Hace unos días, en la Cámara de Diputados se aprobó por 83 votos contra 51, y 4 abstenciones, el proyecto de ley que establece el nuevo – y polémico – Estatuto Laboral para Jóvenes Estudiantes, iniciativa presentada por el gobierno en abril pasado.
La idea del ejecutivo es incentivar la inclusión laboral de jóvenes de entre 18 y 28 años por medio de contrato especial, y que se encuentren cursando estudios superiores en instituciones educacionales reconocidas por el Estado, condición que deberán acreditar cada seis meses a sus empleadores.
En ese sentido, se espera que cerca de 18 mil jóvenes puedan verse beneficiados con la aprobación de esta ley, la cual, entre otras disposiciones no considera al sueldo del joven trabajador como un ingreso, por lo cual, éstos podrían seguir accediendo a beneficios estudiantiles como la gratuidad universitaria.
Además, en temas de cobertura de salud en tanto, el proyecto contempla que los jóvenes se mantengan en su condición de carga familiar.
El estatuto contempla además que el contrato no pueda exceder las 30 horas semanales, ni distribuirse en más de 6 días seguidos. Diariamente, la distribución durante el día puede ser continua o discontinua, pero sin exceder las 12 horas entre que comienza y termina la jornada. Además, el máximo diario a trabajar no puede ser superior a 10 horas.
FORMALIDAD
Más allá de estas medidas sin embargo, el proyecto también tiene sus detractores, quienes acusan que la iniciativa precariza el empleo de sectores jóvenes, en especial, respecto a su estabilidad laboral, la alta flexibilización de la jornada, o que el contrato de estudiantes reemplace aquellos puestos de trabajo que tendrían carácter de permanente, objeción manifestada por la Organización Internacional del Trabajo.
No obstante, para el diputado por la región, e integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Francisco Eguiguren, la iniciativa presentada por el gobierno viene a ordenar una situación en que los jóvenes, se encontraban totalmente desprotegidos.
“Hoy día un 43% de los jóvenes en Chile trabaja de manera informal, sin protección, y sin seguro de ninguna naturaleza” expresó, agregando que el estatuto “viene a dar formalidad al trabajo joven, con todos los seguros y los beneficios que puede tener un joven estudiante que quiere trabajar para costear sus estudios”.
A nivel regional, el legislador RN indica que cerca de un 40% de los jóvenes trabaja de manera informal, por lo que contar con una ley específicamente para reglamentar el empleo juvenil es necesaria y que de ninguna manera implica precarizar su condición.
“Buscamos darles garantías de que ellos van a poder ocupar esos espacios que tengan libres en sus jornadas estudiantiles para ocupar trabajando. Hoy día un joven no puede hacer esto, porque la ley exige continuidad horaria. Por eso hoy, los jóvenes estudian en la mañana o en la tarde, y en la otra mitad trabajan. Al final quedan reventados, y eso no es vida.
Eguiguren señala que el proyecto establece un tipo especial de contrato, denominado ‘contrato alternativo de trabajo para estudiantes trabajadores’, “algo que está en todas partes del mundo. En cualquier país civilizado existe una ley que permite que un joven pueda ocupar sus ventanas horarias que le quedan libres en la universidad o en el instituto para poder trabajar, y así complementar estudio y trabajo, lo que hoy día es imposible para ellos”.
“VUELTA DE CARNERO”
El diputado por Renovación Nacional lamentó que el día de la votación del proyecto sectores de la ex Nueva Mayoría y del Frente Amplio votaran en contra de la iniciativa, pues asegura, que en la Comisión de Trabajo hubo un acuerdo transversal para aprobar la iniciativa en dicha instancia.
“En la comisión se incorporaron al proyecto indicaciones que venían desde el Frente Amplio hasta el gobierno para que el estatuto saliera lo más mejorado posible, y para que fuera un proyecto que interpretara a todas las personas. Tanto el Frente Amplio como la ex Nueva Mayoría, lo votaron a favor unánimemente en la comisión, y así se fue a votación en Sala” explica.
Por lo mismo, el parlamentario criticó lo que su juicio fue una “vuelta de carnero impresionante de la izquierda” la votación en contra de una parte de la oposición en la votación en Sala, lo que sin embargo, no fue obstáculo para que el proyecto pasara su primera prueba.
“Nos dimos cuenta que hay dos tipos de oposición; la oposición constructiva que estudia, que analiza los proyectos y los apoya, y otra oposición que no estudió los proyectos, que no los conoce y que ideológicamente los rechaza per se” concluyó.
En tanto, el proyecto deberá ser ahora revisado por el Senado.
Otros aspectos del Estatuto
La normativa establece que se entenderá como "estudiantes trabajadores" a toda persona entre 18 y 28 años inclusive, quienes se encuentren "cursando estudios regulares o en vías de titulación". Éstos podrán pactar un contrato especial con sus empleadores.
Si la persona cumple 29 años, o termina o deja sus estudios, se volverá a regir por las normas generales del Código del Trabajo.
Respecto a la jornada, cada cuatro horas trabajadas, el estudiante trabajador tiene derecho a, por lo menos, media hora de descanso y colación. Por otro lado, el contrato especial no permite que el estudiante trabajador tenga horas extra.
Además, el estatuto establece que "el estudiante trabajador tendrá derecho a un permiso sin goce de remuneración con ocasión de rendir sus exámenes académicos".