Incrementan solicitudes de vecinos para cerrar “pasajes ciegos” en barrios de Ovalle

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    El final del pasaje María Femanias, en la tercera etapa de la Villa San Luis, es una calle corta sin salida. Crédito: Kamila M.

    Hace 15 años que Jesica Rivera llegó a vivir con su familia a su casa ubicada en la tercera etapa de la Villa San Luis. La vivienda se emplaza en uno de los denominados “pasajes ciegos”, lo que quiere decir  que se trata de una calle corta y sin salida. Lamentablemente Rivera no ha tenido una buena experiencia del todo, ya que precisamente esa característica del pasaje María Femanias, hace que sea inseguro para ella.

    “Me han entrado a robar dos veces, lo mismo le ha pasado a  otros vecinos. Uno de ellos planteó la situación de poder solicitar cerrar el pasaje y me preguntó, le dije que estaba de acuerdo. El objetivo es la seguridad, este es un pasaje cerrado y siento ‘altiro’ cuando viene alguien porque ladran los perritos del lado”,  manifiesta.

    Hay otros factores que inciden en esta intención, ya que por ejemplo, asegura que en  la plazoleta ubicada a escasos metros de su casa se puede ver en ocasiones a personas consumiendo droga, además, “en la noche se sienten disparos de la población de al lado”.

    Al mismo tiempo recuerda haber visto en oportunidades a vehículos extraños estacionados en su pasaje, “venían a esconderse”, asevera.

    Yasna Rivera es otra de las vecinas del sector, de hecho su patio trasero colina con el “pasaje ciego”. “Queremos cerrar por el tema de la delincuencia, soy de casa esquina y siempre estoy observado robos. En realidad ahí es como un rincón especial para que se metan los delincuentes porque ahí hay dos casas solamente. Cerrar el pasaje nos traería seguridad”, indica.

    La residente dice que hace algún tiempo su marido inició los trámites para la solicitud de cerrado. “Pidieron un informe de Bomberos, Carabineros, Departamento de Tránsito y de la municipalidad. El cierre tiene que contar con los parámetros que se necesita para que, por ejemplo, entre un carro bomba”.

    Caso Hacienda El Mirador

    Hace un año y medio que Pilar Bou llegó a vivir al Conjunto Residencial Hacienda El Mirador, el que se ubica en la parte baja de la ciudad y en cercanía de Los Viñedos.

    “Instalar una reja de cierre va por un tema de seguridad, por la delincuencia que está afectando, sobre todo en este barrio y más que nada en todo Ovalle”, afirma.

    Antes ella y su familia vivían en La Castilla, lugar en donde también había surgido la idea de impedir el paso, “hubo robos ahí y creo que se están movilizando. Cuando estábamos allá tuvimos un par de reuniones sobre eso”, recuerda.

    Bou dice que cuando en el barrio se planteó la idea de instalar la reja, hubo algunos residentes que no estuvieron de acuerdo, pero después cambiaron de idea al ver la ocurrencia de situaciones preocupantes, “los reparos tenían relación con que se iban a sentir demasiado  encerrados. Pero bastó que pasaran los meses y la mayoría se mudara acá para ver que sí  habían robos. Ahí muchos cambiaron de opinión y  aceptaron la medida”.

    Otro de los factores que incidieron en la decisión que tomaron como residentes, fue el avistamiento de vehículos en actitudes sospechosas, “había mucha gente circulando por la noche, entraban autos, había gente mirando. Pensamos que estaban vigilando para ver qué casa tenía luces prendidas o en cuál no había nadie”.

    Pero no sólo lo anterior fue decisivo, ya que también les preocupó que habían casas que estaban siendo ‘marcadas’, “nos llamó la atención, dejaban la cuenta de la luz o un papel blanco en la reja”, declara.

    El próximo mes se instalaría el portón eléctrico en ese barrio.  Bou aplaude la medida, “por supuesto que nos sentiremos más seguros (…) Acá el frente en Los Viñedos instalaron hace algún tiempo y ha funcionado súper bien”.

