Una nueva versión – la cuarta – del Foro InnovAgro, se llevó a cabo este miércoles, en donde expertos, académicos, agricultores y autoridades se dieron cita para abordar los desafíos a los que se enfrenta la actividad agrícola ante los efectos del cambio climático en la región, relacionado con el desarrollo de la agricultura sustentable y la innovación.
En la oportunidad, además de contar con la presencia del Ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier, la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray; y el seremi de Agricultura, Andrés Chiang, en el encuentro participaron académicos y expertos nacionales e internacionales, quienes dieron a conocer sus respectivas experiencias en el tema.
En ese sentido, durante el foro, realizado en la ciudad de Coquimbo, se abordaron los desafíos del cambio climático y las iniciativas que se han desarrollado en la agricultura en la zona norte de nuestro país y específicamente en la Región de Coquimbo, incluido lo realizado en la provincia del Limarí.
Básicamente se definió que el fenómeno del Cambio Climático es una realidad en Chile y en el mundo, cuyos efectos ya los estamos viviendo, y es precisamente, la actividad agrícola, uno de los sectores más afectados por este fenómeno, ya sea por la disminución o aumento de las temperaturas promedio, con la consiguiente disminución – en el caso de nuestro país – de las precipitaciones.
Dicho escenario, hasta ahora analizado mayormente como una amenaza, presenta sin embargo, espacios para generar nuevas oportunidades para el desarrollo del sector, donde la innovación juega un papel central.
En ese sentido, el agrónomo e investigador de la Universidad de La Serena, Jorge Núñez señala para nuestro país, hacia el año 2100 aumentará la temperatura en todo el territorio, en más de un 2°C, por lo que “todo aquello conlleva a que viviremos eventos climáticos extremos, tales como sequías y lluvias fuera de temporada en la macrozona norte (de Arica a Coquimbo). Por lo tanto, los esfuerzos apuntan a reflexionar en torno al cuidado del agua en cada región, y con mucha fuerza en el norte” señaló.
Ello, porque respecto a las cuencas hídricas de la región, se espera una progresiva disminución en los caudales de los ríos producto de la disminución de las precipitaciones y de pérdidas en la acumulación de nieve por el alza de la isoterma 0 °C. “Esto significaría una reducción de la capacidad de almacenar nieve a lo largo del año, y además alteraría los patrones temporales en que los caudales medios y extremos se manifiestan en las cuencas, especialmente aquellas de influencia nival” sentencia Núñez.
Ante tal escenario pues, el llamado es adaptarse a esta nueva realidad.
Desde ese punto de vista, el Ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier, afirma que “esto significa que podamos tener por un lado, una acción sobre los recursos que se ven directamente afectados por el cambio climático, siendo el más importante, el recurso hídrico. Por tanto, un elemento fundamental de esa adaptación tiene que ver con como manejamos estos recursos hídricos de forma adecuada y aseguramos su disponibilidad a futuro”.
Por otro lado, la autoridad insistió en avanzar en el desarrollo de especies y variedades nuevas “que se adapten mejor a estas condiciones restrictivas de recurso hídrico, para lo cual es fundamental la alianza con el mundo científico y las acciones que nosotros como Ministerio de Agricultura podamos hacer, poniendo recursos a disposición de investigadores, tanto privados como de la academia”.
En ese sentido, el seremi de Agricultura, Andrés Chiang, destacó el cambio que se ha podido visualizar de un tiempo a esta parte, en lugares como la Provincia del Limarí, donde los agricultores han ido optando por el cultivo de otras especies, mejor adaptadas a la falta de agua.
“Ahí podemos ir viendo cómo se han ido cambiando los tipos de cultivos, va disminuyendo la uva de mesa, pero van aumentando los cítricos; ya producimos más de la mitad de las mandarinas del país, y vemos la misma tendencia de crecimiento en limones o naranjas. Y vemos también como aumentan los nogales” subrayó.
Al mismo tiempo, la autoridad también relevó la labor que han realizado organizaciones locales, quienes han ido entendiendo el complejo panorama que se abre con el Cambio Climático en la región.
“Tenemos que destacar a las organizaciones de regantes, pues han logrado generar un modelo que permite que, en este momento, con el agua que tenemos acumulada hoy en día, puedan tener ya 4 a 5 temporadas aseguradas. Y eso es gracias a la capacidad de gestión de esa agua” subrayó.
Por lo mismo, la directora ejecutiva del FIA, María José Etchegaray, planteó que “en medio del desafío que significa el cambio climático, la innovación está llamada a jugar un papel central, a través del desarrollo, adaptación y transferencia de tecnologías, y manejos que permitan asimilar y enfrentar adecuadamente las nuevas condiciones”.
A su vez resaltó que el desarrollar la actividad agrícola al alero de un análisis estratégico de los riesgos climáticos propios de un lugar “incrementa notablemente las probabilidades de tomar mejores decisiones y, en consecuencia, aumentar la productividad y competitividad de los campos” sentenció.