Llegar, vivir, trabajar y trabajar

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    3) Compañeros de hogar se saludan fraternalmente después de un largo día en el packing.

    En Chile la llegada de haitianos  ha tenido un aumento considerable, según los datos entregados por la extranjería del aeropuerto, sección que está a cargo de  Policía de Investigaciones  (PDI), las que arrojaron cifras como la del  2013, años en el que 2.428 haitianos que ingresaron al país, cantidad que contrasta totalmente con la actual, ya que esa esos número se han triplicado. Hoy en día son alrededor de 104.782 los que residen en Chile y éstos se pueden ver trabajando en el sector agrícola, en construcciones o de junior en alguna empresa, pero trabajando al fin y al cabo.

    Haitianos viviendo en Ovalle

    En la ciudad hay una considerable cantidad de inmigrantes, en su mayoría son haitianos que se fueron de su país por problemas políticos y optaron por la comuna como un lugar para poder radicarse y lograr estabilidad económica. Así lo indica Pressoir Alceus, haitiano residente, “Tenía problemas políticos en mi país, por eso me vine a Chile para tener una vida tranquila. Después cuando llegamos para acá  conseguimos trabajo para poder vivir, por eso llegamos, para  trabajar, para seguir luchando”.

    El joven, vive con ocho personas más en Ovalle, algunos son su familia y otros amigos, pero todos viven en comunidad en la casa que ellos llaman hogar. Todos los días en la madrugada gran parte de ellos se levantan para ir a trabajar en los packing de Monte Patria, ya que de eso es lo que viven actualmente, pero lo que ellos quieren es poder regularizar el tema con  sus papeles para poder trabajar en lo que ellos estudiaron en su país natal, ya que algunos son profesionales. Wensky Simé, quien también vive en la pequeña comunidad, es mecánico de profesión pero no puede ejercer debido a que no posee la visa, el permiso de trabajo y el carnet, “Acá no se puede trabajar sin papeles, eso está perjudicando a algunos que  no pueden trabajar en lo que estudiaron.  Hay pega de conducto y chofer, pero siendo extranjeros no podemos postular a eso trabajos”, señaló.

    Por otro lado, al verse limitado por estos problemas de papeles, tiene inclinarse solo por algunos trabajos que se les ofrece, ya que al no manejar el español no pueden saber sus derechos, es por esta razón que en distintas situaciones se han intentado aprovechar de eso.

    Uno ejemplo tal, es el arriendo de la vivienda, según Mamadou Gueye, profesor senegalés que ayuda a los haitianos a comunicarse. “A ellos les cuesta arrendar, por eso se juntan hasta ocho personas viviendo, porque les cuesta. A veces los dueños de casa se aprovechan. Pero ahora no han tenido problemas con los dueños de esta casa. Ellos les pagan al días que corresponde, ellos le pagan bien”

    Tres son las mujeres que habitan en esa casa, las cuales además de dedicarse al tema de la agricultura y ser temporeras, también son las encargadas de las actividades domésticas como hacer el almuerzo, ordenar la casa, lavar la ropa.

    La religiones no dejan de estar presente en esta pequeña comunidad, ya que en sus integrantes se puede encontrar católicos, protestantes, testigos de Jehová, baptista y hasta ateos. Para ellos estar en otro país no ha sido impedimento predicar su fe. Así lo comenta Pressoir, “Acá hay de todas las religiones, y todos respetamos eso. Cada vez que podemos vamos a la iglesia”.

    Hoy en día son una verdadera familia y rescatan el trato que han tenido la mayoría de los ovallinos con ellos, ya que no han tenido ningún problema de discriminación racial u otro tipo , pero lo que más lamentan es no poder conseguir los trabajos para los que están realmente preparados tanto físicamente como académicamente. Es por esto que Mamadou enfatizó que ellos son muy trabajadores y que hay que ver cómo se puede ayudarlos con el tema de los documentos, porque ellos sólo vienen a trabajar.

    Problemas con los documentos

    En Ovalle, el año 2016 se registraron 335 solicitudes de residencia en Extranjería, número que contrasta con la del 2017, ya que este aumento a 1400. De esta cifra se desprende un 28.5% de población haitiana. Pero el problema es otro, ya muchos se encuentran de manera irregular.

    Lo contrario sería si tuvieran un contrato indefinido, ya que podrían trabajar tranquilamente. Sin embargo para que esto suceda el extranjero debe obtener su visación de residencia correspondiente en Chile o el permiso especial de trabajo para extranjero, según lo indica el código del trabajo. La visa temporaria la pueden conseguir los extranjeros que tengan vínculo con chileno, vínculo familiar con residente con permanencia definitiva, los profesionales y técnicos de nivel superior, los inversionistas, y los ciudadanos de los estados parte del Mercosur

    No obstante, el haitiano que se encuentra trabajando en la agricultura, en construcción, puede permanecer en Chile, ya que es un empleo por un tiempo determinado. Por otro lado,  el inmigrante que es profesional no puede ejercer su carrera debido a que necesita la aprobación de la Universidad de Chile, la cual se norma a través de un reglamento  y que además se deben cancelar una suma de dinero.

    A pesar de todas las dificultades que tiene los haitianos, la mayoría de las veces son reconocido por el trabajo que realizan, según la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) que reveló que el 30% de los empleadores de Chile piensan que los extranjeros atienden mejor que los mismo chilenos. También un 26%  cree que los inmigrantes están siempre dispuestos para realizar trabajos que los chilenos no quieren.  Además de que poseen mayor capacidad física, su mano de obra es de menor costo y que trabajan mucho mejor.

    Esto indica que los haitianos realizan un arduo trabajo, sea cual sea ellos lo ejecutan de excelente manera y esta familia que se vino a vivir a Ovalle, lo ha demostrado, eso conversan  Wensky Simé y Pressoir Alceus, quienes nos hacen saber que lo único que desean ellos, sus amigos y familiares, es un buen porvenir en las tierras limarinas.