Acusado por producción de pornografía infantil se defiende: “nunca hubo abuso de confianza”

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    El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle solo permitió la difusión de las iniciales del imputado y prohibió la divulgación de su rostro.

    “La declaración de lo que el Código Penal establece como producción de material pornográfico infantil está lejos de lo que hice. Reconozco mi error, al no verificar las edades, pero mis intenciones nunca fueron hacer daño”, son parte de las palabras con las que R.C.L. (29), cerró su declaración ante el Tribunal Oral de Ovalle, en la primera audiencia del juicio que busca esclarecer sus responsabilidades en torno a un caso que estremeció a la comuna de Salamanca, por la posible producción de pornografía infantil.

    Tras meses de investigaciones que sustentaron la acusación del Ministerio Público, finalmente el imputado compareció en juicio, donde se conoció por primera vez de forma pública su declaración completa sobre los hechos, siendo la primera audiencia del caso en realizarse con presencia de público y la prensa.

    Se tomaron los resguardos. Los jueces decidieron acoger las solicitudes de las partes, por lo que pese a que su nombre ya había sido difundido en instancias anteriores, esta vez solo se permitió dar a conocer las iniciales del imputado, y tanto las declaraciones de las víctimas (menores de edad al momento de los hechos), así como la exposición del material gráfico que sirve como prueba, se revisaron a puertas cerradas.

    Las acusaciones

    Al imputado se le acusa de haber tomado fotografías de índole sexual a cuatro jóvenes cuando estas aún no cumplían la mayoría de edad, mediante engaños y abusando de la confianza que había generado con ellas, a quienes contactaba a través de redes sociales para que fueran parte de sus sesiones.

    En medio de las indagatorias junto a la Policía de Investigaciones, el fiscal del caso, Andrés Villalobos, tuvo acceso a un computador de R.C.L., el cual contenía una gran cantidad de fotografías de este tipo y que hoy están siendo usadas como pruebas en el juicio, junto a un video que mostraría al hombre preparando una sesión junto a una menor.

    Por protección, las cuatro involucradas entregarán sus declaraciones sin presencia de público, por lo que El Día no tuvo acceso directo a sus versiones, sin embargo, el caso salió a la luz a través de un reportaje de este mismo medio, publicado en marzo de 2018, en el que las afectadas decidieron denunciar los hechos.

    Una de las víctimas indicó que el hombre la había invitado a Radio7, medio de comunicación salamanquino de propiedad del imputado, cuando sucedió todo. “Me pidió que me sacara el sostén muchas veces, pero yo no accedí. Sí insistía en que las fotos tenían que ser eróticas y sensuales”, explicó la joven.

    La víctima quedó completamente desnuda y pese a que el acusado habría asegurado que no quedaría ningún registro, una cámara del computador de la radio estaba grabando toda la situación. Posteriormente se realizó una última sesión, en la cual sostiene que incluso le habría pagado para posar. Junto al suyo, se sumaron tres relatos similares.

    Las respuestas

    Parecía que hacía su propia defensa penal. Con un relato extenso, seguro en sus palabras e incluso entregando conceptos y argumentos legales, R.C.L., detalló su versión de los hechos, argumentando que pese a tener el derecho a guardar silencio decidió declarar “porque entendí que de lo que se me acusaba era inocente”. El acusado asegura que todas las tomas de fotografías se dieron en un ambiente de “intimidad y confianza”, en las que las jóvenes habrían accedido, o incluso solicitado, sin ningún pago de por medio, a realizar poses de índole sexual.

    Argumenta que en ese momento no tenía la certeza de que hayan sido menores de edad, cuestionó las fechas en las que se realizaron los encuentros y derechamente asevera que en algunos de los casos acusados por la Fiscalía, las implicadas ya tenían más de 18 años.

    Frente a una en particular, sostiene que se trataba de su mejor amiga, la única persona de su confianza fuera de su entorno familiar y “nuestro trato era tan de piel que no entendí una naturaleza aparte de lo que teníamos como vínculo”.

    Sobre este caso, señala que la primera sesión no se trató de un desnudo total y cuando ocurrió de esa forma, la joven ya tenía 21 años de edad y “ahí sí fueron de índole sexual, es evidente, pero ese ánimo era mutuo (…) no entiendo por qué declara que hubo abuso de confianza”, dijo a las juezas. En los recesos en el tribunal se encontraba la madre de una de las víctimas, sin embargo prefirió no entregar declaraciones aún sobre los hechos, pero se mostró afectada por la declaración entregada por el acusado.

    Proyecciones del juicio

    Durante la primera audiencia de juicio oral se recibió la declaración del imputado y de dos de las cuatro víctimas. A petición de la Fiscalía y los querellantes, estas se recogieron con un biombo que separaba a las jóvenes del acusado, escenario que se mantendría durante lo que resta del proceso. Se espera que este viernes sea el término del juicio, aunque algunos de los participantes proyectan que se pueda prolongar hasta el día sábado, en vista de los tiempos de la primera audiencia.

    El segundo encuentro quedó fijado para las 09:00 horas de este viernes en la sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, ubicada de manera provisoria en las dependencias del Juzgado de Familia, en calle Libertad, debido a las remodelaciones del tribunal local.

    Un video decisivo

    Una de las principales pruebas de la Fiscalía es un video en el cual se muestra al imputado R.C.L. en una sesión de fotos con una de las víctimas. En la acusación, y en la declaración de la joven entregada a El Día, se sostiene que ella era menor de edad al momento de ese encuentro, y que el registro en video se habría hecho a escondidas por parte del acusado.

    En la audiencia el imputado sostiene que la afectada ya había cumplido la mayoría de edad, lo que se demostraría, aseguró, con la música que suena de fondo. Se trata de la canción Reggaetón Lento, del grupo CNCO, lanzada en octubre de 2016, fecha en la que la joven ya no era menor de edad.

    Además, señala que la grabación de lo sucedido en Radio 7 se hizo a través de la plataforma Team Viewer, software de transmisión y control remoto de computadores en la que además había otras cuentas de usuarios asociadas. “Mi dispositivo no era el único usuario en esa línea, uno de los usuarios era una radio de la competencia”, indica, apuntando a una supuesta intervención del computador.

    De uno u otro lado, una vez presentada la prueba en cuestión, se trataría de los elementos clave al momento de determinar la responsabilidad de R.C.L. en el delito que se le imputa.