Un espacio para el Dirt Jump

    0
    57
    Con el correr del tiempo, los brincos se hicieron más altos y los trucos más técnicos.

    Un verdadero espectáculo fue el que brindaron los bikers ovallinos este domingo por la tarde. Y es que además de sorprender con la pista construida mediante esfuerzos y recursos propios; con sus saltos y trucos dejaron tiritones a los espectadores que llegaron hasta el terreno situado a un costado de la avenida Manuel Peñafiel Olivares. 

    El estreno fue todo un éxito y los objetivos trazados se cumplieron a cabalidad. Por un lado, la comunidad ovallina tuvo la oportunidad de presenciar el Dirt Jump, la modalidad freestyle que consiste en saltos acrobáticos usando rampas de tierra. Por otro, los corredores locales y foráneos mostraron todo su talento. Por varios pasajes se imitó la recordada escena de la película E.T., el extraterrestre, en la que Elliott pedalea ignorando la gravedad. 

    En la adrenalínica exhibición, los velocipedistas se desplazaron por las cuatro líneas a disposición. La primera patita se consignó en el Pump Track que está justo detrás de la distribuidora de gas Abastible. Allí, grandes y chicos exhibieron su velocidad sobre los montículos. Posteriormente, se movieron a las otras tres pistas de Dirt Jump, cada una con su respectivo grado de dificultad. En ese entonces, los asistentes quedaron boquiabiertos. No podían creer la altura de algunos brincos y la técnica de ciertas piruetas. Esa fue la tónica desde las 17.00 hasta las 20.00 horas. 

    Cabe destacar que fueron los mismos bikers limarinos quienes durante los últimos meses ‘tiraron pala’, sacaron escombros y cargaron tarros de tierra y agua para construir la particular cancha. Si bien recibieron aportes de algunos privados, como herramientas por ejemplo, la gestión fue propia. Su motivación los llevó incluso a reunir dinero para arrendar una máquina retroexcavadora y así facilitar el duro trabajo de cara a la inauguración oficial. 

    Unos de los capos en la disciplina es Alex Carvajal, más conocido como ‘Rata’, quien además de animar la jornada deleitó a los presentes con su aptitud sobre la bicicleta. 
    En conversación con diario el Ovallino, comentó que “cuando inicié en este deporte fue súper difícil porque Ovalle no contaba con un lugar específico para practicarlo. Entonces, todos estos años he estado tratando de crear espacios. Por ejemplo, cuando pusieron rampas en la Alameda, nosotros con recursos propios las fuimos reparando, hasta que un día simplemente las sacaron, supuestamente para ser trasladadas, pero quedaron botadas en el Cendyr”.

    En relación al terreno y la creación de la pista que fue tanteada por más de 50 riders, formuló que “antes estaba lleno de escombros y basura (…) unos chicos hicieron un pequeño salto, fuimos a ver con unos amigos, nos motivamos, arrendamos una máquina y comenzamos la construcción. Poco a poco se fueron sumando más ciclistas y agrandando los saltos”. 

    Eso sí, antes de comenzar a ‘tirar pala’, Alex averiguó sobre el sitio para  no llevarse sorpresas en el futuro. “Es del Serviu y es una zona de inundación, entonces no se puede construir nada sólido. Pero a nosotros nos sirve, además para hacer los saltos sólo necesitamos tierra y agua, y el área cuenta con un pozo, que hemos limpiado y cuidado”, aclaró. 

     “Son tres líneas para saltar, una para los que están iniciando en el deporte, una para bicis grandes y otra para los más expertos, muy técnica. Además hicimos una pista con montículos para que los más chicos aprendan”, complementó el también presidente del club Simplebike.

    Asimismo, el joven que lleva cerca de 10 años montando su regalona develó que el espectáculo sirvió como prueba para un paso mucho más grande. “Vinieron amigos de Combarbalá, Vallenar, La Serena, Coquimbo, Guanaqueros y Tongoy. Ellos aprobaron la zona para hacer un campeonato en febrero, esa es la idea”.

    Por último, resulta importante mencionar que el acontecimiento también sirvió para ayudar a un compañero del pedal. Hace días, uno de los involucrados en la cimentación de la huella sufrió un accidente y tuvo que ser operado de una de sus muñecas. En este escenario, el magullado aprovechó la ocasión para vender sus características paletas, recaudar fondos y así apalear los costos de la rehabilitación.