El oasis de agua y biodiversidad de Río Hurtado que busca ser declarado como Zona Protegida

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    Un verdadero espectáculo forman las correntadas de agua cristalina bajando desde sectores como Quebrada Amarilla y Humedales. Provenientes de afloramientos del río Hurtado, forman un verdadero oasis en medio de la alta cordillera.

    La Cordillera de los Andes no sólo son un conjunto de enormes montañas de piedra, rocas y sedimentos que se alzan como verdadera espina vertebral de Chile y frontera natural con el vecino país de Argentina en buena parte del territorio. Tampoco son una simple barrera geográfica modeladora del clima de gran parte del territorio nacional.

    La cordillera es en verdad todo eso y más, y por ello, este extenso conjunto montañoso es una fuente de enormes riquezas para el país, que van desde los extensos mantos de mineral que se esconden bajo sus capas, hasta almacenar a buena parte del agua –en sus diferentes estados- que utilizamos para sustentar nuestras actividades y en resumen, nuestra propia subsistencia.

    En estos tiempos de Cambio Climático sin embargo, dichas fuentes de recurso hídrico se han visto cada vez mermadas producto de la disminución de las lluvias y el proceso de calentamiento global, lo que se ha traducido en la progresiva disminución de la capa de nieve y la perdida de glaciares de las cumbres cordilleranas.

    Donde primero se ha notado este efecto ha sido en la disminución de los caudales de los ríos, esteros y arroyos que antaño, en los periodos de deshielo, bajaban cordillera abajo con abundante agua para regar los valles y con ello, asegurar actividades como la ganadería y la agricultura. Sin embargo, esta disminución de caudales sumado a otras acciones generadas por el hombre, como la sobreexplotación de las cuencas hidrográficas o la falta de una política para cuidar y usar eficientemente el recursos hídrico, han intensificado la situación de sequía y sus efectos que hemos vivido durante los últimos años.

    RIQUEZA EN LAS ALTURAS

    La comuna de Río Hurtado pertenece al grupo de esos territorios que en la región, ha vivido con especial intensidad los efectos de la sequía. Siendo una comuna eminentemente rural además, las consecuencias han sido todavía más dramáticas.

    No obstante, no todo son malas noticias en ese sentido, pues en el caso de esta comuna, más allá del poblado de Las Breas, en medio de las alturas cordilleranas, se guardan aún algunos tesoros naturales que salvo los locales, pocos conocen o están conscientes de su existencia.

    Se trata específicamente, de rincones como Quebrada Amarilla y Humedales, que como lo dice el nombre de este último sector, son verdaderos reservorios que se emplazan a casi 4 mil metros de altura, y que conservan una enorme biodiversidad de fauna y flora autóctona altoandina, formando todo un sistema natural que es alimentado por la existencia en esos sectores, de bofedales, vertientes y humedales de altura, afloramientos superficiales de aguas subterráneas del río Hurtado. A todo ello además, se le debe sumar el aporte de las precipitaciones pluviales y el deshielo de glaciares circundantes.

    Si bien estos sectores y sus riquezas no son tan desconocidos, pues forman parte de las rutas tradicionales de los crianceros que todos los años se dirigen junto a sus ganados en búsqueda de pastos en Argentina, y de hecho, ya estaban en la mira de los investigadores del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) para realizar allí estudios geológicos – los cuales finalmente no pudieron realizarse por falta de recursos -, lo cierto es que sus riquezas naturales no han sido reveladas del todo.

    Lo que sí está claro es que allí se ubica algo más preciado que el oro y muchos otros metales preciosos: agua, y en abundante cantidad.

    PROTECCIÓN

    Bajo ese escenario, autoridades comunales y de organismos como la Comisión Nacional de Riego, CONAF, y de la Junta de Vigilancia del Río Hurtado y sus afluentes, subieron hasta estos sectores con el objetivo de identificar las principales ventajas de esta zona, para que a través de una gestión mancomunada entre el municipio, y dichos organismos e instituciones, pueda ser declarada como Zona Protegida.

