Todo parecía ir bien para Jacinto Cundumi, ciudadano colombiano que llegó a Chile buscando mejores oportunidades, hasta que una desagradable situación le haría perder parte de su sueldo y ropa que le había comprado a su hija previo a la navidad y lo que es peor, lo haría sentirse humillado, discriminado y desprotegido por las instituciones.
Su vida iba normal, había conseguido un empleo que lo llevó a trabajar a la localidad de Pisco Elqui, donde permaneció una temporada. Posteriormente se trasladó a la comuna de Ovalle para trabajar en una obra de construcción, sin embargo una situación que él señala como “discriminatoria”, lo haría sufrir una de las peores experiencias que se puede padecer en una tierra ajena, donde hasta estuvo detenido.
Cuando llegó a Ovalle consiguió arrendar una habitación cercana a su trabajo, todo iba bien, y no había tenido inconvenientes con la dueña del inmueble, a quien le había incluso preguntado si en el futuro podía traer a su familia, sin tener ningún tipo de objeción. Hasta que decidió tender una mano a una chica extranjera que no tenía donde dormir. Allí comenzaron los problemas.
“Llego una muchacha extranjera y no tenía donde llegar y yo le dije que podía llegar allí. La muchacha no incomodaba en nada, ocupábamos el mismo lugar y la señora se incomodó y me llamó la atención, yo le dije a la señora que ella se iba a ir luego y que yo solo le estaba dando un apoyo simplemente, ella ya había conseguido empleo y ya iba a conseguir un lugar para irse”. Relata Cundumi, quien recuerda que poco a poco comenzaron a tener problemas de convivencia con la dueña de la casa, por lo que decidió llamar a Carabineros para que se respetaran sus derechos.
“Para evitar problemas fui y llamé a Carabineros para que dieran a conocer los derechos, pero ellos no me dieron una solución, ellos estuvieron allí, preguntaron a la señora si tenía contrato y comprobante de pago. Ese día yo recibí agresiones verbales de la señora y luego comencé a buscar otro lugar para vivir”.
Cundumi indica que el 8 de diciembre pagó el mes que correspondía y luego la dueña de la casa le solicitó que dejara la habitación de forma agresiva, amenazando con tirar sus pertenencias a la calle, por lo que se dirigió nuevamente a Carabineros, para conocer qué es lo que debía hacer en ese caso.
“La dueña de casa me cobró el arriendo y luego me amenazó con tirar mis cosas a la calle si no me iba, ella fue con una amiga y empezó a agredirme y a ofenderme, señalando que ella ya tenía su plan con Carabineros. Yo subí tome una ducha y me fui a Carabineros y les dije lo que me pasaba, que no aguantaba las agresiones, allí me dijeron que ella no podía hacerme eso, que ella tenía que darme un mes para encontrar otro lugar y que no podía tirar las cosas a la calle”.
Sin embargo, la dueña de la casa también llamó a la policía y acusó a Jacinto de amenazas, “Ella en tanto llamó a Carabineros y les dijeron que yo las había amenazado que yo les iba a pegar y que ese era el motivo por el que me estaban echando a la calle”.
“Luego de ir a tratar de denunciar a la señora me fui a la barbería y en eso me llama un carabinero para decirme que fuera a recoger las cosas y que la dueña de la casa va a tirar las cosas a la calle. Pero yo no quería tener más problemas con la señora y decidí ir a la comisaría, fue entonces cuando me detuvieron diciendo que era porque encontraron droga y por las supuestas amenazas a la señora, ella me mandó preso”, indicó el ciudadano colombiano, recordando con impotencia ese episodio, donde se sintió violentado, debido a las falsas acusaciones.
EL ROBO
“El día 5 de diciembre recibí mi sueldo, yo lo tenía guardado en mi maleta, en mi habitación, además había comprado unos buzos para enviar a mi hija. Parte del dinero era para enviar a mi familia a Colombia y también para pagar el arriendo y cuando salí no llevé ese dinero conmigo, solo para el transporte”.
Jacinto Cunduni asegura que el dinero se perdió cuando estaba detenido, ya que al otro día, cuando volvió, ya no estaba. “Ellos entraron a mi habitación, me robaron el dinero más un celular inteligente que tenía. Estoy herido, ofendido, discriminado, me siento mal, sacaron mi dinero, me mandaron preso, al otro día me dejaron en libertad, el juez me dio dos días para irme de la casa de la señora y me dio una orden de alejamiento, yo acepté sin saber si me habían robado”.
Cunduni continúa su relato, “interpuse una denuncia en fiscalía para que investigara como se perdió mi dinero. Después de dos meses me dice que mi caso está archivado, nunca me llamaron a una entrevista”.
Para Cunduni la situación es violenta, por lo que se siente maltratado y solicita que se respeten los derechos de todas las personas y se haga justicia “Lo más triste para mí es que me están acusando de narcotraficante y yo he venido a este país a trabajar. Desde que llegue ha sido trabajar y trabajar y respetando a cada quien sus derechos y así exijo que se respeten también los míos. Yo lo que quiero es que hagan justicia, que me hagan conocer mis derechos y que acaben con esos atropellos hacia los extranjeros”.