Desde hace tres años que Jocelyn Araya practica diariamente el atletismo. Entrena diariamente, primero en la popular rampla en el frontis del colegio San Juan Bautista, y luego en el Estadio Diaguita. Todo con el objetivo de convertirse en una seleccionada nacional.
Su especialidad son las pruebas de fondo, donde actualmente entrena por los 800 y 2.000 metros planos. Cuando tenía 11 años, Jocelyn integraba la academia de fútbol de la Escuela Helene Lang de Ovalle, pero en una clase de educación física le llamó la atención la disciplina y constancia que tiene el atletismo. Desde ahí no se ha detenido en entrenar y mejorar su rendimiento.
“Al primer campeonato que fui salí primera. Había entrenado y siempre me ha gustado ganar. Me empezó a gustar el atletismo y los entrenamientos hasta que me tomó el profesor Manuel Zavala”, recuerda.
Actualmente registra un tiempo de 2 minutos con 45 segundos en los 800 metros planos, “un tiempo bajo aún”, dice, mientras que en los 2.000 metros bordea los 8 minutos. Y los entrenamientos están destinados a bajar esas marcas.
Estuvo a pocos segundos de clasificar a los Juegos Deportivos Escolares 2018. Salió campeona regional en la categoría infantil, pero no logró realizar la marca mínima para la prueba. A pesar de esto, su entrenador Manuel Zavala indica que hay futuro en Jocelyn.
“Fue campeona regional por cerca de 200 metros a nivel regional, ganó, salió primera en los sub 14, pero no logró la marca mínima. Es una atleta con harto potencial, pero por varios motivos, sobre todo por lesiones se ha ido quedando. Por sus características, ella tendría que ser una buena fondista, es la mejor fondista que hay en la región en la categoría infantil”, cuenta.
Y Jocelyn está enfocada en lograr sus sueños.
“Me gusta, porque siento que me puedo desahogar corriendo, es lo que me gusta. Me siento libre. Me gusta entrenar y me gustaría ser la mejor en el atletismo, para eso hay que entrenar”, cerró.