minutos el lesionado logró ponerse de pie y fue en busca de auxilio en la Tercera Comisaria. Al llegar a calle Tangue divisó una patrulla a la que procedió a hacerle señas.
Carabineros se detuvo y se enteró del ataque sufrido. Posteriormente salieron en búsqueda del responsable de la embestida.
A la altura de Independencia con Coquimbo fue visto el hombre que vestía un poleron naranja. Los uniformados lo controlaron y encontraron la especie sustraída. Tras el reconocimiento por parte de la víctima, el malhechor fue detenido y llevado a la comisaria.
El teléfono sustraído, correspondía a un aparato Samsung Duo, de color blanco, avaluado en $170 mil.
Control de detención
Durante la mañana de ayer el detenido, identificado como J. R. L. (29), debió comparecer ante el Tribunal de Garantía de Ovalle, donde debió enfrentar cargos por parte del Ministerio Público.
El sujeto fue formalizado por el delito de robo con violencia e intimidación y el fiscal Herbert Rohde solicitó la medida cautelar de prisión preventiva atendiendo que la libertad del imputado representa un peligro para la seguridad de la sociedad.
A la petición del persecutor se opuso el abogado defensor Gerardo Tagle, quien intentó disminuir la medida a la figura de peligro de fuga, asegurando que su representado podía cancelar una fianza para recuperar su libertad, y con ello asegurar su presentación a las futuras audiencias.
Tras la discusión el juez Rodrigo Cortés atendió la petición del Ministerio Público y ordenó el ingreso del sujeto de 29 años al Centro de Detención Preventiva (CDP) de Ovalle.
Antes de abandonar la sala del tribunal, el imputado se mostró arrepentido de lo cometido y aseguró que “no me acuerdo de nada, sólo desperté en el calabozo”.
Se decretó un plazo de investigación de 60 días.