    En efecto, estas zonas fueron consideradas por las propias autoridades como algunas de las que poseen mayor biodiversidad de especies nativas de flora y fauna dentro de la región de Coquimbo, por lo mismo a criterio de todos ellos, merece estar dentro del plan de zonas protegidas.

    Halid Daud, coordinador zonal Norte Chico de la CNR, manifestó sentirse “sorprendido de estar acá, pues no me esperaba la cantidad de kilómetros de extensión de los bofedales. Realmente la importancia que tiene el resguardar este tipo de zonas lo vale, pues esto es un verdadero patrimonio para la región y para Chile”.

    Daud agregó que como representante del Ministerio de Agricultura “queremos apoyar esta iniciativa. Ya CONAF está entregando toda la información necesaria para poder proteger este lugar”.

    En ese sentido, Ernesto Flores, jefe provincial de CONAF, ratificó que esta zona de alta montaña de Río Hurtado “es donde está mejor conservado el ambiente de cordillera” y que por lo mismo, la idea de conservarlo bajo alguna figura legal especifica es ahora la principal tarea.

    “Este es un desafío importante: buscar una figura de protección que resguarde los recursos que existen aquí es una labor ardua que hay que trabajar junto a los propietarios del predio, junto con la municipalidad y con otros entes gubernamentales” agregó.

    Flores recordó que la Región de Coquimbo, a diferencia de otras regiones del país, tiene muy poca superficie protegida, tanto áreas públicas como privadas. “Entonces cualquier iniciativa que aporte a esta figura es muy loable e importante para poder impulsarla y desarrollarla” añadió.

    SUSTENTO PARA EL FUTURO

    Tal como se mencionó anteriormente, otra de los motivos que justifican la intención de proteger estos sectores de la alta cordillera de Río Hurtado tiene que ver con el recurso hídrico, pues ello puede significar contar con una fuente permanente de agua para asegurar actividades tan tradicionales de la comuna como la agricultura y la ganadería caprina.

    Hugo Miranda, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Hurtado y sus afluentes, sostuvo que contar con un nivel de protección implica que nadie –un privado o una empresa minera o de otra índole por ejemplo-, “pueda alterar estos cursos”.

    “Por otro lado “señala “nos interesa también la posibilidad de poder hacer algunas lagunas en el mismo sector del valle cordillerano para, de alguna manera, tener un flujo regulado de agua y poder así asegurar que en la estación que nosotros necesitamos agua, podamos contar con ella”.

    Otra iniciativa asegura, es “poner un poco de vegetación adicional para retener las nieves en este sector de la cordillera” asevera.

    En efecto, la línea de trabajo que definieron las autoridades en su conjunto, apunta a comenzar a diseñar estrategias y uso de tecnología para el almacenamiento de estas aguas cordilleranas mediante planes que permitirán que exista este vital recurso para el desarrollo de Río Hurtado en todos sus aspectos y que en el largo plazo, la comuna pueda contar con los suficientes recursos hídricos que permitirán que el motor económico ligado especialmente al sector silvoagropecuario, pueda subsistir durante los próximos años.

    El alcalde de la comuna, Gary Valenzuela, señaló al respecto que, “todos estamos conscientes de lo que significa el cambio climático. Y lo que estamos visualizando en estos momentos junto a otras autoridades apunta en la dirección de ir previniendo posibles problemas a futuro mediante la entrega de herramientas necesarias para asegurar el futuro de Río Hurtado a través por ejemplo, de pequeñas lagunas reguladoras del flujo de agua que puedan estar en la cordillera y así mantener el abastecimiento de agua, no solo para los predios agrícolas, sino también para la bebida”.

    De momento, ya se acordó un nuevo encuentro para trazar los primeros lineamientos de la iniciativa que pretende proteger este verdadero regalo de la naturaleza.