Luego de las últimas lluvias que afectaron hace unas semanas atrás a la región de Coquimbo y que dejaron cuantiosos daños en caminos, predios agrícolas y sistemas de regadío, parlamentarios de la zona pidieron al gobierno central en su oportunidad, la declaración de Zona de Catástrofe para la región, solicitud que finalmente, llegó a buen puerto.
Ahora, y precisamente, ante los daños generados por el temporal en el agro, en especial, en Elqui y Limarí, y a solicitud del intendente Claudio Ibáñez y parlamentarios de la zona, se oficializó la declaración de Zona de Emergencia Agrícola a las 15 comunas de la región.
En sí, el decreto fue firmado el pasado 24 de mayo, no obstante, el día de ayer, en el edificio de la intendencia regional, y con la presencia del propio Ministro de Agricultura, Carlos Furche, se dio a conocer de manera oficial los alcances de esta medida.
Cabe destacar que este decreto implica que las medidas de mitigación y ayuda implementadas por el gobierno, a través en este caso, de los organismos dependientes del Ministerio de Agricultura como INDAP, INIA o la CNR, puedan ir en ayuda de los productores agrícolas y familias campesinas de manera más rápida y expedita.
Y es que la decisión de declarar a la región como Zona de Emergencia Agrícola se tomó luego de que los organismos pertinentes evaluaran en terreno la situación en la que quedó el agro luego de los eventos hidrometeorológicos del mes pasado.
“Desde el 24 de mayo toda la región de Coquimbo ha sido declarada Zona de Emergencia Agrícola, básicamente con la intención de agilizar y facilitar la ayuda para contribuir a superar las dificultades de las lluvias. Este decreto se expresa rápidamente en el trabajo del INDAP con los pequeños agricultores, en lo que se refiere a alimentación para ganado, que ha sido el problema a corto plazo más grave, pero el daño mayor está sobre todo en los sistemas de regadío. Para eso está operando la CNR de manera de garantizar antes de la próxima temporada de riego, estén resueltos los problemas fundamentales” señaló al respecto, el ministro Carlos Furche.
En ese sentido, el secretario de Estado aclaró además que, dado que el invierno aún no comienza, y que aún no se tiene claro el pronóstico meteorológico para los próximos meses en materia de recursos hídricos, la idea es “reponer la circulación del agua por los canales en que eso debe ocurrir, pero no abordar de momento, soluciones más estructurales”.
Agregó que “lo que le queremos garantizar a los pequeños y medianos productores de la zona es que a través del INDAP, y de la CNR les vamos a ayudar a enfrentar los problemas que se derivan de la concentración de precipitaciones caídas en poco tiempo y de los problemas que se han derivado de las lluvias de hace unas semanas atrás”.
En cifras, el ministro aseguró que respecto a los crianceros afectados, se estima que estos podrían llegar a los 350 en total, mientras que los daños registrados en los sistemas de regadíos estarían avaluados en unos 800 millones de pesos hasta ahora.
Por su parte, el intendente Claudio Ibáñez agradeció el apoyo brindado a la región por parte del gobierno central, indicando que la iniciativa se originó luego de realizado un diagnóstico general sobre la situación post temporal del agro.
“Terminado ese diagnóstico lo que hicimos fue solicitar, considerando los datos, el decreto de Zona de Emergencia Agrícola. Esto ya está en proceso de ejecución y eso ha facilitado la llegada de recursos tan necesarios para enfrentar esta contingencia” señaló el intendente.