El cambio de hora que se realizó el pasado sábado 11 de agosto fue el último establecido en el Decreto Supremo 253 de 2016, lo que obliga al Gobierno a definir el nuevo régimen horario del país. Dicho decreto establecía horario de invierno (UTC -4) durante tres meses, entre el segundo sábado de mayo y segundo sábado de agosto, y el resto del año horario de verano (UTC -3).
Durante los últimos tres meses, el Ministerio de Energía consultó a más de 40 representantes de instituciones públicas y privadas, de la sociedad civil y especialistas, para recopilar antecedentes técnicos y científicos sobre el impacto de los husos horarios en la salud, educación, productividad, seguridad, telecomunicaciones, transportes y eficiencia energética, entre otros, según informó en un comunicado oficial.
El nuevo régimen horario: Cinco meses de invierno y siete de verano
“Hemos decidido como Gobierno que a partir de 2019 se aumentará a cinco meses el horario de invierno (UTC -4), del primer sábado de abril al primer sábado de septiembre. Ello permitirá tener más luz en las mañanas. Por ejemplo, se reducirán prácticamente a cero los días en que el sol saldrá después de las 8 de la mañana, entre las regiones de Arica y El Maule. Lo que beneficiará a 12,6 millones de personas, que equivale al 70% de la población. En el resto de las regiones de Biobío a Aysén habrá muchos más días con luz en las mañanas”, anunció la ministra de Energía, Susana Jiménez.
La Secretaria de Estado enfatizó que ello “es relevante porque la ciencia ha demostrado que tener luz natural en las mañanas es muy importante para el bienestar de las personas y, en especial, para el crecimiento y aprendizaje de los niños. Y los niños, en nuestro Gobierno, tienen una atención prioritaria y un cuidado especial”.
El subsecretario Ricardo Irarrázabal agregó que la evidencia científica ha demostrado que iniciar las actividades diarias sin luz natural tiene un efecto negativo sobre la salud, la concentración y el desempeño de las personas, especialmente en niños y adolescentes, quienes por su ciclo biológico de crecimiento despiertan naturalmente más tarde que los adultos, y requieren de luz natural para un mejor aprendizaje.
Susana Jiménez también destacó que el horario de verano comenzará el primer sábado de septiembre de cada año, lo que permitirá también tener más luz en las tardes.
La Región de Magallanes y la Antártica Chilena mantendrá su horario de verano durante todo el año, tal como lo decidió la ciudadanía en 2017, pero el Gobierno promoverá una Mesa de Diálogo Regional para recabar su opinión al respecto.