    Enrique Nuñez es otro de los vecinos del Conjunto Residencial Hacienda El Mirador. Respecto al tema, señala, “se hizo al municipio la solicitud para poder cerrar. Esto se decidió por continuos robos que ha habido en las propiedades y en más de una oportunidad me han comentado los demás vecinos que han visto autos rondando, que se han parado ahí, y me parece que también han estado consumiendo alcohol y han tenido que llamar a Carabineros, y en que lleguen ellos es demoroso. Uno a veces igual se arriesga a que le digan cualquier cosa porque normalmente han sido jóvenes que no andan en muy buen estado”.

    “Como es cerrado y tranquilo ahí, se meten a tomar y se esconden”, sentencia.

    Departamento Obras Municipales

    Respecto a este tema, el director de Obras Municipales de Ovalle, Glen Flores, destacó  que aquello se reglamenta bajo el marco normativo definido en la Ley 20.499, “en la cual el Ministerio del Interior regula el cierre de pasajes y calles por motivos de seguridad ciudadana”.

    El profesional afirma que efectivamente este tipo de solicitudes son una tendencia que no ha ido a la baja, sino que todo lo contrario. “La verdad es que en este municipio después de la publicación de esta ley – que fue aprobada hace aproximadamente siete años – ha habido un incremento más o menos importante respecto a las solicitudes de cierres de pasaje. Nosotros hemos desarrollado esta tramitación según el marco legal vigente que se refiere a que quien quiera cerrar un pasaje debe cumplir varios requisitos”.

    Dentro de esos requerimientos Flores señala que se trata de, “un informe de Bomberos para definir la características mínimas de la abertura del portón, un informe de Carabineros indicando que verdaderamente ha habido casos de violencia o de delincuencia en el sector, también uno de la Dirección de Tránsito para indicar si es que el pasaje o calle que se quiera cerrar no sea utilizado por la locomoción colectiva urbana”.

    El paso siguiente es que el director de Obras también haga un informe del caso y luego,  “éste se presenta al Concejo Municipal, quien es el órgano colegiado el cual define la aprobación y autorización del cierre”.

    El profesional puntualiza que dicha autorización tiene una vigencia de cinco años, por lo que es renovable, “en cualquier momento la municipalidad puede retirar los cierres de pasaje en donde detecte que se esté cometiendo alguna irregularidad”.

    Cabe destacar que para proceder al cierre, todos los vecinos  afectados deben estar de acuerdo, “dentro de los requisitos como mínimo tiene que estar el 90% de los residentes tienen que firmar la carta de solicitud”.

    En cuanto a la situación de los casos expuestos ante el Concejo Municipal, Flores señala que la mayoría, “está siendo aprobado”, sin embargo aclara que, “ahora vamos a hacer un alto porque dentro de la ley dice que las municipalidades pueden hacer un reglamento respecto al cierre de pasajes, entonces nosotros vamos a reglamentar qué pasajes se pueden cerrar y cuáles no, qué características tienen que tener los cierres y la calle”.

    En la misma línea, el miembro del Concejo Municipal, concejal Patricio Reyes, expresa que la inseguridad se trata de “un tema nacional”, que afecta a la sociedad en general por lo que puede incidir en este tipo de decisiones en los barrios.

    “Creo que si los pasajes cumplen las condiciones que la ley mandata, con la normativa, con la aprobación de los vecinos, está consensuado con Carabineros, con la policía, con Bomberos, los servicios de ambulancia y tiene acceso para poder retirar la basura, no veo el problema. El tema está en que esto no debe ser como una práctica generalizada”.

    Reyes hace alusión a la decisión de vecinos en la Villa El Ingenio, en donde hace poco se adoptó la medida, “hace poco tuvimos la inauguración. Ahí la gente optó por un sistema de cierre de pasaje que le va a permitir controlar un poco el acceso porque pasaba mucha gente circulando por el cerro y habían tenido unos robos  y hechos delictuales. Se sienten más seguros ahí”.