Los exjugadores de Provincial Ovalle César Castillo y Miguel Ángel Estay emprendieron una aventura única a mediados de enero. Fueron contratados para defender los colores del AS Central Sport de la paradisíaca isla de Tahití para reforzar al equipo que disputa la liga local, la Copa de Francia y la Champions League de Oceanía.
Ahora ambos volantes están de paso por Chile, realizando trámites migratorios para volver a la isla polinésica este domingo. Aprovecharon de reencontrarse con la familia y en el caso de Castillo con sus excompañeros del ‘ciclón’. Compartió algunos entrenamientos para llegar en forma a la recta final del campeonato local y contar su experiencia en Oceanía.
“La experiencia ha sido muy enriquecedora para mí, tanto en lo futbolístico, en lo mental, en todo. Hice bastantes goles en los primeros partidos y ahora me toca volver a Tahití para hacerlo mejor y quedarme mucho tiempo allá”, comentó Castillo.
Ha disputado hasta el momento cuatro partidos por el certamen tahitiano, pero donde confirmó su nivel fue en la fase de grupos de la Champions League de Oceanía, campeonato de clubes del continente, donde el ganador disputa el Mundial de Clubes de diciembre.
En este certamen, Castillo anotó cuatro goles en tres partidos, mientras que Estay anotó en dos oportunidades, demostrando que sus contrataciones no fueron al azar.
“Para el equipo fue una experiencia muy buena y a nivel individual también. Por lo que hice, por lo que demostré y el cuerpo técnico me comentaba que aporté al equipo. Era el primer campeonato internacional que disputaba As Central Sport en Champions. Nosotros quedamos satisfechos, pero con la espina clavada de no poder clasificar a semifinales”, dijo.
Tal como cuenta el volante, su equipo no avanzó de ronda, ya que solo accedía el ganador del grupo. El AS Central Sport quedó en segundo lugar de la zona con seis puntos (dos partidos ganados), diluyendo el sueño continental.
LA ISLA
Una experiencia de vida nueva que está acompañada por el fútbol. Nuevas costumbres, estilo de vivir y hasta las comidas se han tenido que adaptar.
“Me pude acostumbrar luego, al ambiente del grupo, a las comidas y al clima. No me costó mucho acostumbrarme, me pude manejar bien y eso se reflejó en parte en el juego”, dice Castillo, quien el próximo mes comenzará sus estudios de francés.
Una aventura para ambos futbolistas que hacen patria en la Polinesia Francesa.