Separado de la población penal y “protegido” por amenazas de muerte en el interior de la cárcel quedó Luis Fernando Álvarez Astorga, de 31 años, imputado por el homicidio del conocido portero del fútbol amateur, Omar Sebastián Díaz Figueroa, apodado el “Buffon”.
La medida de seguridad fue otorgada por el juez del Tribunal de Garantía de Ovalle, tras su formalización por la muerte del muchacho de 23 años, hecho ocurrido durante la madrugada del sábado en la parte alta de la ciudad.
Antes de la solicitar la custodia (aseguró haber recibido amenazas de muerte), Luis Álvarez, alias es “Chino Lalo”, debió enfrentar los cargos del Ministerio Público, que lo sindican como el responsable de la lesión en el tórax de Omar Díaz, herida que le costó la vida, pese a llegar al servicio de urgencia.
Según los antecedentes presentados por el fiscal jefe, Gianni Stagno, durante la noche del viernes Díaz salió de su hogar en la población Cancha Rayada, con destino a un local nocturno donde divertirse, encontrándose en la vía pública con un grupo de amigos, con los que compartió algunos minutos. Cerca de las 23.00 horas, continuó su viaje y concurrió al centro.
Más tarde, cerca de las 3.00 horas del sábado, volvió a su casa, encontrando nuevamente a sus conocidos en el sector. Fue en ese instante cuando acompañó a comprar algunos cigarrillos, quedándose algunos minutos solo en las cercanías de la esquina de la calle Cancha Rayada.
Fue en ese sector donde se encontró con el “Chino Lalo”, quien habría estado acompañado por su pareja. Presuntamente en no más de segundos, este último sacó un arma blanca y atacó al joven deportista, cometiendo el delito de forma directa, sin mediar una discusión previa.
El persecutor Gianni Stagno expresó que “los amigos ven a la distancia aparecer al ‘Chino Lalo’ el que al pasar delante (de Díaz), sin mediar nada, le lanza dos puntazos. Uno leve en uno de los brazos y el otro que le perfora el corazón. Este niño camina unos metros y en la esquina de Cancha Rayada y Los Dominicos se desvanece. Ahí es trasladado en un taxi colectivo al hospital, pero fallece posteriormente”.
Según las declaraciones de los amigos de Omar, quienes entregaron su testimonio ante fiscalía, minutos antes del ataque, el propio Álvarez Astorga se había paseado por la población prestándoles ayuda para abrir una botella de licor. Uno de los testigos aseguró que este sujeto extrajo desde sus pertenecías un punzón para sacar el corcho.
Pese a que las diligencias de la PDI no lograron hallar el arma cortopunzante utilizada en la agresión, se presume que sería la misma con la que lo vieron anteriormente.
Stagno señaló que preliminarmente se maneja la información de que no existían problemas anteriores entre ambos involucrados. “Se desconoce si se conocían, no hay antecedentes de peleas anteriores y las diligencias de la Brigada de Homicidios tampoco dan cuenta de rencillas”, dijo.
La investigación
Tras ser formalizada la investigación, el magistrado ordenó un plazo de 120 días para el esclarecimiento de lo ocurrido. Durante este tiempo Luis Álvarez permanecerá en el Centro de Detención Preventiva, custodiado por gendarmes.
Tras concedida la prisión preventiva, el Ministerio Público comenzará a encomendar una serie de procesos, encabezados por la muestra de ADN del imputado. Esto luego que en sus vestimentas se encontraran muestras de sangre, las que pertenecerían a la víctima.
El vuelo más alto del portero
La partida del conocido meta, quien consiguió distintos campeonatos con el Deportivo Limarí y representó a Chile en un nacional en Colombia el 2006, dejó un dolor muy grande en el ambiente futbolero de la zona, quienes ven su muerte como el balón más difícil que le tocó parar, en un vuelo del que no volverá.
El muchacho se desempeñaba como topógrafo en distintas faenas mineras y hace sólo unas semanas cumplía labores en el norte del país. El domingo debía embarcarse a Iquique tras su primer descanso.
Además, Omar se alistaba para ser padre, su pareja presenta 6 meses de embarazo. Durante el sábado tenían planificado salir de compras en busca de ropa para el bebé y más tarde irían juntos al estadio de Punitaqui a presenciar el partido de Deportes Ovalle frente a San Antonio.
Su madre, María Figueroa, exige las máximas penas de la justicia contra el imputado. “Él (detenido) pide custodia porque tiene miedo, pero él no tuvo miedo para matar a mi hijo en ese momento, no tuvo corazón, yo lo único que pido es justicia, que le den todos los años que se puedan, pero que haga justicia, si me demoro 20 años en conseguirla lo haré.
Él (imputado)me arrebató lo que más quería en mi vida, era un niño bueno, él estaba de bajada y el domingo a las 5 de la tarde debía viajar al trabajo. Pido la pena máxima, sé que se viene un proceso muy largo, pero si tengo que estar toda mi vida aquí en tribunales exigiendo justicia lo haré”.
Figueroa recuerda que tuvo la posibilidad de conversar vía telefónica con su hijo antes de su muerte, “yo lo llamé a las 2.50 horas y me dijo que ya subía (desde el centro) porque al otro día tenía planes con su pareja”.
Yaritza Soto, su pareja, indicó que “solo sé que el día sábado teníamos muchos planes para estar juntos y este estúpido (Álvarez Astorga) me dejó sola, dejó a su hija sin padre, Omar no podrá ver a su hija crecer, es un desgraciado.
Pido justicia, porque le cortaron sus alas muy temprano, tenía planes a futuro, para nosotros, el no era malo, tenía su genio como todas personas, pero era bueno, estaba contento por su hija, el daba la vida por su familia, por mi y por todos”.