Un centenar de usuarios del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) participaron en Ovalle del taller “Modernización del Agro: Adaptación al Cambio Climático”, el cual permitió intercambiar experiencias y proyectar soluciones ante este fenómeno.
Mantener viva la agricultura familiar campesina en este nuevo escenario es la idea que cruzó la jornada que inauguró el Subdirector Nacional de INDAP, Luis Bravo, y que contó con la charla del académico de la Universidad de Chile, Rodrigo Callejas.
La conversación se enfocó en las medidas para mejorar la eficiencia del agua y las posibilidades para adaptar los métodos y rubros de la producción de frutas, hortalizas y ganadería, a partir de la incorporación de nuevas tecnologías.
El Subdirector Nacional de INDAP, Luis Bravo, indicó que estos encuentros son otras de las acciones de INDAP, ante los efectos de la escasez hídrica, que buscan encontrar respuestas de mediano y largo plazo, junto a las medidas de contingencia como la entrega de apoyos de diversa índole a los usuarios más afectados, aumento del presupuesto de riego y la baja de tasas en los créditos.
Bravo señaló que se debe abordar el cambio climático con una mirada a futuro, teniendo siempre en consideración que la falta de precipitaciones puede ser una constante, por lo que los usuarios de INDAP tendrán que aprovechar al máximo cada gota de agua. “El cambio climático nos presente un desafío muy importante como institución que apoya a la pequeña agricultura. Hemos decidido hacer estos talleres como una manera de compartir experiencias, diagnósticos y soluciones con nuestros usuarios, porque ellos viven día a día los efectos de esta problemática”, indicó.
Preparación entre todos
Bravo explicó a El Ovallino que el objetivo de estos talleres y seminarios es buscar un consenso entre todos los involucrados, entendiendo que en cada región y comuna se viven realidades diferentes.
“El cambio climático es una condición que se instaló ya y sus efectos nos llegan a todos, por eso es tan importante prepararnos para poder abordarlo de una manera correcta, y eso solo lo podemos hacer teniendo una conversación directa con nuestros usuarios, quienes conocen cada realidad de cada región que responde de manera distinta al cambio climático, que tiene efectos adversos en muchas regiones, pero que también muestran oportunidades nuevas de negocios, nuevas variedades de cultivos, desafíos que antes no habían abordado. En la zona del Limarí, el cambio climático se traduce en un desafío importante que si no lo abordamos claramente va a producir grandes estragos”.
Agregó que este seminario se realizó en Ovalle por ser una zona céntrica, y forma parte de una serie de actividades en las regiones declaradas en emergencia.
“Nosotros no podemos tratar de solucionar desde adentro sin tomarlos en cuenta a ellos. Por un lado tenemos el punto de vista de los usuarios y por el otro hemos incorporado a estos seminarios a un Comité de Adaptación Climática que tenemos en el Indap, que son profesionales externos a la institución, que manejan información actualizada que están mirando desde otro punto de vista y todo el equipo técnico de Indap, haciendo un proyecto y un plan que nos permita adaptarnos de buena manera al cambio climático”.
Consultado sobre el compromiso que puedan firmar con los usuarios y participantes en los seminarios, Bravo explicó que de parte de la institución continuarán con el apoyo a sus usuarios, con recursos (más de 10 mil millones de pesos) que han beneficiado a más de 38 mil usuarios en todo el país.
Con respecto a las propuestas que se recojan en el seminario servirán para generar un documento donde se colocarán las propuestas que se levanten y será información fundamental para la institución.
“La experiencia el desarrollo de cómo se hace la agricultura en la región la tienen los campesinos de acá. Si bien los equipos técnicos de Indap, tienen una pertinencia local y pueden entender lo que ocurre en la región, el quehacer diario lo tienen los usuarios, por eso debemos poder contar con su visión, y sería irresponsable si nosotros hacemos las políticas desde adentro sin tomar en consideración sus puntos de vista”.
