En medio de un contexto en donde los temas concernientes a la equidad de género son parte de los temas fundamentales de las conversaciones y políticas de Estado, y en el momento en que el gobierno ha lanzado la campaña “No lo Dejes Pasar” para luchar el flagelo de la violencia contra la mujer, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ivón Guerra llegó hasta la provincia del Limarí para hacer un reconocimiento muy especial.
Y es que en medio de la reivindicación del trabajo femenino, la autoridad regional se acercó a la empresa minera Altos de Punitaqui invitada por esta empresa, para reunirse con las mujeres que trabajan en este yacimiento,
En la oportunidad, la seremi destacó que la minera tuviese internalizada como política organizacional el generar espacios para el crecimiento del género femenino, hablando en términos no solo de contratación, sino que también “de capacitación y movilidad interna, derribando mitos y barreras respecto del rol de la mujer en minería”.
En ese sentido, manifestó que “buscamos generar estos espacios a través de las alianzas, en este caso con Minera Altos de Punitaqui, que cumple con la incorporación de mujeres en sus operaciones, incluso por sobre la media nacional. Hechos como este nos hacen ir adquiriendo fuerza para seguir trabajando en que estos ejemplos se repliquen a nivel nacional”.
La autoridad destacó que la presencia femenina en la empresa llega al 12%, superando ampliamente la realidad de la región, en donde la contratación de mujeres en la minería regional ronda un 7,8% de la dotación total.
MUJER MINERA
Katy Veas es una joven madre que partió en la empresa Altos de Punitaqui como auxiliar de aseo en 2013. Pero con el paso del tiempo fue mostrando habilidades que no pasaron desapercibidas y hoy es asistente administrativa del área de Geología.
“Esta etapa ha sido un crecimiento personal muy importante. Pasé de hacer aseo en las distintas áreas, a hacer reemplazo de la secretaria de gerencia cuando no estaba. Me esforcé en aprender y hacerlo bien hasta que me contrataron por la empresa como asistente administrativa del Área de Geología” señaló.
No obstante, Katy Veas no es el único ejemplo, pues Gladys Tapia, es otra madre que ingresó a Altos de Punitaqui en el año 2010 sin conocimientos previos en el área en que ejecuta sus labores. Fue aprendiendo poco a poco, tuvo la oportunidad de estudiar y hoy es técnico minero y asistente del Laboratorio Metalúrgico de la compañía e integrante del Comité Paritario.
“Hace algunos años no se reconocía a la mujer por su trabajo en minería. Hoy estamos en otro nivel y podemos aportar detalles y delicadeza a los trabajos. Muchas se dejan estar y prefieren quedarse en su casa en roles clásicos dictados por el machismo. Por eso nosotras podemos ser un empujón para la realización de todas ellas y darles a entender que sirven para muchas más cosas que sólo hacerse cargo de los quehaceres del hogar” señaló.
¿Y por qué se destaca el trabajo femenino? Pues sin duda, lo que más se releva es el nivel de detalle y autocuidado que las mujeres le imprimen al trabajo en contextos de minería. De hecho, las estadísticas de accidentabilidad en el género femenino son muy inferiores a la tasa de accidentes que tiene el género masculino, según datos oficiales.
Jaime Muñoz, superintendente de Sustentabilidad de la minera, comentó que “nos sentimos orgullosos con el plan estratégico de contratación de mano de obra femenina. Queremos seguir impulsándolo porque sin duda nos ha dado luces y frutos no solo en materia de productividad y en materia de retención de talentos, sino que por sobre todo en materia de seguridad”.
La seremi Ivón Guerra agregó que “queremos muchas mujeres trabajando contentas, y más aún en un área que por mucho tiempo ha sido solamente de hombres. Algunas llegaron haciendo el aseo y hoy son buenas secretarías. Eso merece un reconocimiento para ellas y la empresa”.