Comunidades proyectan el nuevo modelo de administración que deberá regir el Parque Fray Jorge

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    La difusión de la educación medioambiental entre los habitantes de las comunidades agrícolas aledañas al Parque Fray Jorge debe ser uno de los ejes que contenga el nuevo modelo de gestión del parque, según explica Salvador Velásquez. (FOTO: EL OVALLINO)

    Desarrollo sustentable, educación medioambiental y un modelo de gestión participativo que se mantenga en el tiempo para aprovechar, no sólo las bellezas del Parque Nacional Bosque Fray Jorge, sino también otros atractivos aledaños al parque – hasta ahora subexplotados – son las premisas con las que hoy, las comunidades aledañas al parque, pretenden poner en marcha para la futura administración del lugar.

    Atrás quedaron pues, las opciones de concesionar servicios con proveedores y empresas externas.

    Al respecto, la futura administración del parque se elabora a partir de un modelo de trabajo que se consolidará a través de un convenio general para el desarrollo de ecoturismo en la Reserva de la Biosfera Fray Jorge, el que hoy está siendo desarrollado entre la municipalidad y CONAF, proponiendo el desarrollo de nuevos destinos turísticos, servicios e infraestructura.

    En entrevista con Diario El Ovallino, Salvador Velásquez, representante del Comité de Gestión de la Reserva de la Biosfera y del Consejo Consultivo de la Reserva Fray Jorge, valoró el trabajo que se ha hecho hasta el momento, rescatando que para llegar a este punto, la participación y voz de las comunidades ha sido fundamental.

    “Esta iniciativa no nació producto de una idea de gobierno en el sentido de entregar la administración del parque a las comunidades, sino que en realidad, hay que recordar que nosotros nos enteramos por la prensa de que el parque estaba dentro de los priorizados a nivel nacional para ser intervenido y para hacer entregar pedazos del parque en concesión a entes privados externos” sostiene.

    Esta primera iniciativa del gobierno, generó que las comunidades se sentaran a conversar sobre el tema y luego de muchas reuniones y debates, decidieron hacer sentir su voz, a través del consejo consultivo del Parque Fray Jorge.

    Peral Ojo de Agua, Lorenzo Peralta, Valdivia de Punilla, Buenos Aires de Punilla, Oruro, Salala, Alcones, Peña Blanca y La Cebada, son las nueve comunidades agrícolas que se coordinaron para mantener una serie de conversaciones con las autoridades, a través de las cuales, se ha llegado a un acuerdo en torno a estrategias comunes de desarrollo para el parque, donde el eje será el ecoturismo y la sostenibilidad ambiental.

    EL IDEAL

    No obstante, para Salvador Velásquez, estos acuerdos representan tan sólo el primer paso de lo que se quiere lograr a futuro.

    “La municipalidad va a tomar la responsabilidad de co-administrar entregando aportes y haciendo que las comunidades sean las que comiencen a trabajar en esto, ante lo cual se está elaborando todo un modelo de gestión, el cual todavía no está definido del todo” señala.

    A través del convenio general que se pretende firmar, se establecen algunas cláusulas explica Velásquez, “en que los servicios al interior del parque nacional que se vayan a entregar en su interior estén a cargo, como prioridad, de las comunidades aledañas al parque. Por ejemplo, al momento de contratar guías, éstos deben ser de las comunidades del parque, para lo cual se va a tener un programa de educación donde se les va a educar sobre el ecosistema del parque o como atender un cliente. Por ahí va ese modelo” señala.

    Se pretende con ello que las inversiones que hagan las entidades públicas al interior de la reserva, conlleven además, un beneficio social. Además, se busca que el parque en sí, no sea el único sustento y atractivo del lugar, potenciando otras localidades cercanas, logrando con ello regular y aliviar la carga de visitas del parque.

    “La idea es que si alguien visita la reserva, la estadía sea por 4 o 5 días, y en uno de esos días puedas ir al parque nacional. Pero en los otros días buscamos que se puedan hacer otras cosas en las comunidades. Por ejemplo, tenemos caletas de pescadores que tienen mucho potencial, está el gran humedal del rio Limarí, tenemos a Barraza y Socos que también están dentro del área de la reserva de la Biosfera. Podemos también aprovechar el agroturismo, a través del trabajo agrícola que se hace en las comunidades” sostiene Salvador.

    A juicio personal, el principal objetivo es que con el paso de los años, la reserva vaya adquiriendo mayor autonomía en su gestión. “Ahora estamos trabajando con la municipalidad, pero la idea es que se eduque la gente, que se vaya avanzando en una administración eficiente. Es decir, que las instituciones sean necesarias, pero no imprescindibles; que sigamos trabajando en conjunto pero que la reserva pueda sustentarse de aquí a unos 10 o 15 años. Por eso, esperamos que de aquí a un año podamos ya tener algunos avances mínimos” indica. 

    LO MÁS URGENTE

    En ese sentido, lo más urgente por ahora, es para Velásquez, poner en marcha algunas medidas que en lo inmediato, mejoren en el corto plazo algunos aspectos que hasta ahora, han perjudicado la imagen del parque.

    Al respecto, temas como el mal estado de los caminos interiores y de acceso al parque representan “uno de los mayores reclamos por parte de los turistas” sostiene.

    “Otro punto prioritario es trabajar para que el parque nacional no se sature. Por ejemplo habilitando algunos senderos, disponiendo de servicios de guías que entreguen una experiencia en su interior y potenciando los emprendimientos que ya existen en este momento” agrega.

    Por otro lado indica, faltan aún estudios para medir el impacto del turismo en el parque, labor que en estos momentos estaría realizando CONAF.

    “Aquí estamos hablando de futuro, de un proyecto a largo plazo con el parque y el gran desafío es que esto debe perdurar, trabajando para crear un modelo de administración para ello, de tal forma que aunque ocurran cambios en las administraciones comunales o regionales, éste no se caiga” señala Salvador Velásquez, poniendo énfasis en que este modelo de administración no puede dejar de lado a las comunidades.