Actores del proceso
Los productores que asistieron a este taller destacaron la posibilidad de compartir conocimientos. El agricultor de Monte Patria, Darwin Luna, valoró la iniciativa e indicó que “es interesante este tipo de instancias, porque muchas veces en el campo estamos lejos de todas las decisiones que se puedan tomar. Por eso nos motiva el que nos inviten y que nosotros podamos aportar con nuestra experiencia. Vemos que hay una muy buena disposición a escucharnos”.
El expositor Rodrigo Callejas puntualizó que el generar estos espacios son clave para que la pequeña agricultura pueda enfrentar de mejor manera las adversidades climáticas que se le presentan. En ese sentido, sostuvo que “nuestra tarea es hacerles ver que no se deben quedar atrás, sino que deben innovar, porque todo va cambiando. Ya hemos estado en otras regiones y vemos que la sequía está afectando de manera similar, aunque con características propias de cada territorio, pero lo positivo es que en la región de Coquimbo hay una cantidad importante de embalses que permiten estar un poco más tranquilos”.
Respecto al trabajo que está realizando el Ministerio de Agricultura para mitigar los efectos del cambio climático, el Seremi de la cartera, Rodrigo Órdenes, indicó que se está abordando esta situación “desde diversas aristas, con el objetivo de enfocar nuestros esfuerzos con medidas que permitan a la agricultura adaptarse a estas nuevas condiciones que se están presentando. Junto a talleres o seminarios, lo que también estamos haciendo, por ejemplo con los usuarios de INDAP, es que con menos agua puedan seguir produciendo en la misma cantidad. A ello se suma la incorporación de la agroecológica, una disciplina que se adapta a los nuevos tiempos”.
Revisión al código de aguas
Por su parte, Salvador Velásquez, representante del Peral Ojo de Agua, vecino al Parque Nacional Bosque Fray Jorge, y participante en la actividad, comentó a El Ovallino que este tipo de talleres son importantes porque entregan una visión sobre cómo se pueden adaptar al cambio climático y minimizar las consecuencias de este fenómeno.
“Estamos muy conscientes de que una cosa es la sequía y otra es la distribución del recurso del agua, y ahí es donde es importante que nosotros podamos proponer una medida sobre todo lo que está pasando a nivel nacional a que el llamado es a hacer una buena gestión del agua”.
Velásquez advierte de un “error que tuvimos los humanos”, que es el hecho de cuidar el agua, pero descuidando a la ecología. “Usamos agua a destajo dejando de lado a los ecosistemas en los cuales estamos insertos, porque si tú o tienes una casa que es el ecosistema en el que vives, dónde vas a cultivar si después ya no vas a tener donde hacerlo. Un cultivo es importante, pero lo que está alrededor también es importante. Un ejemplo es que el cauce del río o intervenimos de tal forma que no dejamos que llegue agua al mar, y eso es un error, porque el agua debe llegar la mar para mantener el equilibrio”.
En tanto Alejandro Cortés, director de la Junta de Vigilancia del Río Mostazal y presidente de una comunidad de agua del Río Mostazal, refirió que con respecto a la distribución, hay una institucionalidad que la rige y está amparada en el código de aguas, que no ha sufrido modificaciones importantes desde su fundación, desde la década de los 80.
“El agua tiene que distribuirse conforme a derechos respetando el principio de equidad y no de discriminación, así debería distribuirse el agua, sin embargo, yo, siendo parte de una junta de vigilancia, siento que el problema actual de la sequía y del desbalance hídrico, también son las políticas de las juntas de vigilancia, que tienen a cargo la distribución del agua, por lo que hay que hacer una revisión interna, ajustando los reglamentos internos, pero también haciendo ajustes al código de aguas, revisando las políticas públicas, como la ley 18.450 de la Comisión Nacional de Riego, porque una cosa es que hay escases de agua porque no ha llovido, y otra cosa es el desbalance hídrico, entre superficies cultivadas y aguas disponibles, y eso ha sido estimulado permanentemente por la Comisión Nacional de Riego, y eso debe revisarse y ajustarse al cambio climático. Los pequeños agricultores somos afectados, por algo que no hemos provocado”.