Cuando se habla de Teatros en Chile, podría considerarse que son “elefantes blancos”, ya que era tradición que estas enormes infraestructuras culturales con el pasar de los años se convirtieran en pesos muertos, por falta de financiamiento para mantener una cartelera y sin público que diera vida a estas construcciones.
El Teatro Municipal de Ovalle, no tenía por qué ser la excepción a la regla, sin embargo este jueves está arribando a sus primeros cinco años de vida –luego de su reapertura en diciembre de 2013- y ya cuenta con un importante posicionamiento a nivel nacional, gracias a la gestión que ha permitido que semana tras semana tanto ovallinos como visitantes disfruten de una nutrida programación de artes escénicas gratuita como parte de los Ciclos TMO, Circulaciones y Co- Producciones.
Vecinos de Ovalle, visitantes artistas y gestores –tanto locales como nacionales- comentan acerca del desarrollo en materia cultural que vive la comuna ovallina, la hermosa infraestructura que alberga a los artistas, el respaldo económico que entrega el municipio, la impecable gestión y el trabajo del equipo humano que hace posible su funcionamiento.
El alcalde de Ovalle, Claudio Rentería extendió la invitación a toda la comunidad para que sea partícipe de cada una de las actividades y eventos. De igual forma destacó la importancia de “contar no sólo con una gran infraestructura, que alberga tanto a ovallinos como a quienes nos visitan, sino con un sólido plan de gestión que ha permitido que semana a semana el TMO cuente con importantes montajes de danza, música, teatro y espectáculos extraordinarios, logrando el reconocimiento del público, artistas y gestores a nivel regional y nacional”.
LA GRAN FIESTA
Comenzando la celebración, este lunes 17 el público vivió el ensayo de la obra “Hechos Consumados”, donde la compañía del TMO coordinó tanto la iluminación, el sonido como cada una de las apariciones en escena de los actores.
En tanto, el día martes 18 los asistentes rememoraron historias con un espectáculo preparado por los adultos mayores, quienes quisieron hacerse presente en esta gran celebración con un variado espectáculo lleno de música, danza y teatro, en el que derrocharon talento y se ganaron el aplauso y cariño del público.
De igual forma las agrupaciones folclóricas RAIN, RAIMAPU, PAIHUÉN Y BACUFO se unieron sobre el escenario de la Región de Coquimbo, haciendo un viaje de Chile de norte a sur, a través de la danza incluyendo el característico ritmo de Isla de Pascua, así como los mitos y leyendas mapuches y chilotes.
LO QUE SE VIENE
Para continuar con la celebración, hoy jueves 20 una obra de danza de artes integradas, interpretada por el elenco de danza del Colegio de Artes Eliseo Videla Jorquera bajo la dirección de Mónica Díaz, permitirá que el público del TMO admire las tradiciones artísticas y culturales de Chile, en una mezcla entre danza y artes visuales, con la aparición de personajes mitológicos del reino de las aguas y terrenales propios de la Isla de Chiloé, a través del mito del barco fantasma o buque del arte o Caleuche que navega errante por los mares y ríos de la isla de Chiloé, tripulado por los brujos y protegido por personajes mitológicos de agua y de tierra como la Pincoya, el Millalobo el Imbunche la voladora.
En tanto los destacados actores Alejandro Goic y Amalia Kassai bajo la dirección de Jesús Urqueta (“Arpeggione”, “Prefiero que me coman los perros”) serán el plato fuerte de la celebración con la aplaudida obra “Cuestión de principios”, en la cual nos harán partícipes de un reencuentro entre un padre que luchó por el plebiscito y reivindica la legitimidad e inevitabilidad del compromiso colectivo anti-dictatorial; y una hija que cuestiona los ideales de su progenitor desde el individualismo y que esgrime el abandono como una deuda pendiente.
Para cerrar con broche de oro, la Compañía de Teatro del TMO estrenará su séptimo montaje “Hechos Consumados” una pieza teatral -del dramaturgo Juan Radrigán, dirigida por Marcelo Saavedra y protagonizada por Sebastián Cerda, Carolina Mallea y Nicolás Castillo- donde se evidenciará la crudeza de la vida, la soledad en la que se estaban inmersas las personas que habitaban la periferia de Santiago, donde las tragedias internas y las familias terminan por dejarlos en la más absoluta soledad.