Como cada 1 de noviembre, los cementerios reciben gran cantidad de visitantes, los cuales dedican ese día para rendir un homenaje a aquellas personas que ya han partido. Recordemos que si bien hoy miércoles la iglesia católica celebra el Día de Todos los Santos, la comunidad aprovecha también de vivir con solemnidad y de forma adelantada, el Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre)
SIGNIFICADO DÍA DE TODOS LOS SANTOS
Acerca del Día de Todos los Santos, P. José Antonio López, administrador parroquial en el Santuario El Niño Dios de Sotaquí, explica, “¿por qué el Día de Todos los Santos? Hay muchos santos que han sido declarados canónicamente por la iglesia católica, después de un proceso que sigue el Vaticano para declarar la beatificación de uno de ellos. Sin embargo, hay muchos otros que no han sido declarados canónicamente por la iglesia (…) hay muchos que no han llevado un proceso de canonización, pero han sido instrumentos directamente de Dios, pero la iglesia no tiene esos registros, canónicamente hablando. Por eso la iglesia recurre a la celebración de Todos los Santos, tanto los que han sido declarados por la iglesia, como los que no los han sido pero que sí Dios los ha escogido para la santidad”.
CONMEMORACIÓN DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS EN CHILE
López – de origen nicaragüense – cuenta que de acuerdo a lo que ha visto en la sociedad chilena, “la celebración del Día de Todos los Santos, se mezcla con el Día de los Difuntos. En vez de celebrar el Día de Todos los Santos, el primero de noviembre la comunidad cristiana celebra el Día de Todos los Difuntos”.
VALOR DE RECORDAR A QUIENES PARTIERON
Sobre el hecho de dedicar un día a honrar a los fallecidos, detalla, que “por una tradición muy antigua la iglesia conserva dentro de su estructura, como una ayuda espiritual, no solamente por los que ya han partido, sino que para nosotros los que aún permanecemos en este mundo. Por una parte, nos ayuda a nosotros a recordar a nuestros seres queridos que ya han partido, nos ayuda muchísimo porque es como una forma de estar con ellos, que si bien partieron no se han ido, aún su espíritu nos acompaña todavía de alguna manera. También no es una forma no solamente de recordarlos, sino de orar, de rezar por ellos”.
ORIGEN DE LA TRADICIÓN
En cuanto al origen indica, “en la segunda carta de los Macabeos, ahí Judas Macabeo justamente reza por sus compañeros que cayeron en la guerra. Él reza para que el Señor perdone los pecados que estos señores habían cometido. Por lo que Judas Macabeo invita a orar por los muertos, los que han caído en la batalla, entonces la iglesia católica, tomando ese texto bíblico, reza o rezamos por nuestros seres queridos para que el Señor lo purifique y los lleve a su descanso eterno”.