La Brigada Ecológica al rescate del medio ambiente en La Torre

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    En la Escuela Básica Lucía Nuñez De La Cuadra, ubicada en la localidad ovallina de La Torre, se está llevando a cabo un interesante proyecto de protección del medio ambiente, aquello gracias a la Brigada Ecológica conformada por 15 alumnos de cuarto a octavo básico y bajo la asesoría pedagógica del profesor Christopher Arancibia Orellana.

    “Surgió a raíz de darle respuesta al sello ecológico que tenemos nosotros en la escuela y también de una invitación que nos hizo la Fundación Un Alto en el Desierto, porque nosotros trabajamos desde el 2016 con ellos”, detalla la directora del establecimiento, Jacqueline Isamit.

    Es así como bajo el alero de Un Alto en el Desierto se sumergieron en la ejecución de proyectos de índole anual, “la fundación da tareas y después se termina con un seminario en donde los alumnos van a defender su proyecto y presentan toda la investigación que hicieron en el año”.

    En los primeros meses del 2016 buscaron al interior de  la escuela un lugar para ir desarrollando los trabajos. “El establecimiento es puro cemento, no teníamos espacio dónde hacer un proyecto ecológico, así que a atrás de la escuela, a continuación de la cancha, había un sitio y se determinó que podía servir como invernadero”.

    En cuanto al financiamiento, dice que fueron generando instancias con fines de poder surtir de todo lo necesario a los estudiantes, “se pidieron algunos materiales por fondos de mantenimiento, se mandaron cartas a diferentes entidades de la localidad, a la junta de vecinos, a agrícolas, empresas de la comuna, apoderados, para poder comprar los materiales. También se hicieron rifas y hartas actividades. Además tuvimos ayuda de Un Alto en el Desierto”.

    Una vez que pudieron concretar el invernadero (año 2017) el proyecto de los alumnos fue sembrar vegetales como brócoli, tomate, ciboulette, cilantro, con el fin de hacer una investigación científica. “Ahí ellos tuvieron que hacer una investigación y ver cuánta agua era la que se necesitaba, cómo se regaba”, recuerda.

    Desde ese inicio la brigada no ha cesado en cuanto a proyectos se refiere. “Han realizado limpiado del entorno, regado, mantención de árboles que están fuera del establecimiento, hermoseamiento del entorno de la escuela, la creación de una educación medioambiental dentro del establecimiento con sus demás compañeros”, detalla la directora.

    El año 2017 se hizo reciclaje de aguas grises de tres lavamanos de la sala de kínder. “Ellos también hicieron una investigación, vieron cuánta agua se acumulaba durante la semana, el mes”. Mientras que el 2018 el proyecto fue relacionado con suculentas, kalanchoe y cactus para aprovechar las aguas grises.

    Para Isamit, el balance ha sido tremendamente positivo, “se ha podido potenciar y fortalecer la conducta de mantener y de preservar el medio ambiente, ellos cuidan y saben que es importante mantenerlo. Ellos lo único que quieren es tener árboles en la escuela porque no hay, sólo hay un Quillay que tiene muchos años”.

    La brigada ha despertado gran entusiasmo en los alumnos, “se ha desarrollado una actitud súper responsable en lo que es el medioambiente”.

     Para este año tienen un nuevo desafío, el que será llevado a cabo gracias a una valiosa alianza. “Estamos trabajando con la Agrícola Quilicura, la cual se acercó al establecimiento y nos ofreció trabajar en conjunto porque ellos igual tienen que presentar un proyecto de ayuda a la comunidad. Supieron que la escuela tenía certificación y sellos ecológicos entonces la agrícola le cedió un pequeño terreno fuera de la escuela a la brigada para que hiciera su invernadero, en donde se van a sembrar vegetales y se va a hacer una lombricera para producir humus con lombrices californianas”.