La tragedia fue desatada por Osvaldo Campos Azócar, quien sufría de diversos trastornos emocionales que terminaron por empujarlo a una situación desesperada, al extremo de quitarse la vida mediante una inyección letal.
En ese contexto, es importante señalar que frente a situaciones de este carácter, la correcta intervención de profesionales que sepan actuar como mediadores en estas instancias que son críticas es fundamental, y por ende hay personas especializadas para intervenir y evitar que se susciten tragedias.
El jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Ovalle, comisario Raúl Muñoz, quien es experto en negociación ante casos de secuestro, señaló que en la Región de Coquimbo sólo hay dos personas que cuentan con esta expertiz.
Respecto a situaciones como las sucedidas en Monticello el fin de semana, Muñoz indicó que “esta sociedad va generando nuevas formas de actuar por parte de potenciales delincuentes. Si bien este hecho está asociado desde el punto de vista siquiátrico a una persona que tiene una patología, no es menos cierto que se trata de situaciones que pueden comenzar a darse con mayor frecuencia, desarrollando de paso la ludopatía. Debemos recordar que hay países donde se han dado situaciones muy similares, como en Estados Unidos, donde las policías han desarrollado técnicos que permiten enfrentar este tipo de situaciones al momento de reaccionar”, recalcó.
NEGOCIACIÓN
Si bien sostuvo que lo ocurrido en el casino Monticello fue una situación absolutamente inesperada, y donde la persona finalmente se parapetó en un baño interior de este centro de entretenimiento, es ese el momento en que debe comenzar el proceso “en el caso de la PDI para hacer deponer a la persona su accionar, preservando que no hayan otras que pudieran resultar dañas o impedir que esta persona desease quitarse la vida. Este tipo de procedimientos están regulados a nivel internacional”, argumentó.
En ese contexto, Muñoz subrayó que la PDI cuenta con un equipo de negociadores especializados y calificados para actuar en situaciones de este tipo. “En muchos de estos casos, la Policía de Investigaciones ha intervenido con éxito, sin contar con lesionados o con bajas que lamentar. Esto permite a la PDI validar su proceder, sobre todo en cuanto a la negociación. En la instancia de personas con algunos desequilibrios mentales, resulta fundamental utilizar la mediación. Así podemos interactuar, sobre todo con sujetos parapetados”, comentó.
CUANDO ALGO FALLA
En el caso de lo sucedido en el casino Monticello, donde no se pudo impedir hechos trágicos, el jefe de la Bicrim Ovalle apuntó a que falló precisamente la negociación. “La intervención por parte de personal debidamente capacitado es tremendamente importante. De acuerdo a experiencias internacionales, hay personas enormemente fundamentalistas que están dispuestos a perder su vida, y aun así hay un momento en que pudiese darse un espacio para deponer la acción. En ese contexto, hay técnicas que desarrolla la Policía de Investigaciones al momento de la negociación”.
En ese sentido, indicó que “si bien una persona puede tener la intención de quitarse la vida, aunque lo haya planeado con anticipación, hay minutos y horas que son valiosas al momento de la negociación y así generar la deposición de esta determinación. No basta sólo con aplicar la fuerza táctica, que si bien puede ser muy útil, ésta en realidad debe ser el último recurso. Por esto, el rol del negociador especializado es fundamental. De hecho, por planificación, en agosto tenemos una capacitación anual que está enfocada en reactualizar conocimientos y a estructurar nuevos procedimientos en cuanto a estas instancias, que conocemos como incidentes críticos policiales”, aseveró.
PERFIL DE ESTAS PERSONAS
Gustavo Yuri, destacado sicólogo local, hizo frente al perfil y la personalidad que pueden tener estas personas, más considerando que Osvaldo Campos Azócar había realizado una serie de acciones reñidas con la ley.
Hablamos de pelea en la vía pública, cuasidelito de lesiones, amenazas simples, lesiones menos graves, estafas, amenazas de atentado y detención por retener a menores por el no pago de una consulta. Además había sido expulsado del Colegio de Veterinarios producto de una serie de denuncias por maltrato animal. Incluso, señalan que tenía una lista de personas de las que “quería vengarse” y sufría de bipolaridad.
En ese contexto, Yuri va más allá y sostiene que “nadie nace ni malo ni bueno, ni tampoco con depresión. Hay miradas de la psicopatología que plantean eso, pero creo que si un niño no tuvo cariño, sufrió violencia, no contó con educación y no tuvo el sentido de la moral y de la responsabilidad se facilita que cuando sea adulto cometa este tipo de ilícitos. No podemos justificar lo que este individuo hizo, pero cabe preguntarse cuál es la historia que hay detrás de él, porque de pronto las personas nos enojamos, pero no llegamos a ese nivel de violencia”, argumentó.
Si bien sostiene que hay que preocuparse de lo que le sucede al individuo, cree que en el mundo hay un nivel de violencia tal que favorece que las personas literalmente se enfermen. “La violencia es algo común y tiene que ver con el modo en que nos relacionamos. No lo vinculo con una pandemia genética”.
Respecto de la ludopatía, sostiene que se trata de una adicción “espantosa”, no muy diferente de lo que sucede con los drogas o el alcohol, que “si a alguien se la quitan, puede generar acciones violentas y reacciones inesperadas”