La Galería Azul: El punto multicultural de Ovalle

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    La Galería Azul se transformó en un punto de encuentro entre culturas chilenas, colombianas y dominicanas. (Foto: Rodolfo Pizarro)

    Ya no es novedad la llegada y residencia de ciudadanos extranjeros en la provincia. Muchos buscan en Ovalle una oportunidad para continuar desarrollando su vida, dejando atrás a una familia en su país de origen. 

    Y en la misma capital limarina hay un lugar en el que se convirtió en un punto multicultural. Esta es la popular ‘Galería Azul’, ubicada en plena Alameda avenida Ariztía oriente, entre Benavente y Maestranza. Un punto de encuentro donde se mezclan los sonidos chilenos, colombianos y dominicanos.

    Desde hace dos años que la inmigración en Chile –y en particular en Ovalle- registró un aumento considerable. Según el Censo 2017 los ciudadanos extranjeros que prefirieron el país para continuar con sus proyectos de vida superaron las 600.000 personas y cada vez aumentan las solicitudes de residencia en las oficinas de extranjería.

    En el caso de la provincia, el crecimiento de ciudadanos colombianos experimentó un alza en el último año. De las 68 solicitudes de residencia ingresadas en la oficina de Extranjería de la gobernación de Limarí en el 2015, aumentó a 137 el año 2017. Y desde el 2 de enero del 2018 a la fecha se registran 56 solicitudes. Un incremento que se evidencia, por ejemplo, en el mencionado centro comercial, donde las 13 peluquerías o barberías son la característica principal. De hecho, ya algunas personas la conocen como ‘la galería de las peluquerías’.

    En este mismo período aumentaron los locatarios estilistas, quienes vieron en los cortes de pelo una oportunidad de negocio. Y el público no falló, ya que se han convertido en sus preferidos. Los primeros extranjeros en instalarse en la galería fueron ciudadanos colombianos, quienes primeramente estaban ubicados en calle Arauco. Se instalaron en el segundo piso del centro comercial y comenzaron a atraer al público cautivo y necesitado por un corte de pelo diferente, distinto al común que ofrecían las peluquerías ya instaladas en la ciudad.

    Héctor García es el director de la Radio Nuevo Mundo de Ovalle, emisora que tiene sus estudios en la galería. Siendo uno de los locatarios más antiguos, ha presenciado el cambio del centro comercial.

    “Son muchachas muy simpáticas, tienen un grato pasar, por lo que tienen una clientela fija con muchachos adolescentes y jóvenes. Poco a poco comenzaron a llegar más colombianos, se instalaron con más peluquerías y los pocos lugares que estaban ocupados comenzaron a desaparecer e instalarse nuevas peluquerías. Los colombianos y unos dominicanos son los que habitan esta galería”, dice.

    El mismo locutor sostiene que primeramente coexistían cafeterías, tiendas de ropa, artículos electrónicos y algunas peluquerías atendidas por chilenos.

    “A mí me parece muy bien que se instalen, ya que le han dado vida a la galería. Ellos no han tenido problemas con los chilenos que estamos acá. Acá había algunas peluquerías atendidas principalmente por mujeres y han tenido que arrendar su espacio o bien irse, porque no son competencia para los colombianos”, agrega.

     

    PELUQUERÍAS CON ACENTO CARIBEÑO

    Son 22 locales, de los cuales 20 se encuentran en arriendo, con doce peluquerías (ocho de Colombia y una dominicana), una óptica, un centro de llamados, una radio, un bazar, una tienda de productos de skater, entre otras.

    “Hace cinco años llegó la moda de los cortes de pelo ‘urbanos’ influenciados principalmente por los futbolistas, con diseños, donde los colombianos se especializaban en este tipo de confecciones”, cuenta Wladimir Rodríguez, administrador de la galería.

    El cambio notorio comenzó en el 2015, cuando se instaló la primera peluquería de estilo urbano atendida por colombianos. Desde ese momento, la demanda por cortes de pelo urbanos se disparó. La buena atención, alegría y conformidad con el trabajo fue lo que cautivó a las personas, sobre todo jóvenes de entre 14 a 29 años.

    “Me han tratado bien aquí. Trabajé un año en Colombia como peluquero y los clientes han estado satisfechos con el trabajo que hacemos. Antes de venir me han dicho que a los chilenos les gusta cómo cortamos el pelo, no sé por qué, pero les gusta. Tal vez es el tipo de corte o también el buen trato que tenemos con ellos. Algunos me dicen que tenemos una buena atención y entramos en confianza”, destaca David Murillo, peluquero recién llegado desde la ciudad cafetera de Cali.

    Los únicos dominicanos se encuentran en el primer piso, al fondo. Barbería Dominicana Los Hermanao es liderada por ‘Manao Azicalao’, como le gusta que lo llamen. Con 17 años de experiencia en el rubro, llegó a Ovalle motivado por las buenas condiciones de vida del país.

    “Primero estuve nueve meses en una peluquería de esta misma galería, luego seis meses en otra hasta que tengo mi propia peluquería. Nos ha ido bien gracias a Dios, los clientes siempre me apoyan y estamos muy motivados. La atención que les damos a los clientes es a destacar y la calidad en el corte de pelo, eso dicen los clientes. Porque yo no voy a decir que soy el mejor peluquero, pero los clientes se sienten cómodos en el local. Hay música, el ambiente es bueno, somos dominicanos alegres”, afirma.

    Con su barbería da trabajo a otros tres dominicanos, quienes se adaptan a Ovalle.

    Sin embargo, no todos están tan contentos con sus costumbres o formas de ser. Algunos locatarios consideran que escuchan música elevada, y que no permite una buena armonía entre todos. A pesar de esto, destacan las ventajas del arribo caribeño.

    “Nosotros tenemos hace cinco años nuestra propia clientela y también la llegada de ellos nos favorece, porque más personas ingresan a la galería, nosotros nos damos a conocer y captamos a clientes nuevos. El problema es que local está un poco escondido, pero eso nos sirve para darnos a conocer” dice una trabajadora de uno de los locales más antiguos de la galería, que prefirió mantener su nombre en reserva.

    Tanto ha sido el boom de las peluquerías en la galería que el mismo arriendo de los locales ha subido conforme pasa el tiempo. “La ley de la oferta y la demanda”, dicen algunos ante el alza de los arriendos que, según su administrador, son más baratos que locales que se encuentran en calle Benavente.

    Varios locatarios concuerdan que el cambio fue positivo. Además de mantener vivo el centro comercial, se evidencia un ambiente distinto, casi de fiesta, que alegra a muchos, sobre todo a los clientes.

    “Los muchachos tienen su alegría, son diferentes a nosotros, pero eso no es problema. Hemos convivido bien y como en todo comercio, se disputa al cliente. Los que están ubicados al inicio de la galería tienen más espacio, son más visibles para la gente, pero pagan otros valores respecto a otros locales”, dice el administrador.

    La ‘Galería Azul’ se transformó en un punto multicultural de Ovalle, donde sus locatarios esperan que el tiempo de bonanza no se acabe.