El cariño de Enrique Lafourcade por Ovalle y Barraza

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    La triste noticia de la muerte del escritor Enrique Lafourcade coronó la última página del libro de un amor que se extendió por todo un país, dejando en sus hojas espacio para varios capítulos vividos en la provincia el Limarí.

    Lafourcade, escritos de más de 20 novelas, entre ellas la emblemática  Palomita Blanca, falleció este lunes en Coquimbo, donde se había avecindado en los últimos años.

    Conocidas son sus novelas y poemas, también su larga trayectoria en el mundo literario y en el mundo televisivo donde siempre destacó y sembró la pasión por la lectura. Quizás poco conocida sería la relación y el cariño que sintió el escritor por la provincia del Limarí y por Ovalle y Barraza en especial, a la que le dedicaría una crónica publicada en una de sus recopilaciones más emblemáticas: El veraneo y otros horrores.

    Consultado por El Ovallino, el coordinador del área de Patrimonio e Identidad de la Corporación Cultural de Ovalle, Sergio Peña, recordó la relación que existió entre el escritor y la provincia, nacidas al calor de las visitas y participaciones de eventos literarios locales.

    “Enrique participaba continuamente en las Ferias del Libro de Ovalle en los años 90. Para esa época la pintora Rossana Pizarro García se había mudado desde Santiago a un fundo de Camarico. Nosotros compartimos junto a Leopoldo Pizarro, quien era el coordinador de la Feria del Libro para esos años. Entonces en una Feria, Enrique conoció a Rossana y se enamoraron. Ella fue su tercera esposa y por eso tuvo mucho cariño con Ovalle y con el Limarí”, recordó Peña.

    Amor por Barraza

    Indicó Peña que Lafourcade dedicó una crónica que tenía que ver con el pueblo de Barraza. “Le tomó un gran cariño a Ovalle, hay una crónica sobre Barraza que incluyó en uno de sus libros. Recuerdo una oportunidad que llevó muchos libros, entre ellos Palomita Blanca, y los regaló a los niños de la escuela de Barraza. Eso debió ser a mediados de los años 90. Buscando paz la encontraba en los pueblos y le encantó Barraza, lo encontraba muy interesante. Se encariño con Barraza”.

    Cuenta Peña que regularmente visitaba Limarí para participar en talleres y reuniones con escritores y artistas locales. Entre principios y mediados de la década de los 90, habría venido unas tres o cuatro veces a Ovalle a la Feria del Libro y otras actividades.