“No me gusta la oficina, me gusta más trabajar con la gente”

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    Blas Araya

    Sacó la primera mayoría en las elecciones de 2016 cuando salió electo concejal, con una votación de más de 2 mil votos el ex alcalde y concejal de Punitaqui, también llamado “el tigre”, llegó a Ovalle con la idea de trabajar para la comunidad y sobre todo para los lugares más apartados.
    Él mismo se define como un concejal que trabaja en terreno, y por eso lo quieren, por la cercanía que tiene con la gente, quienes le entregan su apoyo incondicional.
    Diario El Ovallino conversó con Blas Araya, sobre su gestión durante los meses que lleva como concejal en la comuna y sus proyecciones a futuro.
    -¿Qué siente tras  haber obtenido la primera mayoría al salir electo para formar parte del concejo de Ovalle?
    “Estoy muy contento, muy feliz de que la gente me haya elegido con una gran mayoría. Yo no pude votar por mí porque estuve apoyando a mi hija en su candidatura para alcaldesa de Punitaqui, el domingo no alcancé a votar. Tampoco puse publicidad en la plaza ni en ninguna parte, entregaba solo una tarjeta y estoy muy agradecido de la gente, de la querida comuna de Ovalle”.
    -¿De qué manera han sido estos primeros meses en el concejo de Ovalle?
    “Ya he estado trabajando. Ya empecé a recorrer los diferentes pueblos, porque no me gusta la oficina, me gusta más trabajar en terreno, con la gente, conocer sus necesidades y anhelos  de tener luz, agua potable, alcantarillado, que les arreglen los caminos, también comité procasa del pro luz, del pro alcantarillado. En eso estoy trabajando, firme con la gente”.
    -¿Cuál cree usted que es la mayor necesidad de los Ovallinos?
    “Hay que ponerle más plata a las obras públicas, sobre todo a los caminos rurales. La gente del campo tiene la misma necesidad que los de la ciudad, ellos sufren y con los impuestos de todos los chilenos tienen que darles a todos, pero con cariño, porque hay veces que los caminos se asfaltan y a los tres meses hay muchos hoyos , camino a Sonora hay tres kilómetros y hay como 300 hoyos”.
    -En ese sentido ¿Cree que falta mayor inversión para mejorar los caminos rurales?
    “Hay mucha plata en Chile, pero está mal distribuida, falta más unión, más voz. Falta que llegue la plata central a los pueblos rurales. Se han hecho cosas buenas, se arregló el camino a Barraza, se compró un terreno para el proyecto del agua potable, esas cosas son positivas para el pueblo”.
    “Pero también hay cosas negativas, por años se han dejado de lado los caminos rurales, si han pasado tantos gobiernos, no es que ahora descubrimos la IV región”.
    -¿Por qué cree que no llegan esos recursos?
    “Falta que llegue más plata de Santiago, es allá donde está el taco, falta ser duro. El ministro de hacienda es quien tiene el taco, a  mí me gustaría traerlos a estos caminos y que se dieran cuenta como son”.
    ¿Cuál sería la solución entonces?
    “Hagamos los caminos con asfalto de una vez por toda, pongámosle el cascabel al gato, no sacamos nada con engañar a la gente cuando lo que le afecta a ellos son los caminos que están malos. Las caletas están olvidados de la mano de Dios, esos caminos están malos, yo he recorrido toda esta linda comuna de Ovalle, hay cosas que se han hecho, que ha hecho bien el alcalde y los concejales, pero aún falta.
    -¿Piensa que hace falta más descentralización para obtener estos recursos? 
    “Todas las veces dicen que lo van a hacer cuando hay elecciones (la descentralización). Se pasan las elecciones y queda muerto el proyecto, eso es lo que a mí me duele. Yo estoy luchando para dejarle algo de herencia a mis nietos, bisnietos y a la gente que a mí me eligió, por eso lucho yo,  yo no lucho para mí”.