Hace varios días que los locatarios y clientes de la conocida “Galería Azul” (Galería Alameda), se encuentran preocupados por la situación que se vive luego de que una mujer que estaría en situación de calle y con evidentes signos de una enfermedad mental, provocaría el temor de los clientes e inseguridad en las personas que constantemente se encuentran en el lugar.
Wladimir Rodríguez, administrador de la galería indicó que han sido varios los intentos para ir en ayuda de la mujer y a la vez solucionar la problemática que mantienen. “Hemos recurrido a Carabineros, la Municipalidad, también se llamó una ambulancia, pero nadie hace nada por ella. Anda sin mascarilla, se mete a los locales y atemoriza a la clientela, la gente tiende a rechazarla y a irse de ahí”, explica.
Por otro lado, el afectado señala que no solo existe inquietud por los disturbios que ocasiona el lugar y el nulo diálogo que se puede generar con ella, sino que además no cuenta con protecciones sanitarias ante la emergencia. “Puede ser un foco de contagio. No tiene ningún trato, no se puede mantener un diálogo con ella y no respeta nada. Ella instaló hace 10 días, pide plata a las personas que están esperando los buses. Tiende a comprar y anda dando vuelta todo el día, intentamos hablar pero no entiende nada, no se puede interactuar, anda sola y apareció de la nada”, sostiene el administrador.
A su vez, Rodríguez plantea esta situación como una problemática que no solo involucra al entorno del local comercial, sino que también como un tema social. “Hay varias cosas; nos corre la clientela, puede ser un foco de contagio y como sociedad, qué podemos hacer nosotros, es un ser humano que necesita ayuda en esas condiciones, alguien puede agredirla”, concluye.
DISPACIDAD MENTAL EN PERSONAS CON SITUACIÓN DE CALLE
Hoy son pocas las políticas públicas que existen ante las necesidades que se requieren en la salud mental en Chile. Según el informe del Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025, “el gasto público en salud en el país es muy bajo en relación a los países desarrollados y en salud mental llega sólo al 2,4% del gasto total, muy lejos de la recomendación mínima de la OMS”.
Según el Segundo Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle19, realizado en el año 2011, el 16.6% de las personas encuestadas declararon tener una dificultad psiquiátrica, mental o intelectual de carácter permanente.